Trasversales
Christopher Ford

El movimiento laborista debe ayudar a Ucrania para que gane la guerra


Revista Trasversales, número 61, enero 2023 web

Christopher Ford es organizador de Ukraine Solidarity Campaign

https://ukrainesolidaritycampaign.org/2023/01/07/labour-must-help-ukraine-win-the-war/


Poco falta para que haya transcurrido un año desde que Rusia lanzó la genocida guerra sin cuartel e invasión de Ucrania el 24/2/2022. Este nuevo año nos brinda un punto de observación para considerar lo que ha sucedido y cuál debe ser nuestra estrategia de aquí en adelante. Pues bien, tal estrategia debe incluir que el movimiento laborista haga todo lo que esté a su alcance para ayudar a Ucrania a ganar la guerra, tanto en el frente militar como en el frente social.

En el último año hemos sido testigos del coraje de la resistencia ucraniana contra una superpotencia nuclear que cuenta con más tropas, más armas y más recursos. Contra viento y marea, y desoyendo el consejo de Washington de evacuar al gobierno, la población se unió para reforzar una resistencia que defendió con éxito su capital, Kiev, y su segunda ciudad, Járkov. Reforzadas con miles de voluntarios y aprovechando al máximo la ayuda recibida, las fuerzas armadas ucranianas liberaron la región de Járkov y Jersón. Han brindado a la historia otro ejemplo de que un pueblo empoderado por la idea de la libertad puede derrotar a los ejércitos más fuertes del mundo.

En total, 1888 núcleos de población han sido liberados, pero esto aún no es una victoria, Rusia todavía ocupa casi la misma cantidad de pueblos y ciudades. La sociedad ucraniana conocenel precio de la ocupación: la próspera ciudad de Mariupol fue destruida y 25.000 personas fueron asesinadas en ella, las áreas liberadas solo ponen al descubierto fosas comunes y horribles crímenes de guerra por parte de las fuerzas rusas. Conscientes de esta realidad, la población ucraniana está decidida a liberar a todo su país y a continuar su lucha.

Sin embargo, a pesar de los fracasos sucesivos de los objetivos estratégicos rusos por mucho que sus bombardeos con misiles contra la red energética traten de maximizar el sufrimiento de la población civil, la idea de que Ucrania pueda vencer ha sido cuestionada desde un amplio espectro de opinadores, desde militares y funcionarios políticos estadounidenses hasta los cantos de sirena del socialismo sectario empeñado en que es hora de negociar e incluso de cambiar "tierra por paz".

Nuestra solidaridad debe incluir el abogar por la victoria de Ucrania, como se deriva de la consideración de dos componentes de la guerra actual.

La primera es que Ucrania es una nación históricamente oprimida cuya lucha es tan legítima como la de aquellas colonias que lucharon contra los imperios en el siglo XX. Subyugada por el zarismo ruso durante más de dos siglos y medio, Ucrania fue objeto de explotación económica y opresión nacional, así como una colonia para las políticas rusificadoras de las clases dominantes del Imperio ruso. Pero durante breves períodos esto siguió ocurriendo, bajo nuevas formas, en la URSS, donde millones de ucranianos perdieron la vida a manos del Kremlin o de las potencias rivales.

El hecho de que esta historia no sea totallmente apreciada por el movimiento laborista se explica por la influencia del estalinismo pero también, en particular, por una incesante campaña de desinformación del Kremlin, particularmente desde Euromaidán en 2014. Las ideas que surgieron en la era zarista y a las que se adhirieron los gobernantes de Rusia se han infiltrado en secciones de nuestro movimiento, con la ayuda de instrumentos como Russia Today y Morning Star. De forma muy especial se han infiltrado los bulos de que históricamente Ucrania es parte de Rusia y de que la idea de una nación ucraniana independiente ha sido fabricada por potencias extranjeras para debilitar a Rusia. Esto ha ido acompañado de las viejas falsedades estalinistas que retratan toda la historia del movimiento ucraniano para obtener mayor libertad como si fuera obra de los reaccionarios.

Es comprensible que Putin se haya aprovechado del apoyo que le ha dado la extrema derecha, pero lo que es espantoso es que sectores de la izquierda se hayan colocado del lado de una élite rusa que ni siquiera finge un camuflaje 'socialista' al actuar como herederos de los zares.

