I. Un contexto global marcado por la crisis de sectores fundamentales del ordenamiento internacional

- La continuidad del estancamiento, el agravamiento de la situación de endeudamiento de los Estados, la esterilidad de las políticas de los bancos centrales de Quantitative Easing (flexibilización cuantitativa), la caída de los mercados de materias primas y la recesión de alguno de las economías emergentes, la aceleración de los factores de colapso ecológico.

- La crisis de las instituciones comunitarias y la incapacidad de enfrentarse a la ausencia de un pueblo europeo. El “nosotros el pueblo europeo” hay que pronunciarlo desde el sur, lo tenemos que proclamar nosotros, si no seremos anegados por las olas reaccionarias, xenófobas y racistas que están inundando el continente (Interparlamentaria de los pueblos del sur).

- El problema de los refugiados afecta a la entraña misma del ser de Europa. Nuestra privilegiada relación con el Papa actual nos hace posible impulsar una iniciativa para obligar a las instituciones comunitarias a revisar los términos de su actual política y en primer lugar el acuerdo con Turquía. Promover el proyecto de una Carta Europea por los Derechos de los Refugiados y hacer de ella uno de los vectores del proceso constituyente europeo.

- El clima internacional está determinado por un clima de guerra latente que con frecuencia se hace explícita sembrando la muerte, el terror y al desgracia para millones de seres humanos. En una gran parte estas guerras tienen su origen en la pugna por el control del agua, la energía y otras materias primas, especialmente en la zona de oriente próximo y el golfo pérsico. Es imprescindible impulsar un movimiento de diálogo y de paz, un movimiento por la justicia global orientado a poner estos recursos indispensables para la vida fuera del alcance de los intereses de las grandes corporaciones y los Estados, declarándolos bienes comunes de la humanidad.

- Asociado a lo anterior está la amenaza que pesa sobre nuestra especie y los sistemas naturales que le sirven de albergue derivadas del calentamiento global, el agotamiento de las reservas de agua dulce y la pérdida de diversidad biológica. Los plazos se van agotando y los gobiernos se han mostrado hasta aquí incapaces de poner remedio a esta amenaza de colapso ecológico. Es imprescindible ercoger las inciativas de lagunos Estados del sur para alcanzar acuerdos efectivos d ela comunidad internacional para reducir estos riesgos emdiante al necesaria reorientación d elos objetivos, los valores y las formas de producir, distribuir y consumir imperantes en el sistema económico global.

II. A punto determinar el largo ciclo electoral… tras las elecciones en Euskal Herria, Galiza

- En Euskal Herria y Catalunya tenemos la oportunidad de situarnos como primera fuerza política y definir una senda que aúne las aspiraciones al autogobierno con una audaz propuesta de mejora y avances sociales (consolidar los derechos sociales en los estatutos de autonomía reformados)

- Galiza podría ser un hito significativo si el PP no alcanza la mayoría absoluta y se abre la posibilidad de un gobierno alternativo, ciertamente difícil por la bisoñez de los dirigentes de En Marea, la debilidad del PSG y el languidecimiento del BNG. Así y todo, esta eventualidad podría ser un balón de oxígeno para Pedro Sánchez en su pugna con Felipe González yPRISA, y un laboratorio de gobiernos del cambio, ahora revalorizados. Si Feijóo alcanza la mayoría absoluta, el PNV puede gobernar a la “catalana” (con el apoyo de Bildu) y si el PSOE se hunde en las dos Comunidades Autónomas el escenario más probable es que el PP, con o sin Rajoy, consiga la investidura con el apoyo de Cs y la abstención de un número suficiente de escaños socialistas. Ello supondría el fin práctico de la carrera de Pedro Sánchez pero también el de las posibilidades, por remotas que hayan sido, de un esquema de Gobierno alternativo al de la derecha.

- En Euskal Herria tenemos la oportunidad de equilibrar las propuestas soberanistas con un avanzado proyecto de mejoras sociales que se convierta en un referente de compatibilidad y sinergia entre la profundización de la democracia y la mejora de las condiciones sociales de la mayoría.

- Si consiguiéramos parcial o totalmente nuestros objetivos nos situaríamos en condiciones de planearle una batalla política al PP (y, por ende, llevar al PSOE más lejos de lo que querría su dirección). Estas elecciones, que tienen lugar en naciones donde le hablamos de tú a tú al partido de la casta, tiene una dimensión estratégica, la posibilidad de abrirle una avería al PP que le dificulte aún más el despliegue de su proyecto de regresión social, territorial y de derechos ciudadanos.

III. Mirando a las terceras

- El escenario más probable es el de terceras elecciones en las que el PP incrementaría su apoyo a costa de Cs y, sobre todo, de la abstención, que reduciendo el nº de votos, elevaría el peso de los de derechas, escasamente afectados por la abstención.

