Trasversales
Lois Valsa

Primavera Cultural Madrileña 2023


Revista Trasversales número 63, junio 2022 web

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Introducción: Homenaje a Edgar Morin

(O Edgar Morin y la complejidad el mundo en tiempos de incertidumbre)

No creo que caminemos hacia un mañana brillante. El futuro es oscuro. Sé que a menudo lo inesperado sucede en la historia, estoy atento y vigilante. Pero estoy muy angustiado por el futuro de la humanidad... Mientras estoy poseído por las fuerzas de la vida el espectro de la muerte retrocede (Edgar Morin)

Estamos en una era en la que el pensamiento maniqueo y las alternativas simplistas se hacen pasar por conocimiento o pensamiento y en las condiciones actuales es más difícil defender una visión compleja de las cosas (Edgar Morin)

Putin está preparado para la mentira, no le importa contradecirse… La guerra de Ucrania puede desatar una catástrofe global.

(A. Beevor, historiador, autor de Rusia. Revolución y guerra civil, 1917-1921)



Edgar Morin (París, 1921) es un filósofo y sociólogo francés, un gran referente de la izquierda francesa, quién, a sus 101 años, quiere vivir, no sobrevivir (Cada uno de nosotros debe intentar cultivar la parte poética de la vida porque eso es vivir. Lo otro es solo supervivencia). Entonces, cuando uno se ve inmerso en estos tiempos convulsos e inciertos en los que es muy difícil ver salidas individuales, sociales y planetarias, no tiene más remedio que fijarse en la “misión” ineludible que se ha marcado este hombre lúcido de trasmitir sus ideas, compartir sus conocimientos y ofrecer su legado. Porque estamos ante un auténtico superviviente de una especie en extinción como fue la de los intelectuales del siglo XX. Su último libro traducido al castellano es Lecciones de un siglo de vida. Pero, en junio, tiene previsto publicar otra obra, Encore un peu, (todavía un poco más); y en septiembre, uno más escrito con su compañera, Sabah Abouessalam, socióloga marroquí a la que está unido desde que se conocieron en una conferencia en 2009. A lo ancho de su larga vida ha escrito más de 20 libros, y en Francia acaba de publicar De guerre en guerre: de 1940 à l´ Ukraine (De guerra en guerra: de 1940 a Ucrania, aún sin editorial en España). Parece un ensayo inconformista, “disidente” como él mismo dice, en el sentido de que hace un claro alegato por la paz en la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania. No hay que olvidar que este gran humanista descendiente de judíos sefardíes no ha dejado de intervenir en el debate público (recuérdese su participación con Stéphane Hessel en los debates del 15M). Pero, a nivel de pensamiento, es sobre todo reconocido por la publicación, entre 1977 y 2004, de los seis volúmenes de El método, donde desarrollaba las claves del pensamiento complejo con una metodología de reflexión multidisciplinar.

Este gran pensador se declara heredero de Montaigne quién aconsejaba la práctica de la duda y del autoconocimiento y, para él, todo hombre era su compatriota, y fue, no se debe olvidar, el primer anticolonialista. Morin también se declara heredero de Spinoza quién hizo la gran revolución del pensamiento moderno al acabar con la idea de un dios superior y externo al mundo que es su creador y dueño, al tiempo que dio la soberanía creativa a la naturaleza. Al igual que Spinoza, persevera en el ser para mantener una gran curiosidad y un gran interés por el futuro de la humanidad. Un futuro que ve muy oscuro y, de nuevo, al borde del abismo por el tema nuclear, que le ha hecho revivir su angustia durante la crisis de los misiles rusos de Cuba en 1962. Entonces llegó un acuerdo, in extremis, y Jruschov retiró sus misiles. Hoy, aunque de otra manera, piensa que volvemos a estar al borde del abismo y en una incertidumbre absoluta sobre el futuro. Frente a la resolución de los problemas su pensamiento, que rompió con el comunismo en 1951, sigue siendo de izquierdas pero independiente de cualquier partido: “Ser de izquierdas significa tomar elementos de tres fuentes principales, y de una cuarta: del anarquismo, el individuo libre; del socialismo, una sociedad mejor; del comunismo, una hermandad humana. Estas tres nociones se han separado y opuesto y, para mí, estas tres nociones deben estar asociadas. La cuarta es la relación con la naturaleza que nos enseña la ecología”. Para revertir, frente al neoliberalismo, la hegemonía del beneficio que está provocando la degradación ecológica del planeta. Porque “el desarrollo económico capitalista ha desencadenado los grandes problemas de nuestro planeta” (entrevista con Nuccio Ordine, a quién, tras su muerte, hago un homenaje indirecto ).

Para esa lucha de reversión de los destrozos causador por ese Gran Depredador tiene claro que la revolución ya no es posible, al menos tal y como ha existido porque ha sido más destructiva que constructiva, sobre todo si pensamos en la Unión Soviética o China. Por lo tanto, además de cultivar la “vida poética” que defiende en su último libro (“Lecciones de un siglo de vida”), propone reformas para transformar paulatinamente la sociedad. El problema es que el planeta está en un proceso de regresión política generalizada ya que hay muchos regímenes autoritarios que ponen en peligro la democracia o regímenes con fachada democrática pero neoautoritarios como Rusia, Turquía o Hungría. E incluso ve a Francia amenazada por la regresión económica, el crecimiento de las desigualdades con una elite muy pequeña de superricos mientras que la mayoría de la población se empobrece. Concluye: estamos en una pendiente peligrosa que, concretamente en Francia, beneficiará al Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, que, legalmente, podrá llegar al poder y establecer un poder neoautoritario. Pero el problema es que, frente a esta gran amenaza que puede destruirnos, no hay una fuerza política capaz de crear una nueva política de civilización, una vía en todos los ámbitos donde sea posible, desde la agricultura ecológica y solidaria hasta los servicios públicos. Porque, frente el anonimato de las grandes ciudades y la robotización de nuestra existencia en la que se degradan las relaciones humanas y se destroza la convivencia, hay que recuperar sobre todo el sentido de la solidaridad. Sabe bien el pensador de lo que habla porque alguien como él, quién “confiesa que fue mal hijo y mal padre pero no mal esposo, ni mal pensador”, ha podido vivir antiguas experiencias vecinales y comunitarias.

En relación a Ucrania, Morin mantiene de nuevo una postura en cierta manera disidente porque considera que en Francia ha habido una especie de beatificación de Ucrania y una diabolización de Putin. Aclara que lo que es diabólico en Putin, sobre todo, es su represión interna sobre sus opositores y la dictadura que mantiene en Rusia. Pero señala que hay una bruma informativa porque somos informados de las acciones de los rusos por los ucranios. Tiene también muy claro que se debe buscar una solución de compromiso para obtener la soberanía de Ucrania, su adhesión a la Unión Europea y su neutralidad militar porque, aunque en ello tuvo su papel la extensión de la OTAN, hay un nuevo imperialismo ruso de carácter paneslavo. Pero también hay un imperialismo estadounidense que está presente de manera política, económica y militar. “Ucrania, en su búsqueda de la independencia y de la soberanía, es el escenario de un conflicto de dos imperialismos” (EL PAÍS, Ideas, 30 de abril de 2023). Sigue: “Si bien la Rusia de Putin es culpable de haber atacado, y hasta intentado anexionar Ucrania, hay crímenes de guerra que se han podido cometer en ambos bandos, hay propaganda de guerra en ambos bandos. La guerra favorece las mentiras, la información falsa, el ocultamiento de lo que es negativo para tu bando… He querido que nuestros contemporáneos sean conscientes de ello”. Sabe, pues, que su libro es disidente en las actuales circunstancias y corre el peligro de ser atacado. Morin tiene el mérito de decir lo que piensa y de, por no seguir la corriente, correr el riesgo de ser tachado de putiniano en Francia. Intenta, muy coherente con su método complejo, defender una visión compleja de las cosas frente al pensamiento maniqueo y a las visiones simplistas.

