El conflicto de clase en tiempos de pandemia

La pandemia de Coronavirus ha contribuido a hacer explícitas muchas de las contradicciones que se encontraban más o menos ocultas en el corazón de nuestra sociedad. Una de ellas es la relativa al trabajo, y ese viejo concepto de la "lucha de clases" que ha sido denostado, negado y subestimado durante las últimas décadas por gran parte de la intelectualidad de izquierdas.
Se nos decía que la lucha de clases había "desaparecido", era un rastro informe de otros tiempos, no se correspondía con la realidad de una sociedad de consumo, posmoderna, fulgurante, donde las contradicciones operan solamente sobre los elementos discursivos y narrativos, y no sobre los enfrentamientos de clase centrados en elementos materiales de la vida.
Pero la pandemia de Covid-19 se convirtió muy pronto en la génesis de una gran sacudida sobre la estructura productiva. El confinamiento operó como un elemento desvelador de la importancia relativa del trabajo en una sociedad moderna. De repente, mucha gente pasó a ser consciente de la importancia estratégica esencial de muchas de esas actividades que sustentan nuestro modo de vida, pese a haber sido invisibilizadas por las narraciones del progresismo. Limpiadores y limpiadoras, trabajadores de los supermercados, operarios de los transportes, repartidores, trabajadores industriales que hacen mascarillas en lo más profundo del Gran Parón Colectivo.
Trabajadoras y trabajadores manuales, muchas veces invisibles para las narrativas del cognitariado y la sociedad de clase media. Precarios y precarias de "otro tipo", que no se corresponde con la "precariedad" evanescente de los "divinos aspirantes a intelectuales", jóvenes de clase media que aceptan vivir precariamente mientras tratan de insertarse ade- cuadamente en el seno de la élite intelectual, artística o política. Precarios de la "precariedad permanente", colindante con la pobreza y la exclusión, que pueblan los barrios proletarios, y que, al terminar el confinamiento, se convertirán en los primeros en manifestarse contra los intentos de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de aplicar medidas de segregación clasista en la Comunidad de Madrid.