- El espectacular salto en la corrupción que infecta al PP no parece que vaya a afectar al inamovible electorado de derechas, que rechaza cualquier tipo de cambio en el status quo y sabe que lo que está en juego es algo mucho más importante que perder el gobierno. Paradójicamente, es más consciente del carácter constituyente del actual momento político el electorado de derechas que el de izquierdas. Mayor importancia tiene, de cara a la posibilidad de un nuevo intento de investidura, las diferencias manifestadas con ocasión del affaire Soria en el que los diferentes grupos de presión y sus representantes en la dirección del PP han chocado inequívocamente con probables efectos sobre el sector más joven y renovador del partido, el que exige de forma más explícita la entrega del acta de Rita Barberá y la expulsión de todos los imputados

- Tampoco parece que la abstención vaya a afectar al PSOE que es probable cobre los réditos de la consecuencia en el no de su secretario general, incluso a costa de Podemos porque aparecerá como voto más útil que este último para un sector del electorado de izquierda.

- Podemos puede ser el principal damnificado de las terceras. Su silencio durante este largo interregno de las investiduras (más allá de las proclamaciones rituales y casi siempre inoportunas de tender la mano al PSOE para un gobierno de izquierdas), la convicción cada vez más extendida de que Pablo Iglesias nunca ha querido un acuerdo con el PSOE sino sustituirle como partido hegemónico de la izquierda y, sobre todo, la impresión de que tras su fulgurante éxito inicial es un partido que no aporta nada, ni siquiera el aliento constituyente de los primeros tiempos, le puede convertir en una opción inocua salvo para el voto “ideológico”, aquel que vota no para conseguir algo sino para expresarse y afirmar su identidad.

- Hay otro escenario derivado de los resultados de las elecciones gallegas y vascas. Si estos fueran tan desfavorables para el PSOE como se pronostican, la presión sobre Pedro Sánchez alcanzaría un punto tal que al secretario general solo le quedaría apelar a las bases, con el riesgo de una fractura significativa en un partido sin gran experiencia de debates internos profundos y solo una escisión (1921) que ha traumatizado a generaciones de socialistas o terminar aceptando alguna modalidad de lo que le exige FG&PRISA para hacer posible la investidura de Rajoy o de un eventual sustituto(a).

- El gobierno que saliera de las terceras elecciones, de cumplirse las previsiones anteriores, sería un gobierno minoritario y la duración de la legislatura incierta. Acosado por los efectos de su irresponsabilidad fiscal (reforma Montoro), que suponen un nuevo ajuste, y las obligaciones con el Pacto de Estabilidad (la Autoridad Independiente de Responsabilidasd Fiscal estima que el déficit alcanzará el 4,7%). Pero contando con el aplazamiento del objetivo de déficit concedido por Bruselas para impedir ningún tipo de cambio en el Reino de España. En su pasivo tendría el problema nacional territorial en vivo y acaso aumentado por las aspiraciones generadas por un gobierno del PNV con mayoría suficiente en Euskal Herria. No parece que ello preocupe en exceso al PP si a su reaccionario españolismo suma el apoyo de Cs y el de un PSOE que renunciara a sus veleidades federalistas

- Lo más importante es lo que pueda pasar en el campo de la izquierda. Si se consuma en la forma descrita el ciclo electoral, no puede descartarse un fenómeno de decepción generalizada en relación con las expectativas despertadas por la constelación de movimientos asociada al 15M. Se habría producido una ampliación de la escena política así como cierta renovación en el personal que ocupa las instituciones públicas pero no se habría alterado su configuración esencial y las relaciones que mantiene con los distintos grupos y clase sociales, después de la evolución que han sufrido por efecto de la ofensiva oligárquica.

- Con el PSOE girado a su derecha habría un riesgo para las fuerzas situadas a su izquierda, la tentación de la radicalización formulada de diversas maneras pero con un denominador común, dejarle el espacio de la política y las instituciones a los partidos “sistémicos” y preconizar la necesidad de las movilizaciones en la espera de que el endurecimiento de las políticas de la derecha generará inevitablemente una respuesta en la calle de los sectores populares más dañados. Esta hipótesis sería incompleta si olvidara los efectos derivados de la evolución de la crisis de la UE. Un impulso a un “europeísmo progresista” acaso pudiera compensar la tendencia a la derecha antes aludida.

IV. Perspectivas para los distintos actores

- El PP trabajará en mejorar su imagen en el único frente que le puede preocupar, el de la corrupción. Para ello contará con la ayuda de Ciudadanos para lavarse la cara con alguna promesa a incluir en el nuevo acuerdo que con seguridad volverán a firmar. En otros aspectos (economía, políticas sociales, libertades…) el resultado del 26J no le ha presionado y contará, además, con el margen otorgado por Bruselas para el cumplimiento del déficit, por lo que no sufrirá excesivas apreturas para desempeñar la labor de gobierno.