Por mi parte, coincido con Morin en que, en este caso, Rusia es el imperialismo invasor y Ucrania es un país soberano invadido, pero pienso que entre los dos bandos hay unas diferencias abismales. El poder de Putin es abrumador aunque se haya visto y se esté viendo, a pesar de su fuerza, su incapacidad, tanto de anexionarse Ucrania como de ganar la guerra. Además, el poder informativo de Rusia es enorme y lo ha demostrado a lo ancho del mundo interviniendo sus “hackers” o sus servicios secretos en elecciones y elaborando “fake news” por doquier. La balanza de los derechos humanos, aunque Ucrania haya podido cometer algún crimen de guerra, se inclina claramente contra Putin y su ejército, y, sobre todo, contra sus crueles mercenarios de la Brigada Wagner. La acusación de genocidio está a la orden del día contra un dictador que ha acabado con cualquier oposición interna, incluso mediante el destierro, el asesinato o el envenenamiento. No hay que olvidar tampoco el imperialismo estadounidense tanto político como económico y militar, apoyando las dictaduras o favoreciendo otras desde el Cono Sur de Latinoamérica hasta Afganistán e Irak. Pero también hay que hablar del imperialismo chino que se ha extendido con mucho menos ruido por todo el mundo, al lado del cual el de Rusia es hoy una mera comparsa. Hay que intentar medir todos en todo momento los imperialismos de cualquier signo con el mismo rasero. Y, al tiempo, pedir a una cierta izquierda muy sectaria que, al igual que nos manifestamos contra la invasión de Irak, nos manifestemos contra la invasión de Ucrania y denunciemos la represión en Irán y los crímenes de Bachar el Asad en Siria. Se les ve como pueblos muy solos y abandonados en sus protestas contra sus regímenes dictatoriales porque esas supuestas izquierdas “progresistas” solo siguen repitiendo el único mantra del imperialismo estadounidense. Se olvidan del nuevo imperialismo, que está muy bien documentado, que están ejerciendo ahora Rusia y China en África.

Al totalitarismo de partido chino y a su líder indudablemente no les interesa la guerra en Ucrania porque debilita sus negocios y han hecho algún gesto de negociación por la paz que quedará en agua de borrajas (al día siguiente Putin bombardeó para que no nos lo creyésemos). Igual que el del presidente brasileño Lula o el de Modi de la India aprovechando la cumbre del G-7. La paz la queremos, en apariencia, todos pero las armas se van a seguir vendiendo porque el negocio es el negocio. Pero la cuestión fundamental es a qué precio nos sale la paz, sobre todo a los valientes ucranios en su búsqueda de su independencia y su soberanía. Los países limítrofes de Ucrania también tienen miedo de que Putin los invada y los masacre a continuación de Ucrania y buscan, de diferentes maneras, incluso entrando en la OTAN, prevenir una posible agresión rusa. Morin, al menos, ha porfiado, en su claro alegato por la paz, en defender acuerdos de compromiso ya que las fuerzas de los dos adversarios, según él, están igualadas y parece que la guerra no se va a acabar nunca. Incluso da datos: “Crimea, en 2014, contaba en el censo con 1,400.000 rusos, 500.000 ucranios y 400.000 tártaros. Teniendo en cuenta la historia y la demografía, se podría buscar un acuerdo en este terreno. No está claro por qué Ucrania pide un monopolio sobre Crimea, se puede buscar un compromiso. Donbás es una región extremadamente rica en minerales que comenzó a ser industrializada por la Rusia zarista a finales del siglo XIX, y, posteriormente, fue la URSS de Stalin la que la hiperindustrializó, y una gran parte de ingenieros y obreros son de origen ruso. Se podría plantear la cuestión de que las riquezas de Donbás fueran explotadas en común”. Pero lo que no quiere desde luego Morin es que una posible solución pacífica signifique para Ucrania la paz de los cementerios. Defiende una Ucrania neutral y federal.

En un artículo publicado en Le Monde el 3 de mayo de 2014, Morin ya predijo el peligro: “Por desgracia, la impotencia de Occidente, en lo que respecta a Europa, no es solo militar, ni solo de falta de voluntad. Es una incapacidad de pensamiento político, de pensamiento en general. Sería deseable que Hollande, Fabius y Manuel Vals tomaran conciencia de que los peligros aumentan de forma implacable y propusieran el único plan de paz coherente, el de una Ucrania federal que sea el vínculo entre Occidente y Oriente. Ya ha pasado el momento de buscar la mejor solución, ahora se trata de evitar lo peor”. El problema es que, desde 2014, el proceso infernal de retroalimentación de los conflictos entere Este y Oeste no ha dejado de agravarse, hasta que ha ocurrido lo peor en febrero de 2022. Incluso, en Francia, Macron, que ha intentado negociar con Putin, ha mantenido un pulso en las calles por el aumento de la edad de jubilación. En relación a esto Morin ha señalado: “Creo que el movimiento que se beneficiará de todo esto será el “Reagrupamiento Nacional” de Marine Le Pen. Con la desintegración de la derecha clásica, la crisis del macronismo, que era una especie de centrismo, y la crisis de la izquierda, existe el peligro de que en las próximas elecciones “Reagrupamiento Nacional”, legalmente, llegue al poder y establezca un poder neoautoritario. Si bien la dejación de Occidente en general, y de Europa en particular, en gran parte por la dependencia de la energía rusa, cuando fue la ocupación del Donbás y Crimen por Putin, fue penosa; sin embargo, Europa se ha mostrado hasta ahora muy unida. Pero la Unión de los 27 tiene que lidiar continuamente con gobiernos neoautoritarios como los de Polonia y de Hungría y, también, con el gobierno de Meloni en Italia. Contando, además, con la escalada acelerada de la extrema derecha en otros países europeos como estamos viendo en Alemania y en Finlandia. Su aumento en Austria y Dinamarca. Y la posible subida al poder de Le Pen en Francia que señalaba Morin.

Ante ese preocupante avance de varios gobiernos neoautoritarios que subieron o están subiendo o pueden subir al poder democráticamente, y lo están corroyendo desde dentro, el problema es el olvido de unos cordones sanitarios. Y, en el caso de España, por ejemplo, el peligro está en los pactos que sigue haciendo el Partido Popular con la extrema derecha de Vox, curiosamente una escisión suya, pero ya sin ningún pudor en las autonomías y ayuntamientos donde ha ganado las pasadas elecciones. Vox, integrado en parte, según las encuestas, por antiguos votantes y seguidores del Partido Popular, ha sido subiendo en las encuestas y en las votaciones municipales y autonómicas. Está así muy crecido y vende caros sus pactos con el PP: el ejemplo que está dando en las comunidades donde gobierna con el PP no es nada edificante, sobre todo en la Comunidad de Castilla y León donde ha ido mostrando sus peores intenciones reaccionarias y excluyentes. El último y flagrante acuerdo de PP y Vox ha sido, después de las elecciones, en la Comunidad Valenciana que querían controlar a toda costa. Así se van olvidando de las hemerotecas: las afirmaciones de Pons o de Feijóo, en las que rechazaba cualquier pacto con la extrema derecha. Como se sabe, Vox es, al menos en parte, heredero del franquismo y parece que Feijóo quiere volver a la vieja Alianza Popular (AP). En suma: con el afán de ganar las elecciones y de conquistar el poder se saltan a la torera, nunca mejo dicho, sus contradicciones. En Cataluña, por el contrario, pero también por conveniencia, han dado signos de madurez frente a los independentistas. Pero, en general, el PP está asimilando el discurso de Vox. Un pacto PP-Vox sería un pacto antieuropeo porque les obligaría a alinearse con quienes frenan la Unión. A ello están ayudando los nuevos planes del Partido Popular Europeo (PPE) con el nuevo presidente Manfred Weber