Para fortalecer la solidaridad se necesita una campaña para crear conciencia sobre la verdadera historia de Ucrania. Pero no para justificar el apoyo a la resistencia sobre la base de crímenes pasados sino por que la invasión actual es una continuación de aquella opresión, para reimponer una dominación neocolonial.

El apoyo que la mayoría de nuestro movimiento da a Ucrania desafia los esfuerzos de los sectarios y de partes de la jerarquía sindical es importante, por lo que estos están intentando utilizar la crisis inflacionaria para erosionar el apoyo popular a Ucrania. Este apoyo es una de las razones por las que las democracias occidentales ayudan a Ucrania. Mantener este apoyo popular debería ser uno de los objetivos del movimiento laborista y apunta hacia la segunda razón que tenemos para ayudar a Ucrania a ganar.

La guerra de Rusia contra Ucrania es una expresión de un ataque más amplio a la democracia que se está produciendo en todo el mundo.

Vemos el crecimiento de tendencias autoritarias que, si no encuentran resistencia, pueden acelerarse en el contexto del cambio climático y la nueva crisis capitalista. El análisis de la situación actual debe tener en cuenta el hecho de que ya estamos viviendo en un nuevo período histórico. Vemos una espiral de rivalidades entre estados, de racismo estatal, de degradación de las instituciones internacionales, de autoritarismo creciente. Estas características de esta sociedad cada vez más deshumanizada se encuentran entre los rasgos característicos carácter de esta nueva fase. Lo resumió el dictador chino Xi Jinping cuando dijo que "las democracias no pueden sostenerse en el siglo XXI, las autocracias dominarán el mundo".

Si Putin gana, eso fortalecerá a las fuerzas reaccionarias a nivel mundial, de forma análoga a lo que ocurrió con la caída de la República española. Pero el éxito de los autoritarios no es más inevitable hoy que lo que lo era en la década de 1930. La guerra en Ucrania es una primera línea de batalla en la lucha contra los nuevos autoritarios, al igual que bloquea que Rusia reafirme su papel como “gendarme de la reacción europea” para impedir el progreso social y democrático en la región.

Entonces, ¿cómo puede el movimiento laborista ayudar a Ucrania a ganar? En primer lugar, es necesario que rompa con cualquier enfoque que no tome partido. Su actitud ante Putin tiene hoy tanta relevancia como pudiera tenerla la crítica que Nye Bevan hizo en 1943 a la hipocresía conservadora: "Hay muchos diputados en la Cámara que no tienen quejas contra el fascismo, excepto cuando es lo suficientemente fuerte como para amenazarles a ellos mismos'.

Es precisa una vigilancia mucho mayor sobre la ayuda a Ucrania y las políticas de reconstrucción. Es vergonzoso que desde enero el Ministerio de Defensa haya vendido 1105 vehículos, incluidos vehículos de combate y ambulancias, en lugar de enviarlos a Ucrania.

La Campaña de Solidaridad con Ucrania ha obtenido información a través del procedimiento de transparencia parlamentaria, confirmando que a partir del mecanismo Defence Review podría darse a Ucrania significativas nuevas ayudas, incluyendo aviones Typhoon y helicópteros Chinook, así como flotas de vehículos de combate para infantería, vehículos de reconocimiento Scimitar y, de manera crucial, tanques de combate Challenger 2. Esto podría ser una gran contribución para ayudar a terminar la guerra antes. ¡El laborismo debe hacer campaña para que se entreguen estas armas a Ucrania!

Pero el movimiento laborista ayudar también en el frente social, la conferencia política se comprometió a apoyar una reconstrucción socialmente progresista que involucre a los sindicatos. En cambio, los Tories están colaborando directamente con la introducción de leyes antisindicales n Ucrania y con una reconstrucción que fomente la apertura de Ucrania a la obtención de ganancias por parte del capital global, con la desregulación de los derechos laborales.

El imperialismo ruso debe pagar por sus crímenes de guerra a través de un nuevo Nuremberg y debe contribuir a la reconstrucción de Ucrania por medio de la incautación de activos suyos. Para esto debemos hacer campaña junto a la Confederación de Sindicatos Libres de Ucrania y ala izquierda democrática en Ucrania.

Estas deben estar entre nuestras prioridades clave en 2023 para ganar la guerra y garantizar una paz genuinamente justa para Ucrania.

7 de enero 2023



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