Trasversales
Luis M. Sáenz

Pedro Pablo, la repetición no tendría perdón

Revista Trasversales número 47 julio 2019

Textos del autor en Trasversales


"¿por qué son siempre los inocentes los que más sufren cuando vosotros, los grandes señores, jugáis al juego de tronos?"

Juego de Tronos, George R. Martin, trad. Cristina Macía

Juego de Tronos II, Canción de hielo y fuego 1, Ed. Gigamesh, p. 245


No soy ingenuo. No pediré al PSOE medidas radicalmente igualitarias y libertarias, es contrario a su naturaleza como partido socialdemócrata sometido al consenso neoliberal aunque intente mitigar algunas de sus peores consecuencias.

No soy ingenuo. No pediré a Podemos que sea el movimiento sociopolítico que pudo ser y no le pediré nada que no se pueda pedir a un partido de "izquierda" jerárquico como los de siempre.

En las elecciones generales del 28 de abril vote a ambos, UP al Congreso, PSOE al Senado. Sin ninguna confianza y por un sólo motivo: evitar lun gobierno de Casado, Rivera y Abascal. Así que no les pido otra cosa: que lo eviten. El resto ya lo exigiremos desde el asociacionismo popular y las luchas sociales, gobierne quien gobierne.

Pedro y Pablo podrían decir "no tenemos ninguna obligación en hacer lo que querría cada votante". En general no, y sería imposible, porque sus votantes queremos cosas diferentes en muchos ámbitos. Pero sí tienen la obligación de no dar una nueva oportunidad a la alianza reaccionaria, porque la necesidad de derrotarla fue el eje de sus campañas electorales y porque Pedro y Pablo, de hecho, pedían el voto explicando por qué el voto a sus respectivos partidos era la mejor garantía de derrotar a la alianza reaccionaria. Así que sí, ahora tienen la obligación política y ética de dar prioridad a que la alianza neoliberal, machista y ultranacionalista no gobierne. Y podría gobernar si se repiten las elecciones,

Así que, desde vuestros domicilios en Pozuelo de Alarcón y Galapagar, dejad de marear la perdiz y recordad un poco vuestros tiempos de Tetuán y Vallecas, con más contacto con el pulso de la gente común. Hay que llegar YA a un acuerdo que permita la investidura de Pedro Sánchez el 23 de julio. Es la única manera de garantizar que no habrá repetición electoral y que no correremos el riesgo de que la alianza reaccionaria, neoliberal, machista y ultranacionalista, obtenga una mayoría que le permita gobernar.

En realidad, en las primeras semanas después del 28 de abril yo les habría pedido que, antes de cualquier especulación sobre la composición del gobierno, se sentasen a explorar qué paquete de medidas sociales y democráticas podrían comprometerse a llevar a cabo. Luego ya hablarían de lo otro. Pero la verdad es que no han tenido el menor interés en hacerlo. Y que han perdido tanto el tiempo que ahora ya lo único que les pido es un compromiso chapucero de cara a la investidura.

Usted, Pedro Sánchez, ha estado perdiendo el tiempo intencionadamente rogando a Casado y Rivera que permitan su investidura para que el gobierno no dependa de ERC. Eso es un disparate, para empezar porque en este país toda la gente que aún vivimos en las zonas populares de Tetuán o en Vallecas sabemos, aunque no tengamos asesores, que ni Casado ni Rivera lo van a hacer, y que no parece muy hábil estar diciendo a ERC, cuyo voto a favor o abstención va a ser necesario, que no se quiere su apoyo sino que se prefiere el de los discipulos de Aznar. Por otra parte, pedir que Casado o Rivera acepten abstenerse es indecoroso y ridículo en quien está donde está porque fue capaz de ganar, afortunadamente, el apoyo a su "no es no" de la base del PSOE, más insumisa de lo que suele pensarse. Es cierto que en caso de repetición electoral es muy probable que su ventaja sobre Podemos se incremente muy notablemente, pero eso sería a costa de correr el riesgo de entregar el gobierno a la peor derecha que hay en España desde 1977. Si la prioridad que en otro momento dio Podemos al proyecto de superar al PSOE fue mediocre, más aún lo sería que la prioridad del PSOE sea... distanciar aún más a Podemos.

Usted, Pablo Iglesias, ha estado perdiendo el tiempo dando vueltas a una idea fija: quiere ministerios y si no se los dan no apoyará la investidura de Sánchez. Con un argumento único: o Podemos tiene ministerios o el PSOE hará una política de derechas. Yo, en realidad no comparto su argumento, ya que creo que el PSOE va a hacer la política que quiera y pueda, ente las presiones populares y las presiones de la alta sociedad y de las instituciones del consenso neoliberal, esté o no esté usted en el gobierno, y que la única manera de influir en esa política va a ser desde el asociacionismo popular y las luchas sociales, para lo que sería más útil un Podemos con capacidad de acuerdos con el PSOE y también con capacidad de oposición que un Podemos atado por una alianza gubernamental. Pero en todo caso hay una cosa evidente: si usted, tras el plebiscito correspondiente para ratificar una propuesta que desde hace meses es la política oficial de Podemos, impide la investidura de Sánchez, todos los escenarios alternativos empujarán al PSOE más a la derecha: o es investido con el apoyo de PP o Cs (no lo veo factible), o hay nuevas elecciones y el PSOE las gana con mucha más ventaja sobre Podemos que la actual o la alianza reaccionaria suma una mayoría que le permita gobernar. Los tres escenarios están mucho más a la derecha que el que surgiría de una investidura de Sánchez con el apoyo necesario de Podemos.