El nuevo plan del PPE pasa por consolidar la alianza con la formación de extrema derecha que preside Georgia Meloni en Europa (Europeos Conservadores y Reformistas, ECR), aprovechando el nuevo viento de derechas en el continente. Ese viento ha permitido a Forza Italia, el partido de Antonio Tajani (vicepresidente y ministro de Exteriores de Italia) formar parte del Ejecutivo de coalición que gobierna Italia. No hay que olvidar que Tajani, además de vicepresidente del PPE fue presidente del Parlamento Europeo y que afirma apoyar a Ucrania incondicionalmente, fuerte vínculo con Estados Unidos y soltar el lastre de las relaciones íntimas con China que tuvieron gobiernos precedentes. Según él, buscan una paz justa en Ucrania por lo que los rusos tienen que marcharse porque si ganan ahí después seguirán con Moldavia vista la experiencia de Georgia porque Putin busca recomponer la Unión Soviética. “No enviamos aviones, pero ayudaremos a la reconstrucción de Ucrania: ahora y después Ucrania será parte de la UE”. Resultan estas afirmaciones raras dado que Berlusconi solía defender a Putin. Tajani, en una entrevista a Daniel Verdú en EL PAÏS, aclara que ese era otro Putin, el de hace 20 años que intentaba ser parte de la OTAN y que estuvo a favor de que Ucrania entrase en la OTAN. Luego esa visión cambió con la invasión de Georgia: “Y fíjese, Berlusconi le llamó y organizó el bloqueo de esa invasión”. “Putin intenta recomponer la Unión Soviética y no parará”. Tajani sigue diciendo que Italia tiene un gobierno de centroderecha y quiere que gane el PP en España, olvidando, como el PP aquí, que fueron los primeros en Europa en pactar con la extrema derecha. Vox está en el Partido Conservador a nivel europeo: “Si vamos a hacer en Europa la misma mayoría que me votó a mí como Presidente del Parlamento Europeo, populares, conservadores y liberales, no recurriremos a la extrema derecha”.”Vox está en el partido Conservador a nivel europeo. Y en todo caso, es un problema español. A nivel europeo votamos muchas veces con los conservadores…E insisto, no se pueden hacer acuerdos con Alternativa por Alemania ni con Le Pen. Somos todos europeístas”.

Le doy mucha importancia a esta entrevista porque no debe olvidarse que Italia ha sido y es el laboratorio principal de los cambios políticos en Europa. Taajani decía que Alternativas por Alemania y Le Pen son la línea roja y que no iban a pactar. Estamos ante una entrevista clave para entender donde está el peligro de los partidos iliberales camuflados de “democráticos”, que, desde dentro, están corroyendo poco a poco el sistema democrático europeo. El final de la entrevista es de lo más cómico sino fuera terrible: “No creo que Belusconi de un paso al lado. Es un león” (estaba aún ingresado en el hospital). “Nosotros seguiremos adelante. El proyecto está claro”. Al final, el león poderoso no resistió y murió (tenía 86 años). Pero había logrado unir en Italia bajo su mando a los poderes empresariales, políticos y también mediáticos. Por lo que, a su lado, Trump no deja de ser un auténtico aprendiz, y quizá eso explique porque vino su ideólogo más conocido a vivir en Italia desde donde difundió, con el terreno abonado, las ideas populistas “trumpistas” a toda Europa. Sobre todo en Hungría y en Polonia y con menos fuerza en otros países europeos. También en la misma Italia donde gobierna la “democrática” Meloni que vino a España a apoyar a Vox con un discurso incendiario, que, en apariencia, ha sido suavizando. La influencia de Berlusconi y su “Forza Italia” ha sido y es mucha. Merece la pena leer los artículos que le han dedicado a Berlusconi tanto Roberto Saviano como Antonio Scurati. Siempre quedará la pregunta a la que hay que responder, desde luego con mucho sentido e información suficiente, de por qué la gente vota al mismo Berlusconi, o a Trump o a la misma Ayuso. Sobre todo los grandes perdedores de la globalización capitalista neoliberal y de la crisis de 2008.

Finalmente, creo que tenemos que cambiar el orden del discurso y centrarnos primero en Berlusconi y después en Trump para entender mejor la evolución de los acontecimientos que van del auge del capitalismo neoliberal al resurgir, por pura reacción, de las identidades fragmentarias, de los nacionalismos y de los populismos. La reciente muerte de Berlusconi nos ha dado pie, después de leer las críticas de Saviano y Scurati, a rehacer el análisis sobre la evolución del populismo. Como cuenta el periodista Iñigo Domínguez, Berlusconi, dueño de Il Giornale, era el jefe del gran periodista Indro Montanelli, que decía: “Berlusconi no tiene ideas, solo tiene intereses”…”Berlusconi es el mentiroso más sincero que existe, es el primero en creer en sus propias mentiras y es esto lo que lo hace peligroso. Tiene alergia a la verdad, una voluptuosa propensión a las mentiras”. Pero Montanelli, que era de derechas y detestaba a Berlusconi, dijo luego que a Italia le convenía que ganara Berlusconi porque así se vería quién era y la población quedaría vacunada. Una persona como Montanelli podía ser muy inteligente y no acertar políticamente porque a Italia le dio completamente igual. Su virus se inoculó a toda la sociedad italiana que perdió todas las defensas frente a tal enfermedad populista. Berlusconi acabó en Italia, gracias a que dominaba las tres principales cadenas privadas, además de controlar las públicas, con la posibilidad de una derecha seria, honesta y civilizada. Favoreció una derecha sin valores que se saltaba las leyes a la torera y bajaba, o no pagaba, los impuestos y que hacía lo que le daba la gana. Berlusconi se hacía, además de divertirse de lo lindo, la víctima de todo tipo de persecuciones. Le llamó incluso a su coalición Casa de la Libertad facilitándole así el camino a sus socios neofascistas y racistas que ahora están en el poder. El origen de su fortuna y sus alianzas con la Mafía y la masonería no aparecen claras pero siempre se libró de ir a la cárcel. A partir de ahí es más fácil de entender y de seguir el camino que nos lleva a Trump o a Bolsonaro.


POSTDATA

Claro que si comparamos estos juegos políticos con grandes problemas como el cambio climático se quedan en cosa de niños. Porque, volviendo a la complejidad de Morin, “la combinación de democracias débiles, capitalismo e IA es peligrosa”, como remarcaba en una entrevista (EL PAÍS, 26/05/2023) el filósofo Mark Coeckelbelgerh (Lovaina, Bélgica, 48 años). Porque el problema, de difícil solución, es que las empresas tecnológicas tienen muchísimo poder, y en relación a la Inteligencia Artificial hasta los máximos expertos, como estamos leyendo estos últimos días, están pidiendo su regulación. ¡Mucho miedo deben de tener al invento que se nos puede ir de las manos en cualquier momento! Pero, como nos aclara de nuevo el filósofo belga, no es la tecnología solo sino el mismo sistema: “Es la combinación de las dos cosas, pero, efectivamente, estas nuevas posibilidades tecnológicas nos llevan a preguntarnos más que nunca sobre el sistema”. Porque los políticos están confundidos y sienten la presión de los lobbies e intentan crear algunos marcos regulatorios pero los ciudadanos han quedado fuera del juego cada vez más polarizado y partidista al tiempo que los Estados se vuelven cada vez más neoautoritarios y menos democráticos. Por ejemplo, el PPE ha presentado un recurso contra una ley medio ambiental clave como es la propuesta de ley de Restauración de la Naturaleza (LRN) de la Comisión Europea, que, por suerte, ha sido frenada por la comisión climática de Medio Ambiente de la UE en Estrasburgo. Es una pieza clave del Pacto Verde europeo que los populares presentaban como caballo de batalla electoralista en este intenso año electoral Estamos, pues, asistiendo a peligros de los que ya nos avisaba hace tiempo la gran filósofa Hannah Arendt ¿Cómo dar en esa compleja situación con el responsable? “Debemos saber por qué los algoritmos toman las decisiones que toman”, concluye el filósofo belga.

