Trasversales
Ángel Rodríguez Kauth

La década “perdida”

Revista Trasversales número 38, octubre 2016 web

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Con estas reflexiones el autor -de más de setenta y cinco años- pretende reflejar su júbilo y alegría por haber tenido la oportunidad de ver -por fin alguna vez- a su país, Argentina, dejar de estar de arrodillado y erguirse sobre sus pies para de tal manera pararse a tratar de igual a igual con los mandamases políticos y económicos del mundo. Debo reconocer que del primero y segundo gobierno de Perón solamente recuerdo lo que me contaron mis padres... que no era muy bueno, ya que ellos creían que eran garcas [estafadores].

Por primera vez vi a un gobernante, Néstor Kirchner, responder a los reclamos de su pueblo, ansioso por ser escuchado en las demandas sociales, políticas y económicas y no solamente que aquellas fuesen escuchadas, sino que también fueron atendidas y resueltas con rapidez.

Debo confesar que el día que murió Néstor lloré, de manera semejante a cuando hace veinte años se murió un hijo mío. No me avergüenza haber llorado por Néstor, por el contrario, hace que en ese momento me haya sentido más humano.

Asimismo debo confesar que voté a Néstor en 2003 no porque supiera cuál iba a ser su plan de gobierno, lo hice por la sencilla razón que quise evitar que ganara el otro candidato con posibilidades, el diabólico Carlos Menem. El mismo que entre festejos de pizza y champán, junto a sus amistades de la oligarquía “vacuna”, hizo pasar hambre y lágrimas a su pueblo. Debo anotarme como uno más entre el esquivo 22,24% que apoyó a Néstor en las urnas.

Y por una vez no me equivoqué con mi voto, después de muchos equívocos. Néstor fue la renovación en la política argentina, gracias a él la población volvió a tener confianza en sus dirigentes. La Política así, con mayúsculas, dejó de ser una mala palabra y los jóvenes, y los no tan jóvenes, comenzaron -de a poco, como tanteando el ambiente, no fuese a ser que los engañaran nuevamente- a arrimarse a agrupaciones políticas que contuvieran sus ansias de participación en un proyecto nacional y popular que se comprometía de verdad, con hechos y no sólo con palabras -con la expresión de discursos bonitos a los que nos tuvieron acostumbrados- para llegar a un proyecto de liberación como el que él empezó a diseñar y que los que le echan la culpa de todos los males que debemos soportar en 2016 se lo adjudican a la década “perdida”.

¿Quién puede olvidarse de la Cumbre de mandatarios en Mar del Plata cuando con el full de ases que conformaba junto a Lula da Silva y Hugo Chávez se dieron el gusto de desairar al patrón del nuevo orden internacional? Creo que la respuesta es sencilla: nadie. El pueblo llano -no los oligarcas que van a festejos y a reuniones de consulta en la embajada de los EE.UU.- disfrutó de los hechos, junto con Maradona, tanto en la ciudad feliz como en otras ciudades y pueblos, los que fueron más felices que nunca festejando la pateadura que tres líderes de “nuestra” América -tal como gustaba decir José Martí- le dieron al Presidente del imperialismo, G. Bush.

¿Cómo no recordar cuando Néstor, en el Colegio Militar de la Nación le ordenó, el 24 de marzo de 2004, al Comandante en Jefe del Ejército que retirara los cuados de los ex dictadores Jorge Rafael Videla y Reinaldo Bignone? Lo hizo diciendo que era “para terminar con esa etapa lamentable” que tuvimos que aguantar, agregando que de esa manera podría quedar “consolidado el sistema de vida democrático y desterrado el terrorismo de Estado”. Néstor inició su alocución ante los cadetes diciendo que nunca más tiene que volver a subvertirse el orden institucional en la Argentina. Es el pueblo argentino por el voto y la decisión de él mismo, quien decide el destino de la Argentina. Definitivamente, “terminar con las mentes iluminadas y los salvadores mesiánicos, que sólo traen dolor y sangre a los argentinos”.

Aquel no fue solamente un hecho simbólico más, pocos meses después de asumir, en julio de 2003, tuvo el valor de derogar el Decreto 1581/2001, el cual llevaba la firma de Fernando de la Rúa (o frenando de la duda). Con dicho decreto se impedía la extradición de militares involucrados en violaciones de los Derechos Humanos durante la última dictadura, requeridos por la justicia internacional, sobre todo como consecuencia del pedido que había realizado el juez español Baltazar Garzón.

El 11 de agosto la Argentina adhiere a la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad, merced al Decreto 579 del ese año.

Once días más tarde se produce uno de los pilares más importantes en cuanto hace a los Derechos Humanos por la Memoria, Verdad y Justicia. Néstor envió al Congreso nacional un proyecto para la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, los que poco después fueron derogados por amplia mayoría. Con esta disposición, se puso fin a las llamadas leyes de impunidad.

Y sin detenerse avanzó con una política sostenida de defensa y protección irrestricta de los Derechos Humanos, para lo cual contó con la invalorable colaboración de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, como así también de otras organizaciones ocupadas y preocupadas por aquellos derechos.

Y merece una atención especial referirnos a lo sucedido el 9 de septiembre de 2005, cuando Néstor puso punto final a una gran parte de la enorme deuda que el país mantenía con organismos y banqueros internacionales y, porque no, también nacionales. De tal manera se aseguraba la independencia financiera y la no intromisión del FMI en las cuentas de la Nación.