- El PSOE va a intentar redimirse con una labor de oposición muy visible (ya ha empezado), pero le veremos preso de sus contradicciones y de la presión de sus socios europeos en lo que concierne al pacto de estabilidad (¿votará el techo de gasto?). Si hace posible el gobierno del PP tras su posible debacle en Galicia y Euskal Herria, sufrirá un importante desgaste y entonces su inevitable reestructuración se haría “mirando a la derecha” y abandonando cualquier veleidad, por tenue que hubiera sido, de entendimiento con Podemos.

- Ciudadanos intentará compensar su irrelevancia política poniendo en valor su “regeneracionismo”; esté o no en el gobierno el PP, una vez comprobado que la corrupción no hace mella en su electorado, le cederá gustoso este papel intentando apuntarse de paso cierta imagen de renovación política. Su activo principal y el de su jefe es que “él si se sienta a negociar” y hace todo lo que puede para facilitar la formación de gobierno. Haríamos mal en desdeñar ese papel que puede alcanzar cierto predicamento entre algunos sectores necesitados de la acción de gobierno como los pensionistas.

- Debemos intensificar nuestro trabajo en este campo poniendo en evidencia los límites de Ciudadanos y evitando la neutralización de la potencia impugnatoria que tiene la lucha contra la corrupción. Ha habido movilización social y mucha, por eso estamos aquí. No debemos esperar a un clima de intensa movilización social. La gente movilizada para hacer posible que estemos aquí tiene derecho a una acción institucional seria, enérgica y rigurosa de modo que sus intereses y aspiraciones tengan la representación que merecen. Nuestra acción parlamentaria debe estar a la altura de los más exigentes criterios cubriendo la totalidad de las comisiones y desempeñando un papel activo en las mismas especialmente en las áreas que antes se han señalado como prioritarias.

V. Algunas propuestas de intervención

- Poner lo social en el centro de nuestra atención para visibilizar la condición del PP como partido de la casta. Es la oportunidad de recuperar y potenciar las relaciones con los agentes sociales y con el conjunto de la sociedad civil, cuyo concurso es imprescindible para definir la senda de mejora y avance en la defensa de los derechos sociales y ciudadanos y en su ampliación a una nueva generación de los mismos. En este sentido cobra particular importancia la derogación de las reformas laborales del 2010 y del 2012, la garantía de viabilidad del sistema público de pensiones y la recuperación de la universalidad y gratuidad de los sistemas públicos de sanidad y educación, así como la activación de la ley de dependencia.

- Impulsar el blindaje, en la Constitución y los estatutos de autonomía, de los derechos sociales para defenderlos de la agresión austeritaria.

- Proponer los principios e instrumentos básicos de una reforma fiscal que recupere los elementos de progresividad, equidad en el reparto de las cargas y suficiencia financiera.

- Consolidar la naturaleza pública de las entidades financieras intervenidas durante la crisis e instar la recuperación de los fondos públicos destinados a su saneamiento.

- Definir los ejes principales de la reforma constitucional con el reconocimiento del derecho a decidir y la consagración de una nueva generación de derechos y la derogación del artículo 135 reformado. Frenar el proceso de vaciamiento competencial de comunidades autónomas y corporaciones locales y asegurar la continuidad de su ejercicio mediante un modelo de financiación basado en la responsabilidad tributaria de las administraciones públicas competentes y la suficiencia financiera de sus recursos y la solidaridad entre los distintos territorios para garantizar la igualdad de derechos de los ciudadanos.

- Definir ,de acuerdo con el conjunto de la comunidad educativa, nuestro modelo de Pacto educativo

- Rescatar y potenciar la autonomía local de la cárcel de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local a partir de los términos de la sentencia del Tribunal Constitucional al respecto.

- Potenciar una plataforma con la sociedad civil y el resto de los actores políticos y sociales por la defensa de los derechos y las libertades y la derogación de las normas que atentan contra los mismos.

- Plantear una estrategia para los Estados miembros del sur de Europa destinada a revisar el Pacto de Estabilidad (“si quieren que sigamos pagando intereses, tienen que revisar los objetivos de estabilidad”).

- Definir las líneas maestras de un modelo sostenible de recuperación económica teniendo presente el escenario de estancamiento económico.

- Impulsar una comisión ad hoc para analizar en profundidad las causas de la corrupción y proponer las reformas normativas, administrativas y presupuestarias precisas para erradicarla.

- Abordar la reforma de la Ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (LCFSE) y en su marco acelerar la desmilitarización de la Guardia Civil.