La experta australiana Kate Crwford (47 años), una de las investigadoras más respetadas en la industria de la IA, ya, en 2016, avisó de que el diseño de la inteligencia artificial propiciaba la discriminación y era sexista, racista y clasista porque respondía a los valores de quienes la creaban, sobre todo, hombres blancos. Pero pocos daban importancia al impacto social que aquello conllevaría. Ella ha dedicado precisamente toda su carrera profesional a estudiar las implicaciones políticas y sociales del mal uso de los avances tecnológicos. Para ello ha creado cuatro mapas gigantes que “rastrean la relación entre tecnología y poder desde 1500 con el fin de ofrecer una forma diferente de ver la era tecnológica actual con profundidad histórica, mostrando las innumerables formas en que el poder y la tecnología se han entrelazado a lo largo de cinco siglos. Me llevó cuatro años de investigación crearla” (Entrevista a EL PAÍS SEMANAL, 28/05/2023). Concluye: “Si no disponemos de una cultura abierta auténtica y real, las compañías se convertirán en cajas negras y tendrá un impacto demoledor en la sociedad”. Y para que esto se frene, indudablemente la política democrática tiene un papel muy importante y necesitamos políticos que, olvidándose de sus rencillas, lidien con inteligencia frente a la complejidad tecnológica y climática y miren por el bien común Debe haber por tanto una necesaria, buena y eficaz gestión regulatoria del cambio climático y de la inteligencia Artificial. Desde el punto de vista de la complejidad leer a fondo a Edgar Morin es fundamental.


LIBROS

- Antonio Pereira, Todos los cuentos, Pr. Antonio Gamoneda, Siruela, Madrid, 2022.

Al cumplirse cien años del nacimiento de Antonio Pereira (Villafranca del Bierzo, León, 1923-León, 2009), la editorial Siruela, en Libros del tiempo, ha tenido la gran idea de publicar una nueva edición de la narrativa breve completa de Antonio Pereira, con un prólogo revisado de Antonio Gamoneda, para conmemorar el centenario del narrador villafranquino. Porque, aunque tiene publicada novela y premiados libros de poesía, este escritor es sobre cualquier otra cosa escritor de cuentos, género al que guardó una gran fidelidad y mucha constancia durante toda su vida. Por ello, esta iniciativa editorial de reunir todos sus cuentos al borde de su centenario (2023), respetando los libros en que fueron publicados, desde el primero de 1967, hasta el último dedicado a Bradomín, en 2008, nos parece, además de una enorme muestra de rigor en el oficio, sencillamente maravillosa. El prólogo de Gamoneda, que es propiamente una carta de amistad y no un prólogo de cuya falta le pide disculpas, podía haberse completado con un estudio de alguno de los conocedores del género. Eso ayudaría a poner a Pereira en su sitio más allá del puro localismo villafranquino y leonés. Una provincia, la de León, que, como se sabe, nos ha dado unos grandes narradores como Luis Mateo Díez, Merino o Aparicio, autores muy experimentados como el autor en el filandón. Pereira la verdad es que empezó a escribir desde muy joven aunque tardaría hasta los años sesenta en mostrarse como maduro escritor. Su poemario El regreso se publica en la prestigiosa colección Adonais en 1964, y Una ventana en la carretera, su primer libro de cuentos, recibe el premio Leopoldo Alas en 1966; y su novela Un sitio para Soledad se publica en 1969. Será a partir de ahí cuando desarrolla una copiosa producción que se ha visto refrendada por prestigiosos premios, como el Premio Fastenrath de la Real Academia Española o el Premio Castilla y León de las Letras.

En relación a los cuentos, si debemos partir del prólogo de Gamoneda: “tú, esencialmente, eres poeta, y, precisamente porque eres poeta, escribes una prodigiosa narrativa breve”. Un poeta deslumbrado en su juventud por Rimbaud y la literatura francesa, pero también por Cunqueiro y Borges. Un camino hacia la verdad desnuda a la que se refería Vicente Aleixandre en relación a la poética de Pereira. Por eso, la editorial Siruela también ha reeditado Todos los poemas, libro prologado por Juan Carlos Mestre. Su presencia lírica ya tuvo lugar en la revista leonesa Espadaña, donde se estrenó con tres sonetos (número 38, 1949). Pero, aunque él se postulara principalmente como poeta, su mejor asiento fue el cuento. Compartiendo, con Cunqueiro, Zúñiga y otros, un alto nivel que algunos le negaban porque lo veían como simple ejercicio preparatorio de la novela. Cuando en la novela no acabó de encontrarse y su última entrega fue en 1978. Fue, pues, en los cuentos, donde entregó su lado más grande y más creativo, con variados registros y siempre con mucha retranca, y siempre disfrazado de autor de cuentos cuando es narrador de ellos. Estoy de acuerdo con José M. Pozuelo Ivancos cuando señalaba en su reseña de esta obra en el ABC Cultural dos rasgos sobresalientes de su estilo como cuentista: primero, su antipedagogismo, sin dogmas políticos o sociales, en el que late un profundo escepticismo sobre la condición humana; segundo, la felicidad de su estilo cuando experimenta con la forma y se le nota a gusto narrando como si lo estuviese haciendo oralmente y sus lectores lo estuvieran oyendo. Una narrativa la suya, pues, configurada, como se puede apreciar en estos cuentos, por la oralidad y los recuerdos y los ritmos lentos de la naturaleza.



- Hernán Díaz, Fortuna, Traducción de Javier Calvo, Anagrama, Barcelona, 2023.

Hernán Díaz (Buenos Aires, 1973), aunque de origen argentino, creció en Suecia y ha pasado la mayor parte de su vida en Estados Unidos. Se doctoró en Filosofía en la Universidad de Nueva York y trabaja en la Universidad de Columbia. Antes, ha escrito el ensayo Borges, Between History and Eternity, y la novela A lo lejos, finalista de los Premios Pulitzer y PEN/Faulkner. Ha colaborado en publicaciones como The Paris Review, Granta, Harper`s, The Yale Review, McSweeney´s o The New York Times. Ha recibido una beca Guggheim y otra del Cullmann Center for Scholars and Writers de la Escuela Pública de Nueva York, así como los Premios Whiting, Kirkuk y William Soroyan International. Esta importantísima novela que estoy reseñando se convirtió en un éxito literario ya desde su lanzamiento, y fue considerada una de los diez mejores libros de 2022 por medios como The New York Times, en cuya lista de libros más vendidos apareció, The Washington Post o Time. Sus novelas han sido traducidas a más de treinta idiomas. Este autor siente un profundísimo amor por Borges sobre quién escribió su primer libro y a quién considera un caso aislado como Cervantes, a quién dice releer constantemente. Sin embargo, confiesa conocer muy poco la literatura escrita en español, siendo su canon sobre todo anglosajón (“Henry James, George Eliot, Virgini Woolf, Gertrude Stein”...”También es importante P. G. Wodehouse, el humorista, aunque sea un autor menor…..Samuel Beckett le cambió la vida….David Markson me parece el mejor escritor norteamericano de los últimos treinta años, aunque nadie le haga caso ya, y Joy Williams es la escritora viva más importante de Estados Unidos en este momento”.