A continuación haré una reseña de algunas de las cosas que se hicieron “mal” -para los monopolios internacionales que pretendían apoyar sus garras en nuestro territorio- durante los doce años del gobierno de los Kirchner. Fueron doce años que me permito considerarlos de ellos, de ambos, como una unidad, no por una cuestión matrimonial, sino debido a que con Néstor primero y luego con Cristina se apuntó a consolidar el proyecto nacional y popular.

Y aquí van algunas notas -desordenadas- que mi frágil memoria ha alcanzado a recordar:

-En 1997 SOCMA (perteneciente al grupo Macri) se hizo cargo del Correo Argentino y pocas veces pagaron parte el canon comprometido y adeudado con el Estado, por esa razón, el 19 de septiembre de 2003, Néstor rescinde el contrato con SOCMA y vuelve a estatizar una empresa para su retorno al patrimonio nacional. Es necesario recordar, además, que durante aquella gestión privada se perdieron más de ocho mil puestos de trabajo en esa empresa.

-El segundo contrato que se anula fue el de la concesión del control del espacio radioeléctrico, hasta entonces en manos del grupo francés Thales Spectrum. Se trató de una medida tendiente a recuperar el servicio a manos del Estado, ya que se trata de un área “indelegable.

-En marzo de 2006 Néstor envía al Congreso un proyecto de Ley para rescindir el contrato que el Estado mantenía, desde la década anterior, con el Grupo Suez -de origen francés y el más grande del mundo- quienes se habían hecho cargo del servicio de agua potable y el cloacal en el área metropolitana. La medida tuvo su origen en el peligro potencial que estuviesen distribuyendo aguas contaminadas en el conurbano, como asimismo, debido a que la empresa dejó de hacer inversiones y giraba las ganancias a su casa matriz, en Francia.

-Por otra parte, cabe recordar que desde el menemismo eran administrados los aportes y recursos de la previsión social por parte de bancos y compañías de seguro, fue conocida las AFJP. En 2009, ya gobernando Cristina el sistema fue suprimido y los aportes hechos, y los que se hicieran en el futuro, pasaron a manos del Estado con el objeto de reparar un sistema de jubilaciones y pensiones solidario. La recuperación de aquellos fondos significó la tenencia y administración, por parte del Estado, de paquetes accionarios de más de 40 empresas.

Es preciso aclarar que las AFJP tomaban los aportes de los trabajadores y los invertían vaya a saber en qué y les cobraban sumas usurarias, en concepto de comisiones, a los jubilados. Asimismo bajo la presidencia de Cristina se estableció por Ley un reajuste -o aumento- semestral para los beneficiarios del sistema.

- ¿Y quién no recuerda la creación de la Asignación Universal por Hijo?

- Se estatizó, en diciembre de 2009, la ex fábrica militar de aviones Brigadier San Martín, la que estuvo concesionada por la estadounidense Lockeed Martin y que para 2009 no producía cosa alguna.

-Los futboleros no podemos dejar de agradecer que ese mismo año Cristina anunciara el programa Fútbol Para Todos, merced al cual podíamos ver la transmisión de los partidos por televisión sin tener que pagar un mango.

-Como así también se hizo con los Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor) que fueran privatizados en 1991 por Carlos Menem. En marzo de 2007 Néstor declaró nulo de nulidad absoluta el contrato de privatización y los hizo retornar a manos del Estado con una participación accionaria de sus trabajadores. Vale hacer notar que esos astilleros están considerados entre los mejores del mundo

-Entre 2004 y 2007 Néstor rescindió la concesión de Transporte Metropolitano (concesionaria del ferrocarril San Martín) y con las líneas ferroviarias Roca y Belgrano Sur también en manos de Transporte Metropolitano. En todos los casos se retiró la concesión por reiterados incumplimientos de brindar una satisfactoria oferta del servicio para los usuarios.

-También hubo un interventor, que se mantiene, en Metrogas (Repsol–British Gas), Autopista del Sol (española Alberti y Sideco-Macri) y Transportadora de Gas del Norte (Techint, argentina). En marzo de 2012 se sumó Trenes de Buenos Aires (Grupo Cirigliano, argentino).

-Además de estatizaciones e intervenciones, se mantuvo situaciones conflictivas con Telecom Italia (y la familia Werthein de argentina) y los estadounidenses AES de Edelap (Distribuidora La Plata, de electricidad), comprometiéndose a realizar inversiones los primeros y vendiendo a un empresario local los segundos.

-Dentro de este panorama hay que recordar el regreso a manos estatales los casos de Yacimiento Petrolíferos Fiscales y de Aerolíneas Argentinas y, se me quedaba en el teclado del ordenador, la creación de la empresa ARSAT.

¿Y quién puede olvidar que Néstor nos dejó a Cristina? Nadie. Ella fue, tras la muerte de Néstor, la continuadora y conductora del proyecto nacional y popular que Néstor inauguró el 25 de mayo de 2003. Cristina fue amada por el pueblo llano y odiada por las corporaciones, en especial la de los multimedios que veían en ella a un enemigo entrañable para sus espurios intereses, los que siempre han estado asociados al capitalismo transnacional. Debe hacerse notar que, aunque Cristina haya dejado el Poder con el 44% de imagen favorable, ello no fue óbice para que algunas mujeres también la odiaran. La causa fue sencilla: la envidia.

Y ahora, luego que el pueblo eligiera a Mauricio Macri como Presidente, olvidando los logros alcanzados con los K. Pareciera ser -como dice un psicólogo político muy amigo- que los argentinos sufrimos la neurosis del cambio. Cuando las cosas andan bien -ya sea en lo afectivo, lo laboral, lo político, etc.- tenemos ganas de cambiar.



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