Sin lugar a dudas, la izquierda tiene el deber de enfrentarse, con toda su energía e imaginación, a las prácticas de la UE de despolitizar la toma de decisiones políticas [estoy convencido de que muchos otros demócratas europeos, verdes y liberales, que no se consideran parte de la izquierda, también tienen el deber de enfrentar la incompetencia autoritaria de la UE]. La cuestión no es si la izquierda debe entrar en conflicto con el establishment de la UE y sus prácticas al uso. La cuestión es en qué contexto debe llevarse a cabo esta confrontación y dentro de qué marco político general. Tres son las opciones que se ofrecen...

(...)