Fortuna (Trust) estuvo precedida del éxito, en 2017, de otra novela extraordinaria, A lo lejos (Impedimenta, 2020), un wéstern que subvierte las leyes del género y que mereció el aplauso unánime de la crítica norteamericana. Su éxito ha sido aún mayor que el de la novela anterior y ha convertido al autor en uno de los narradores estadounidenses más relevantes. Díaz estuvo presentando el libro en España (en Madrid, concretamente, en la Fundación Telefónica, donde asistió no un público masivo pero sí un público muy enterado que ya estaba al tanto del libro e incluso algunos lo habían leído). El escritor sí nos ganó, por su forma cercana, directa y sincera, con su oratoria y sus dotes narrativas. La novela está dividida en cuatro partes que son narraciones que se complementan y se contradicen entre sí. En ella nos muestra con gran agudeza mental y calidad literaria los engranajes de Wall Street, del DINERO, por lo que ha despertado un enorme interés no solo en los círculos literarios sino también en los de las altas finanzas. Ningún escritor había logrado hasta ahora penetrar con tanta perspicacia en ese mundo como él lo ha hecho, describiendo con gran precisión sus entresijos desde una perspectiva histórica pero a través de la ficción. Cuando le preguntan si eso sería realismo capitalista, Díaz responde: “”El problema es definir la categoría de realismo. Yo prefiero una definición histórico más que formal. El realismo clásico decimonónico excluye aspectos fundamentales de nuestra experiencia de la realidad, en primer lugar, la experiencia caótica de la interioridad, qué significa ser un sujeto que percibe una realidad que aparece como dada y no como algo en flujo entre el sujeto y las condiciones objetivas”.

Tiene claro que hay que escribir desde una experiencia fragmentaria del mundo y lo logra con sus dotes ensayísticas históricas y también literarias.


ARTE. EXPOSICIONES

Si hay que destacar, en esta temporada primaveral madrileña, una exposición, ésta es, sin dudarlo, Metamorfosis del ser. Colección SánchezUbiría en el Círculo de Bellas Artes. Se cerró el 14 de mayo pasado y debía haber permanecido mucho más tiempo en las salas por la gran cantidad de visitantes que la pudieron ver. Se convirtió en todo un acontecimiento artístico de la capital, sin olvidar la enorme recepción crítica que también tuvo. Esta muestra estaba comisariada por un reconocido antropólogo e historiador del arte belga, François Neyt, y por el crítico y teórico del arte español, Sergio Rubira. Pienso que este potente comisariado, con verdaderos fundamentos antropológicos e históricos, ha permitido seleccionar y situar rigurosamente las funciones y significados de las piezas seleccionadas desde una visión artística actual. Su presentación, muy bien articulada a través de 300 piezas (un tercio de la colección por lo visto), datadas desde el siglo VI antes de Cristo hasta finales del siglo XIX y comienzos del XX, se centra en las representaciones de la cabeza en el África Central y Occidental. Como complemento, se presentan también muchos documentos y libros que, colocados en los distintos espacios expositivos, nos permiten situar muy bien los contextos de las piezas que estamos contemplando. Solo falta al comienzo del recorrido un gran mapa de África para situar tantos países y tantas culturas. Y yo destacaría especialmente también el complemento de las dos películas que acompañan la exposición en una sala anexa y de las que apenas se ha hablado desde la crítica. Son dos documentales que ejercen una función ilustrativa y, al tiempo, una crítica muy oportuna del colonialismo.

La exposición está organizada en tres secciones: Nigeria y Camerún, África Occidental y África Central, con la enorme diversidad de grupos étnicos que vivieron en esos ámbitos geográficos. En ella aunque nos muestra piezas escultóricas de formato medio o pequeño, cuerpos enteros o partes, hechos en distintos soportes materiales (madera, piedra, fibras vegetales, terracota o bronce), la cabeza es el elemento central. También podemos ver muchas máscaras porque la utilización de máscaras, concretamente, es fundamental en los rituales de iniciación, siendo utilizadas sobre todo por hombres pero también por mujeres. En muchas de esas piezas lo femenino va asociado a la maternidad y en el caso concreto de las “muñecas de fertilidad” las llevaban las mujeres desde pequeñas hasta que eran madres. También pudimos ver rasgos de animales usados para fijar identidades y funciones en grupos humanos como cuernos de antílope, cabezas de ave con plumas o cabezas de toro. También destacan en la muestra los pequeños altares, las miniaturas que se pueden transportar y una selección de peines y peinetas que ayudan a documentar una tradición social y estética. Ciertamente, ante estas importantes piezas, se preguntará más de un visitante si estamos ante el “arte africano o si estas figuras constituyen obras de arte o si son arte en una palabra. La verdad es que no se puede hablar, a pesar de su relevancia expresiva, de arte. Porque en el contexto de esas culturas y tradiciones africanas no se podía hablar de arte ni calificarlas como “arte africano”. Si plasman, de acuerdo con el crítico de arte José Jiménez, la enorme diversidad de tradiciones de “representación sensible” que forman parte del gran patrimonio cultural de la humanidad (El Cultural, 24/03/2023).

En la FUNDACIÓN MAPFRE, formando parte del Festival PHOTOESPAÑA 2023, se puede ver (del 1 de junio al 27 de agosto) la importantísima exposición Louis Stettner, que, para mí y para otros conocidos, ha sido un maravilloso descubrimiento.

No tenía ninguna referencia de este magnífico y destacado fotógrafo. Louis Stettner (Nueva York, 1922-París, 2016) se formó en la escuela neoyorkina de la Photo League, donde aprendió con Sid Grossman y coincidió con Weegee, quién llegaría a ser un gran amigo suyo. En París conoció a Brassaï que se convirtió en su mentor. Sin embargo, a pesar de estar plenamente inmerso en el debate de la fotografía histórica durante buena parte del siglo pasado, su obra no fue reconocida como debía en su momento, quizá por no estar adscrita a un estilo determinado. En relación a esto último, a una pregunta mía a la comisaria, Rally Martin Katz, en la rueda de prensa, ella completó lo que a mí me parecía incompleto del dossier. Stettner quedó postergado porque su punto de vista era marxista y su obra una auténtica obra de denuncia social. Este fotógrafo, muy íntegro, se opuso a la guerra de Vietnam y apoyó el movimiento de los Panteras Negras, y además, no denunció a nadie en la “caza de brujas”. Fue un fotógrafo siempre entregado y comprometido con la clase obrera y visitaba las fábricas en todo el mundo. Todo esto lo aclaró muy bien la comisaria que ha hecho un buen trabajo de investigación que se refleja muy bien en el estupendo montaje de la exposición. Por desgracia, en las ruedas de prensa, la mayoría de las preguntas son naderías que, en este caso, se dedicaron a la otra artista rusa que vive en Miami, autora de la otra exposición de Mapfre. Esta artista se pasó la rueda de prensa mirando su móvil con una falta de respeto total hacia sus compañeras y hacia el público presente en la sala. Sin embargo, la mayoría de las preguntas tontas se dirigieron hacia ella. Por último, el artista murió en París el 13 de octubre de 2016 tras el cierre de la exposición Ici ailleurs en el Pompidou.