Mi opción preferida habría sido un acuerdo de investidura en torno a un paquete de medidas sociales urgentes compatibles con los programas de PSOE y UP (vivienda, pobreza, igualdad mujeres-hombres, cambio climático, ley mordaza), manteniendo Podemos toda su autonomía para, desde fuera del gobierno, acordar con el PSOE otras políticas y para actuar como oposición siempre que fuera necesario. Pero, llegados a este punto, y si no son capaces de alcanzar un acuerdo, les hago también dos llamamientos unilaterales:

- A usted, Pedro, le pido que deje de manosear el imposible apoyo de Casado o Rivera y que, si la única manera de conseguir los votos de UP es que obtengan algún ministerio déselos, aunque creo que Podemos pagaría un altísimo precio por ello.

- A usted, Pablo, le pido que renuncie a los ministerios, que lo diga ya públicamente y apriete las tuercas a Pedro para poder llegar el 23 de julio con un acuerdo en torno a medidas sociales urgentes, necesarias y realistas, compatibles con los programas de ambos partidos.

Pero sé que no me van a hacer ni caso, entre otras cosas porque carezco de cualquier fuerza para que tenga en cuenta lo que digo. Pero si salen de su ensimismamiento y tratan de pulsar el ritmo social creo que descubrirán que somos muchísimas las personas que votaron a PSOE o/y Podemos que estamos indignadas por su incapacidad para haber alcanzado hace ya semanas un acuerdo de investidura, que estamos aburridas de su retórica limosnera rogando a Casado y Rivera una abstención o a Sánchez unos ministerios, que nos insulta que no estén buscando soluciones a la crisis de la vivienda. Y de esas personas, también somos muchas las que nos pensaríamos mucho el votarles en una repetición electoral, y muchas también las que si consiguen con su actitud devolver a Casado o Rivera o Abascal el gobierno que perdió Rajoy les diremos alto y claro ¡Pedro, Pablo, no os lo perdonaremos nunca! Para siempre. Y dejarían de ser uno de los fundadores de Podemos y el que fue capaz de sostener el "no es no" y pasarán a ser recordados como los que forzaron dos reperticiones electorales y entregaron el gobierno a las peores derechas.

Este tipo de problemas en realidad sólo son la cabeza del iceberg que, de hecho, ya a abierto enormes brechas en el casco de lo que fue la izquierda española. Ese iceberg es la ruptura del vínculo social. Los dirigentes al frente de sus aparatos han perdido el contacto con la calle, con la gente común, viven atados a los prejuicios de las clases privilegiadas, o a construcciones ideológicas académicas e irreales, o a ambas cosas a la vez. La derecha mantiene un vínculo social con los grupos sociales privilegiados. Pero la izquierda, cuando no se ha adaptado a ese mismo vínculo del privilegio, lo que es habitual, sólo tiene vínculos autocentrados en un pequeño mundo de aparatos, camarillas y afines. Y el vínculo social de los partidos con la población sin privilegios ya no puede reconstruirse. Ya sólo queda que la gente común construyamos vínculos directamente entre nosotras, sin intermediarios, que nos asociemos en miles de formas, que nos hagamos fuertes desde nuestra unidad en la diversidad, más allá de que a la hora de votar lo hagamos (o no) con el criterio del mal menor, pero sin ilusiones que paralizan. Quien quiera sumarse a ello que lo haga, sin exclusiones. Pero quien quiera hacerlo como jefe o líder, no encajará.

Por cierto, creo que el final de la serie Juegos de tronos ha sido muy bueno, y viene a cuento decirlo. Porque todos los que han seguido la serie da través de identificaciones con tal o cual poderoso o cabecilla han perdido, a mi entender, el sentido esencial de esta serie de novelas convertidas en serial televisivo. Que es que son siempre los inocentes los que más sufren cuando vosotros, los grandes señores, jugáis al juego de tronos. Por eso todos los señorones que habían guerreado entre sí sin perecer en ello -sobreviven en alto porcentaje pese a la alta mortandad popular en esas gueras- terminan celebrando con una común carcajada la ocurrencia democrática de Sam "Ha llegado el momento de que voten todas las personas" y la contundente respuesta "eso, que voten los caballos también". Aunque si insisten en demostrar que el voto no vale para nada porque siempre deciden los mismos, es posible que hasta los caballos se negasen a votar por mucho que se les insista.