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Angel Rebollar López

Análisis a vuela pluma de los resultados de las primarias socialistas


Revista Trasversales número 40, mayo 2017 web

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Han sido unas primarias, sin duda, muy positivas y ejemplares, para los que entendemos que la participación de las bases es fundamental. Ha sido un triunfo sobre los burócratas del aparato y el del PsoE es muy rancio y estructurado, junto a Felipe González, Zapatero y demás prohombres. También ha hecho frente, con un resultado muy positivo, a los medios de comunicación de la derecha, que apoyaban a Susana Díaz y los afines tradicionalmente a los socialistas, que lo han tratado con desprecio y ninguneo. Si a esos inconvenientes le sumamos la cuña que ha supuesto, el incordio intencionado de la candidatura de Patxi López, que sin ninguna opción y de manera pertinaz ha intentado restar votos a Sánchez con un programa similar, he de reconocer, con Edón Elorza, que el valor del triunfo, en todas las comunidades con la excepción de la vasca y andaluza, tiene unas connotaciones épicas.

Dicho lo anterior, a Sánchez le quedan más batallas que afrontar. Evidentemente no ha ganado la guerra. Sus verdaderos enemigos los tiene dentro del partido, las baronías socialistas acostumbradas a mangonear la organización,no se van a rendir y buscarán la manera de minimizar el triunfo, vengándose por la humillación recibida. Su objetivo será atarle de pies y manos, retorciéndoselas si pueden y para ello van a intentar, en primera instancia, imponerle en el congreso próximo a celebrar unos textos que le marquen una línea estrecha que le imposibilite realizar su programa. La actitud de Susana Díaz, evitando nombrar al ganador y ofreciendo sus propuestas como marco programático, tal si hubiese sido la ganadora aunque con el rictus torcido, no augura un ambiente de paz. Hoy anuncia la convocatoria del congreso andaluz, en que intentará vengarse de la derrota y seguro la seguirán el resto de barones autonómicos. Otras declaraciones como las de Bono, considerando incomprensible el resultado, muestra el rechazo de sus enemigos.

Este marco muestra, claramente, un PsoE dividido y los perdedores, la casta, apostaron fuerte cuando lo creyeron muerto en aquel Comité Confederal, donde de manera impropia lo descabezaron, ante su intención de buscar gobierno con PODEMOS, y estos no perdonan, porque en juego están sus privilegios, tanto orgánicos como personales por medio de las “puertas giratorias”. La campaña fue muy bronca, pensaban que el muerto estaba bien muerto y su resurrección les llevó a emplear armamento pesado, con insultos, ninguneándolo y despreciándolo, como nunca se había vilipendiado a ningún otro candidato en primarias anteriores.

Pedro Sánchez no ha ganado la guerra, es posible que le queden las batallas más complicadas. Hay dos partidos socialistas enfrentados que tienen difícil costura, si no hace una limpieza cortando privilegios y dejando fuera a las viejas glorias, que ya nada tienen de socialistas, y esto no será un trabajo sencillo sin que corra la sangre. No se puede seguir defendiendo el pasado oscuro de González y mucho menos su presente y tampoco la traición de Zapatero en su segundo mandato.

Sánchez se va a encontrar con unos diputados que, en su mayoría faltaron a su compromiso de campaña, ahora han de recomponer la línea sumisa al PP por otra de confrontación, coherente con el programa electoral, esto tampoco será sencillo y no se soluciona con el abandono del dimisionado portavoz traidor Hernando.

Incidencia en el PP

Si algo ha quedado en evidencia fue el apoyo al PP, con la abstención. Los populares han sabido navegar, arrastrando su cada vez más evidente corrupción, sin grandes dificultades, como queda patente con los apoyos recibidos a base de concesiones al pnv, coalición canaria y sobre todo con los incondicionales "falangistas "de Ciudadanos, que cada vez manifiestan con menos decoro su sometimiento a las políticas del PP. Lo único que les diferencia es el discurso sobre la corrupción, y digo el discurso porque en la práctica siguen sustentándolos allí donde les han brindado su apoyo.

Por tanto, al menos por ahora, a los populares, como ya manifestó Rajoy, sólo le va a generar nada más allá de una pequeña incomodidad. Todo dependerá del grado de radicalización con el que Sánchez impregne a unos diputados socialistas, que deben estar bastante desorientados. Estaremos atentos a ver cómo afrontan el tema catalán; la posible moción de censura, hoy por hoy, tal como están las encuestas, también a Sánchez le da miedo, más si sumamos la rebeldía interna de sus oponentes. El otro aspecto, el de la corrupción, dependerá de la evolución que vayan tomando los diversos casos en los tribunales y el desgaste que esas resoluciones le produzcan. Cuanto más tiempo estén en el poder, mayores serán las capacidades de los populares para pervertir esos resultados. Esta deriva, los gestos que hagan para minimizar los costes, podría ser un aliciente para los socialistas, pero la moción de censura la veo complicada, por falta de los apoyos necesarios mientras que el PNV mantenga su línea actual, y pedir la dimisión de Rajoy es un sueño imposible, tan solo cabría que el acorralamiento de los populares les llevara a convocar nuevas elecciones y en ese marco las previsiones no son halagüeñas, las proyecciones son que los posibles votos que abandonen al PP serían aprovechados por el partido de Rivera. Habrá que esperar a ver cómo va oscilando el voto de centro.

Incidencia en Podemos

PODEMOS, sin duda, será el mayor damnificado. Por un lado las próximas encuestas, previsiblemente llevadas por la euforia de los resultados y el proceso de las primarias socialista, darán una ligera subida al PsoE en detrimento de PODEMOS, éstos tienen una base consolidada entorno al 15% pero es previsible que algunos votantes socialistas vuelvan a depositar su confianza en este supuesto nuevo partido socialista. Por otro lado las mociones de censura contra Cifuentes y Rajoy pierden fuerza a pesar del último giro podemita ofreciendo a Sánchez la posibilidad de retirarla si los socialistas presentan la suya, propuesta que sin duda será rechazada, dejando a PODEMOS en la misma situación anterior a la resolución del proceso socialista, pero sin la posibilidad de incidir de la misma manera en las contradicciones del PsoE, con poco margen para debilitarlo y fortalecerse. En definitiva, eliminados los efectos anteriormente descritos, a lo más que puede aspirar PODEMOS es a hacer un buen papel, a la hora de presentar el Programa de Gobierno, para no salir perdiendo.

Evidentemente, a nivel global, hay aspectos positivos que solo podrán concretarse pasado el Congreso del PsoE, hasta entonces reinará la confusión en la izquierda de uno y otro signo, quedando por tanto la pelota y el protagonismo en el tejado socialista. Pasado ese proceso y en función de los resultados podrán retomarse las conversaciones con base y si triunfan las tesis de Sánchez podrían concretarse acciones y objetivos comunes que arrinconasen a Rajoy obligándole a convocar nuevas elecciones antes de que cambien las correlaciones actuales, cuyo resultado, con los datos actuales, será incierto pero estos pueden cambiar. Si la casta socialista impusiese gran parte de sus argumentos en el Congreso, sería un balón de oxigeno para PODEMOS, posicionándose otra vez a la vanguardia del electorado de izquierdas, con los socialistas manteniendo su lucha debilitándose. Pero esto ya es arena de otro costal, la situación es muy incierta lo que sin duda va a suponer un balón de oxígeno para el PP de Rajoy.