La exposición de Stettner se compone de ciento noventa fotografías que recorren toda su trayectoria, y que “pretenden paliar el desconocimiento y acercar al artista al gran público, así como celebrar el trabajo de un autor cuya fotografía capturó la poesía de la vida cotidiana”. Esta muestra constituye la mayor retrospectiva que se ha realizado hasta la fecha del fotógrafo estadounidense, y es, además, la primera vez que su obra se presenta en España. Organizada de forma cronológica, incluye algunas imágenes inéditas, así como parte de su obra en color, casi desconocida hasta ahora. Recomiendo vivamente ver, además de sus libros de fotografía, el video del final de la exposición. Stettner se mantuvo a caballo entre París y Nueva York, sin vincularse nunca a una de las dos ciudades en detrimento de la otra. Así permaneció enraizado en dos mundos en una época en la que la mayoría de los fotógrafos se relacionaban solo con uno de ellos.

La experiencia de Stettner como fotógrafo en la Segunda Guerra Mundial condicionó intensamente su concepción de la vida, tan presente en toda su fotografía. Mantuvo una gran confianza en el ser humano, influido también por sus lecturas literarias y filosóficas (Platón, Kart Marx y Walt Whitman, fundamentalmente) y por su relación, a través de la Photo League, con fotógrafos como Sid Grossman o Weegee, que le trasmitieron la importancia de la fotografía como instrumento de cambio social. La obra de Stettner nos ofrece, en definitiva, “una vibrante celebración de la vida, de la valentía del hombre para afrontar con plenitud las adversidades y las bondades de la existencia”.

Su obra abarca multitud de temas desde entornos urbanos casi vacíos hasta bulliciosas escenas del metro, la rutina de trabajadores y obreros durante su jornada laboral o los paisajes montañosos del macizo francés de los Alpilles, ya en su última época.



TEATRO Y DANZA

En la sala Max Aub de Las Naves del Español se ha presentado, desde el 24 de mayo y hasta el 4 de junio, un muy interesante espectáculo, EUROPA, en el que se funden teatro y danza. Como se sabe la intervención de dramaturgos en espectáculos de danza suele darles a estos un plus añadido si se deja, claro está, respirar a la danza. Pero mezclar danza y teatro es también uno de los trabajos más arriesgados, cruzar el sentido del equilibrio sin que desfallezca el ritmo del montaje, que se pueden llevar a cabo en un escenario. En este caso, han colaborado dos personalidades importantes y con gran experiencia de ambos mundos: el coreógrafo Sharon Fridman (Pardes Hanna, Israel, 1989) y el dramaturgo Luis Luque (Madrid, 1973), que nos cuentan el mito del rapto de Europa como homenaje al “paradigma de luz y sombras que es Europa”. Como le contaba Luis Luque a “El Cultural” (19/05/2023): “Europa nace como un pensamiento acerca de la figura de Juana de Arco y el lugar icónico que ocupa la heroína europea. A partir de esa exploración entramos en el mito de Europa, princesa fenicia raptada por Zeus convertido en un toro blanco. Nos interesó la figura de la mujer que es secuestrada. El acto comienza con un acto violento frente a la mujer”. Europa es así, fundamentalmente, un poema sonoro y visual ya que se dirige directamente a los sentidos. Un espectáculo, pues, que parte de elogiar la belleza que domina el escenario desde el comienzo en medio de la bruma para alcanzar luego una reflexión sobre la violencia, la soledad, la tristeza, la solidaridad o la pérdida. La historia de una mujer que ha sido llevada a la fuerza, como un objeto, de su espacio a otro territorio, a una vida no elegida.

En esta obra se nota, ante todo, que Luis Luque que, además, es programador y director adjunto del Teatro Español, tiene especial interés por obras del gran repertorio atravesadas por la mirada contemporánea como complemento a la precariedad que vive la danza. “En el teatro, seguimos queriendo reflejarnos en los grandes textos, pero contemplarnos con una imagen renovada. El teatro también ha construido la historia de lo que somos. Hay deseo de saber, de conocernos. Respecto a la danza, diría que le hace falta admiración, recursos y teatros abiertos. Y le sobra sacrificio”. Piensa que el teatro vive en estos momentos en constante evolución y que el público pospandemia ya no es el mismo y que hay un público que ya no ha vuelto. En estos momentos, se está celebrando, desde 13 de mayo hasta el 11 de junio, el 38º Festival de Madrid en Danza, y en la sala Cuarta pared (23 de mayo) hemos podido asistir al último e interesante espectáculo, 1953, de la veterana compañía Provisional Danza Carmen Werner. Pero volviendo a Luque: “En Europa quería experimentar cómo es ceder el espacio que normalmente ocupas tú”. La puesta en escena la lleva a cabo la ya conocida creadora de espacios escénicos Mónica Boromello que lo monta con varias capas superpuestas que, según Fridman y Luque, y estoy de acuerdo en esto, es “muy conceptual y minimalista, donde la luz tiene un carácter tecnológico y el sonido y el movimiento funcionan como claros signos poéticos”. En ese espacio, con la iluminación con muchos láseres de Felipe Ramos y la envolvente música de Luís Miguel Cobo, se mueven, morosamente, los bailarines con el vestuario de Raúl Marina. Un buen ejercicio dancístico a cargo de Anne Benedicto, Joan Ferré, Cristián González, Julia Kayser, Melania Olcina y Beatriz de Paz, que fue muy aplaudido al final.

En el Teatro Quique San Francisco, el Teatro Galileo de antes, hemos podido ver, hasta el 11 de junio, Cucaracha con paisaje de fondo, una obra con texto y dirección de Javier Ballesteros, también su único intérprete masculino. Una comedia negra ligera, un auténtico soplo de aire fresco en una cartelera teatro madrileña preñada de muchas naderías, sean tópicos comerciales o panfletarios. Porque se ha producido una avalancha tal de obras de teatro y de danza, igual que de otros productos culturales como libros, exposiciones o conciertos, que me pregunto quién puede disponer de ese tiempo necesario para ver y/o leer, y digerir, no digamos en serio reflexionar. Esta obra que estoy comentando se ha abierto paso por el boca oreja porque la sala estaba llena, sin duda por su calidad. Se ha repuesto aquí en esta sala donde se había estrenado y muchos la verdad, a pesar de ser asiduos del teatro, es que ni nos enteramos precisamente porque unas obras compiten aceleradamente con otras y las expulsan como las novedades en las mesas de las librerías. Esta ha tenido la fortuna de ser premiada con dos Premios Max 2023: al mejor autor revelación y al mejor espectáculo revelación. También agotó, en mayo pasado, las entradas en el Festival Plataforma que el Teatro Español dedica a las compañías emergentes. ¡Enhorabuena por la iniciativa en la gestión del Teatro Español y que siga adelante para hacernos visibles a tantas compañías que se mueren de risa porque nadie se acuerda de ellas! El mundo del teatro y el de la danza están sufriendo lo indecible por la falta de ayudas, especialmente desde la pandemia; y ya es hora de que las Instituciones a las que corresponde tal tarea político-cultural se ocupen a fondo de estos mundos abandonados a su suerte.

