Trasversales
Carlos Pereda

Tendencias de fondo de la economía española: crecimiento lento y mal repartido

Revista Trasversales número 62 abril 2023


Carlos Pereda es activista de Invisibles de Tetuán y sociólogo

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Los medios de comunicación recogen a diario los vaivenes de la inflación, el empleo, las cotizaciones de bolsa, etc. Sin embargo, pocas veces se ofrece una visión de conjunto de las tendencias globales de la economía. Si nos ceñimos a la evolución experimentada en la última generación, desde hace 30 años, el crecimiento ha sido discreto y su reparto muy desigual, con una minoría cada vez más rica, unas clases medias estancadas y la cuarta parte de la población en riesgo de exclusión. Las políticas sociales (pensiones, sanidad, educación, etc.) han contribuido a restañar algunas heridas pero sin eliminar los desequilibrios de fondo, con significativas diferencias dependiendo del color político de los gobiernos de turno.

El Banco Mundial recoge la evolución de la renta por países en “paridad de poder adquisitivo” para hacer comparables los resultados. Pues bien, España ha incrementado la renta por persona un 34% entre 1994 y 2021. Un crecimiento por debajo de la UE-27 (50%), de América del Norte (49%) y de la media mundial (74%). Aunque las diferencias de partida son muy grandes, nos situamos detrás de África subsahariana (40%), de los Países Árabes (38%) y de América Latina (37%), y a años luz de Asia Oriental y Meridional que han crecido por encima del 200%. Una cura de humildad para España, cada vez con menos peso en el concierto internacional.

El valor de mercado de las empresas españolas se ha multiplicado por ocho en la última generación, pasando de 0,5 a 3,9 billones de euros constantes entre 1994 y 2021 (Contabilidad Nacional de España), mientras el salario medio se ha estancado entre dichos años algo por encima de los 20.000 euros anuales (Estadística de Salarios de la Agencia Tributaria). Cabe destacar que durante las dos legislaturas de Mariano Rajoy (2011-2018) el salario medio bajó un 3%, mientras en los tres primeros años de la coalición de izquierdas (2018-2021) ha crecido un 5%. Por su parte, el capital accionarial creció un 41% en los siete años de Rajoy y un 11% en los tres primeros del gobierno de coalición.

La polarización de la riqueza en las dos últimas décadas se ha extremado entre el 10% de hogares más ricos, que han incrementado su patrimonio medio un 66%, y el 25% de hogares más pobres, que han perdido un 101% y registran desde 2014 un patrimonio medio negativo (mayor volumen de deudas que de activos), con los consiguientes efectos de precariedad, inseguridad y endeudamiento (Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España). Los peores resultados se dieron en el período 2011-2014, que corresponde con la primera legislatura de Mariano Rajoy, cuyas políticas económicas provocaron una pérdida del 37% del valor patrimonial de la mitad más pobre del país, seis veces más que la caída sufrida por la mitad más rica (-6%). A destacar también que entre 2017 y 2021 no se amplió la polarización de la riqueza a pesar de la Covid-19, lo que probablemente se debe a las políticas económicas adoptadas para afrontar la crisis (ERTES y Ayudas a autónomos principalmente, ya que la otra medida prevista para los hogares más pobres, el Ingreso Mínimo Vital, ha frustrado hasta ahora las expectativas previstas).

Después de la segunda guerra mundial los países europeos (España con más retraso debido a la autarquía franquista) redujeron significativamente la desigualdad gracias a un reparto más equilibrado de las rentas del trabajo y el capital, con negociación colectiva, “salarios mínimos” y un amplio sistema de prestaciones sociales, financiadas por tipos impositivos altos y progresivos. Un proceso que se ha visto frenado por la ola neoliberal de las últimas décadas que persigue mercantilizar los derechos sociales abriendo nuevos nichos de negocio en la sanidad, la educación, las pensiones y los servicios públicos en general. En este año de procesos electorales convendría recordar que fortalecer las políticas públicas es decisivo para redistribuir la renta y la riqueza, lo que casa mejor con propuestas de gobierno que defiendan una democracia efectiva y una economía más compartida.

10 de abril de 2023