Uno de los grandes problemas que tenemos
l@s usuari@s del Servicio Madrileño de Salud son las
largas e interminables listas de espera, tanto para
entrar a un quirófano como para hacernos una prueba
diagnóstica o ser atendidos por los médicos
especialistas. En los últimos años, las listas se
han ido acrecentando por diferentes motivos, desde
una mayor utilización de las tecnologías hasta los
cambios demográficos en la población. Pero, sin
lugar a dudas, el hecho que ha causado estas largas
demoras han sido las políticas de austeridad que han
llevado a cabo los gobiernos del PP.
Según datos oficiales hay 80.000 personas
en la Comunidad de Madrid esperando una intervención
quirúrgica. Pero si tomáramos en cuenta las listas
de espera para pruebas diagnósticas o consultas, la
cantidad aumentaría cualitativamente. En el centro
de esta problemática debemos situar las políticas de
recortes sociales, la infrautilización de los
recursos públicos y, por último, las derivaciones
masivas de pacientes desde la sanidad pública hacia
la sanidad privada. Una cosa lleva a la otra.
Desde hace unos seis años han disminuido
las plantillas (53.000 en toda España y 6.000 en la
Comunidad de Madrid). El cierre de camas ha sido
otro de los grandes factores de destrucción y
desorganización de la sanidad pública. Hospitales
emblemáticos como el Clínico, Marañón, La Princesa,
Ramón y Cajal, Doce de Octubre o La Paz se han visto
reducidos al menos en un 20% durante los últimos
años, a lo que habría que sumar los cierres
estivales que rondan un 30% más. Agreguemos a todo
esto la infrautilización de los servicios con
componentes de altísima tecnología como quirófanos,
scaner, resonancias, mamografías, ecografías o
rayos, que permanecen cerrados (muchos de ellos) por
las tardes o los fines de semana mientras hay
médic@s y enfermer@s (entre otros) en el paro. ¿No
sería lógico que todos esos recursos se utilizasen
al cien por cien para rebajar al mínimo todas las
listas de espera? ¿No se evitarían sufrimientos
innecesarios e incluso el empeoramiento o el
fallecimiento de pacientes? Todo lo contrario de lo
que pasa en los hospitales privados o de gestión
privada, como es el caso de la Fundación Jiménez
Díaz, de la que tenemos constancia que está
utilizando esta situación para apropiarse del
“mercado de clientes”, explotar a fondo sus
instalaciones (haciendo pruebas hasta los domingos
por la noche), y beneficiándose de la política de
las derivaciones, a la vez que paga a sus
profesionales un 30% menos que en la pública.
¿Acaso alguien puede pensar que todo esto
es pura casualidad? ¿No es cierto que se trata de
una política consciente y planificada de destrucción
de lo público para transferir recursos a las
empresas privadas?
En toda esta situación está el origen de
las largas listas de espera: negocio para las
empresas, sufrimiento para los pacientes y deterioro
de las condiciones del sistema público de salud y de
las mismas condiciones laborales o profesionales de
los trabajadores y trabajadoras del SERMAS. Por ese
motivo, el día 27 de abril, al constituirse la
plataforma Confluir Sanidad, se decidió iniciar
nuestra lucha tomando como eje vertebrador la
denuncia de las listas de espera.
La campaña que hemos iniciado hace unos
días es el comienzo de un ciclo de reclamaciones,
movilizaciones y propuestas institucionales. En esta
campaña tenemos señalada una fecha en el calendario
que es el día 9 de junio, donde Confluir Sanidad ha
convocado frente a la Asamblea de Madrid a todos los
profesionales, ciudadanía, colectivos y entidades
para exigir soluciones contra las listas de espera.
Pero no solamente eso. También se llama a unificar
las reivindicaciones de los trabajadores del sector
que, desde hace tiempo, venimos reclamando distintos
aspectos. Tal es el caso de los colectivos de la
Lavandería, Centro de Transfusión, Ambulancias,
Limpiezas, Celadores, SUMA, trabajadores del medio
rural, trabajadores del Hospital de la Póveda y un
largo etcétera.
Esta filosofía de trabajo es la que
queremos sea una de las señas de identidad. Crear un
movimiento que sea diverso y plural desde lo social,
laboral y político. Un movimiento que se apoye en
estas tres patas. Un movimiento nacido en un ciclo
diferente al que surgió en el año 2012 la Marea
Blanca. El ciclo donde se combinan varios factores:
las ondas más bajas de la movilización social, las
reivindicaciones de los profesionales y los aires
descontaminantes que han entrado en las
instituciones de la mano de los nuevos activistas
políticos que un día formaron parte del movimiento
15M
Confluir Sanidad tiene estos tres
componentes (laboral, social y político) porque en
esta plataforma están colectivos de trabajadores de
la sanidad, entidades sociales de los barrios y
pueblos de Madrid, pero también están cargos
públicos que han entrado en las instituciones ya sea
en la Asamblea de Madrid o en los distintos
ayuntamientos. Estamos orgullosos de compartir un
espacio de lucha y movilización con colectivos tan
diversos como la Plataforma de Enfermos de Hepatitis
C, la Asociacion de empleados del centro de
transfusion de Madrid, los trabajadores del
servicio de ambulancias, concejales de Ahora Madrid,
Leganés y Mejorada o diputad@s del PSOE y Podemos.
Son decenas las organizaciones y centenares las
personas que nos hemos venido sumado a esta
iniciativa.