Esta obra es, en una cartelera que sigue dando protagonismo a los repartos masculinos, aunque cada vez aparecen más compañías femeninas, de la compañía “Mujer en obras”. Esta compañía la forman June Velayos, Matilde Gimeno, Virginia de la Cruz, Laura Barceló y Eva Chocrón. Hacen un gran trabajo interpretativo como un auténtico coro de mujeres yermas dentro de las convenciones de la tragedia griega. El director-intérprete las orienta pero las deja que hacer en este homenaje a la tragedia de Lorca. Desde luego se nota que el autor es muy leído en teatro y literatura desde los griegos a Shakespeare, pasando por la mejor comedia española y también los contemporáneos, además de otras disciplinas incluidas las plásticas. Esta ingeniosa pieza al hacerla en verso, con partes en prosa, adquiere mucha originalidad y, aunque alguna vez tropiece, una rara fluidez. El autor abarca temas como la infertilidad ligada al deseo de un hijo, la muerte, el amor, el sexo, la libertad, los límites de la medicina, y el egoísmo humano. El tema trata de la infertilidad de estas mujeres con posibles que acuden a una clínica elitista. En la obra analiza muy bien y cuestiona con sarcasmo el sentir de la maternidad y la descendencia en nuestra nutrida sociedad occidental. El juramento hipocrático es el mantra repetido y transgredido cínicamente por el poco escrupuloso doctor propietario de esa clínica- balneario, con enfermeras de batas blancas y bañistas con albornoces inmaculados que hacen la cura de aguas. Turbiedad y corrupción afloran en ese lugar aparentemente tan limpio y saludable El autor caricaturiza muy bien ese medio de imposturas y pelucas, empezando por la del doctor Federico. Estamos ante una obra sumamente divertida con peripecias rápidas y giros continuos que mantienen la atención del espectador.

CINE. PELICULAS

En esta primavera cultural madrileña, quiero destacar, especialmente, la última película, Los osos no existen (No bears), de Jafar Panahi (Miyaneh, Irán). Este director iraní fue detenido en 2009 por manifestarse contra el régimen y se le prohibió trabajar en 2010. En julio pasado entró en prisión por participar en otra manifestación contra el gobierno de su país. Esta película que reseño se completó poco antes de que el director fuera encarcelado con una condena de seis años. Nos llega pocas semanas después de su primera salida de su país en 15 años tras el levanta4miento de su condena. Panahi es productor, guionista, director y protagonista de esta cinta que cerró la sección a competición oficial en la Mostra de Venecia 2022, donde fue Premio Especial del Jurado. Esta extraordinaria película es la culminación de todo el cine que Panahi ha realizado desde que fue condenado a no hacer cine pero que no le ha impedido hacer cine desde la clandestinidad. Ha habido muchas manifestaciones a favor de su libertad en distintas ocasiones de la misma forma que él apoyó a otros directores también represaliados. Con su última huelga de hambre logró que le liberaran. Hay que recordar sus películas anteriores: El espejo (1997), El Círculo (2000), Esto no es una película (2011), Taxi Teherán (2015), Tres caras (2018). Hay que alabar, además de que desde su difícil posición haya logrado hacer películas muy interesantes y con gran sentido del humor, que nunca se ha hecho la víctima. Ni siquiera en ésta en la que lleva a cabo un lúcido cuestionamiento sobre la responsabilidad moral que implica crear imágenes en un contexto en el que el artista quiere que la realidad cuadre en su sistema de valores y, al mismo tiempo, siente que la realidad lo desborda y no puede con ella.

En esta magnífica película se cuentan dos historias de amor, las dos imposibles, con lo que estamos ante una tragedia. En una historia, un director de cine encarnado por el propio Panahi, que ha ido a una aldea de la frontera de irán con Turquía, rueda un documental desde la distancia y da las órdenes a sus colaboradores via Internet. El tema versa sobre una pareja que quiere marchar del país y que no lo logra por una serie de razones amorosas-burocráticas: el director quiere también ser fiel a esa realidad de los que quieren huir. El otro relato se sitúa en un pueblo en la frontera turco-iraní en el que el director se ve recluido e interpelado continuamente por las tradiciones aldeanas. El nexo de conexión de las dos historias es el propio cineasta que es testigo de lo que ocurre a su alrededor y de lo que sucede lejos en Teherán. Toda la película discurre en la pantalla y fuera de ella para lo que construye un laberinto de espejos con él como protagonista A través de su película muestra algunas analogías entre el Irán cosmopolita y el mundo rural, entre la represión política en la ciudad y el juicio público en el pueblo, entre la persecución de los artistas y la persecución de los contrabandistas en la frontera, entre el fundamentalismo del gobierno y las leyes atávicas y las costumbres ancestrales. Destaca en este caso la reflexión metatextual sobre unas vidas destrozadas por las reglas establecidas tanto en lo local como en el gobierno del país que van ligadas y que en sus películas son claramente criticadas. Panahi intenta de nuevo fabular sobre lo real a través de un cine entendido políticamente como espacio de libertad frente a la represión exterior. Nadie debería perderse esta película genial, y, al tiempo, tan esperanzadora, sobre como, en medio de una terrible represión, se puede seguir siendo tan libre viviendo y creando. Cine y vida no pueden separarse en Panahi.

-En la magnífica sala del Cine Estudio Círculo de Bellas Artes he podido ver esta gran película, Toro salvaje (Raging Bull, Estados Unidos, 1981), del ya reconocido director Martin Scorsese (New York, 1942). Este nuevo máster, aprobado por su director, y por su montadora, Thelma Schoonmaker, se creó en resolución 4k en un escáner Lasergraphics Director a partir del negativo original de cámara en 35 mm. La banda sonora original en surround 2.0 se remasterizó a partir del soporte magnético de tres pistas en 35 mm. Porque “Scorsese es (junto con Godard) uno de los pocos directores que posee un gusto sensual por el material fílmico, que se desborda en una abstracción y que lo lleva a experimentar con el material fílmico en blanco y negro y Super 8. El metraje seudoamateur perturba la película y, a través de raros momentos de felicidad familiar, rompe el tejido heterogéneo de la película, como en un cuadro de Rauschenberg o en una composición atonal” (Pascal Bonitzer, Cahiers du cinéma, 1981). Sin duda, una de las colaboraciones más celebradas entre De Niro, que borda su difícil papel para el que tuvo que engordar muchos kilos, y Scorsese que filma una de sus mejores películas. No hay que olvidar que el guión es de Paul Schrader que se inspira en distintos momentos de la carrera y la vida del muy extravagante campeón de boxeo de pesos medios Jake La Motta. De origen humilde, La Motta, combatió con grandes boxeadores como Sugar Robinson y Cerdan. Fue un púgil muy autodestructivo, un tipo paranoico dividido entre el deseo de salvación personal y la condenación. Esta película llena de violencia de género por celos enfermizos, en medio de violencias de todo tipo, ya que La Motta era un maltratador de mujeres, ¿podría rodarse hoy?

Antes del rodaje de esta película Scorsese estaba hospitalizado y con una salud en mínimos por el abuso de cocaína, y muy deprimido por el fracaso de su musical New York, New York (1978), y por su matrimonio roto. Lo más parecido a un boxeador noqueado. Entonces su amigo Robert de Niro le sacó del hospital y le propuso la historia de un personaje que se parecía a él. Le trajo un guión que había pasado por varias manos a partir de la mala autobiografía de un boxeador. Les atraía el lado autodestructivo del personaje, su carácter primario muy violento propicio para un melodrama. Rodaron, con ayuda de Michael Chapman, en blanco y negro, en un tiempo en que ya nadie lo hacía para acentuar su carácter épico y su potencia lírica. La historia era la de un italiamericano nacido en el Bronx que en la década de los 40 había sido campeón de los pesos medios y se había hecho millonario. Esto le permitió en los 60 ser un importante “schowman”, pero acabó en la cárcel por corromper moralmente a una menor. El personaje de su hermano, que es su representante, está muy bien interpretado por Joe Pesci. Estamos ante una magnífica película sobre violencia, culpa y expiación, que dividió mucho a la crítica y que no tuvo mucho éxito. Pero ninguna película, ejemplo de cine “posclásico”, autoral, transformó el género como ésta, el séptimo largo del director y una de las mejores películas de boxeo de esa década. Es imposible olvidar sus insólitos efectos de sonido como el del cuerpo al caer, o la fuerte visión de la sangre goteando por las cuerdas, o de la esponja ennegrecida. Scorsese logró meter la cámara dentro del ring y ocupar el espacio del púgil golpeado y siendo golpeado, acciones que alargaron el rodaje ocho semanas más de lo previsto.



MÚSICA. CICLOS: UNIVERSO BARROCO DEL CDNM

En este ciclo hemos tenido la fortuna, el 7 de mayo de 2023, de escuchar, en la sala Sinfónica del Auditorio Nacional, HOMENAJE A LA TIERRA. Tempestades, tormentas, y fiestas marinas en el Barroco europeo (1700-1764), a cargo del grupo Le Concert des Nations, dirigido por el gran Jordi Savall (Barcelona, 1941). Savall va a cumplir, en agosto, 82 años, pero muestra en todo momento una vitalidad envidiable y una admirable compostura. Han pasado casi 50 años del concierto inaugural de Hesperion XXI, el primero de los tres conjuntos que ha fundado especializados en música antigua. Este musicólogo catalán, además de director de orquesta y violagambista, ha logrado construir un catálogo que abarca más de cinco siglos. La revolución interpretativa en la música barroca que él ha liderado ha contagiado a otros ámbitos desde el Medievo al Romanticismo. Es decir, lo que hoy se conoce como “interpretación históricamente informada” que busca recuperar el sonido original de una determinada época. Savall ha sabido aprovechar las posibilidades que le ha ofrecido la industria discográfica (EMI), pasando por “Todas las mañanas del mundo” que le hizo internacionalmente famoso hasta fundar su propio sello, Alia Vox, que ahora cumple 25 años. A lo largo de más de 150 grabaciones de una rigurosa calidad de sonido ha demostrado su total compromiso musical. Y de honestidad política como cuando en 2014 rechazó el Premio Nacional de Música protestando contra las políticas culturales de Mariano Rajoy. Hoy, sin embargo, sí se siente apoyado por el Gobierno para proteger e impulsar a los jóvenes talentos y lo aceptaría.

En este último concierto en Madrid, después de su giro romántico, ha diseñado un magnífico programa en homenaje a la tierra con un variado repertorio de obras del barroco de importantes compositores como Rebel, Marais, Telemann y Rameau. Como se señala en el programa de mano del concierto: “A lo largo del siglo XVIII, los músicos europeos, sobre todo los franceses, se especializaron en el arte de pintar en música”. Este concierto va, pues, de “pintores” musicales. De Jean –Féry REBEL (1666-1747), la orquesta tocó los “127 compases del caos de la naturaleza” de Les éléments (1737). Un verdadero poema sinfónico que el compositor tituló Les elements, symphonie nouvelle en la que trataba de unir a la idea de la confusión de los elementos la de laconfusión de las armonías. Después de una disonancia se escucha el acorde perfecto. De Marin MARAIS (1656-1728) tocaron las danzas de los “matelots” de De Alcione (1706). El compositor compuso otras tres tragedias, pero ésta obtuvo un éxito rotundo. Fue, por cierto, muy aplaudida esa noche. De Georg Philipp TELEMANN (1681-1767), los músicos tocaron Wassermusic, Hamburger Ebb`und Flut, TWW 55:C3 (1723), música de exuberante vitalidad rítmica. Con esta “música acuática” evoca magistralmente todo el misterio de las antiguas mitologías del mundo acuático. De Jean –Philippe RAMEAU (1683-1764), nos tocaron Orages et tonnerres (1735-1749). Con esta música de “tempestades y tormentas”, Savall, además de hacer un sentido homenaje a la Tierra, nos ayuda a prevenir el peligro del cambio climático. Savall llenó de nuevo el auditorio y fue muy aplaudido por un público en todo momento entregado.



MÚSICA. CICLOS: LA FILARMÓNICA

Este ciclo desde luego ha tenido un gran éxito con los dos conciertos de Teodor Currentzis (Atenas, 1972), y su grupo Música Aeterna. El director fundó esta orquesta hace ya años en la ciudad rusa de Novosibirsk donde se afincó y dónde era titular de la Ópera y el Ballet en 2004. A la singularidad del maestro ya maduro, muy pagado de sí mismo por cierto y que no se pone límites, se añade la buena compenetración con la orquesta que sigue muy fielmente su batuta. Curiosamente, dirige mucho con partitura aunque debe saberse el programa de memoria. En el primer concierto (17 de mayo), tocaron, en la primera parte, las Metamorfosis (1945) de Richard Strauss, subtitulada “Estudio para 23 cuerdas solistas”, una pieza compuesta entre marzo y abril de 1945, a partir del dolor del compositor por la destrucción de la antigua Ópera de Munich por un bombardeo. Se presentan como “un largo adagio estructurado como un arco de vastas proporciones” (programa de mano). Una de las partes de la obra tiene intensas reminiscencias de la “Marcha fúnebre” de la “Sinfonía Heroica” de Beethoven. Sus tres partes fueron tocadas, en un ambiente de máxima concentración y silencio, que favorece el director, hasta el final de la pieza, compás a compás a compás, en una exposición lenta y milimetrada. En cada una de las partes cada grupo de cuerdas recibe un tratamiento diferenciado. En la segunda parte, tocaron la Sinfonía núm 6, “Patética”, de Chaikovski. No hay que olvidar que esta pieza tuvo críticas, e incluso insultos, desde el principio, pero para el compositor es su mejor obra y, sobre todo, la más sincera. Poco después de su estreno en 1893, que provocó divino de opiniones en el público, moría. El 4º movimiento es un auténtico adiós. Algunos musicólogos han visto su testamento.

El segundo concierto (18 de mayo) se dedicó a la Novena Sinfonía en Re Mayor (1909-1910) de Gustav Mahler en la que se nos vuelve a hablar de la muerte: incluso algunos la han bautizado como un réquiem porque es la última obra acabada del compositor y por qué está inspirada en la proximidad de la muerte o por otros motivos más o menos comerciales (incluso se la ha considerado el réquiem del posromanticismo). En ella, Mahler reflexiona ciertamente sobre la muerte pero también sobre su propia vida ya que hace un repaso a su existencia como creador y a otras obras suyas anteriores. “El Canto de la tierra”, la “Sinfonía número 10” y ésta sinfonía novena conforman, según algunos, la que ha sido llamada la “Trilogía de la despedida” ya que fueron escritas en el mismo periodo e incluso la creación de sus partes se entrecruza. Durante su composición, el compositor está en su peor época ya que está enfermo del corazón y hundido por la muerte de su hija, también por la cruel campaña de prensa que ha sufrido (ha tenido que dimitir como director de la Ópera de Viena) y con su matrimonio también en un difícil momento. Todo ello explica esta obra sobrecogedora que nos mantiene en vilo todo el tiempo desde su intenso e inmenso primer movimiento (“andante cómodo”), pasando por el contrastado segundo movimiento y por los dos movimientos intermedios, por un Ländler y un corrosivo Scherzo, hasta finalizar con el Andante conclusivo que se nutre de una muerte anunciada. Currentzis, con la mayoría de los músicos tocando de pie, supo mantener al público en silencio hasta el final de los dos conciertos. Un gran éxito y un público fervorosamente entregado. Las propinas sobraban después de esta intensa noche solo perturbada por dos móviles.