Trasversales
Armando Montes

Ciudadanos, en dos pinceladas

 Revista Trasversales número 36 bis diciembre 2015

Textos del autor
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No creo adecuadas las caracterizaciones de Albert Rivera como "falangista" ni la consideración de C's o del PP como partidos "fascistas". Pero sí considero que C's es un partido muy reaccionario, extremista, en las dos cuestiones vitales para nuestra sociedad: la desigualdad social y la desigualdad entre hombres y mujeres. Y también creo que ni siquiera es un socio confiable para una "regeneración democrática", ya que su posicionamiento del lado de la minoría más rica y de las corrientes neomachistas le conducirán hacia el autoritarismo en cuanto se le oponga resistencia social, de la misma manera que ha defendido "soluciones" autoritarias ante la "cuestión catalana".

Voy a limitarme a dar dos pinceladas: el contrato único y su propuesta de eliminar la legislación específica contra la violencia de género.


El contrato único

C's propone que todas las nuevas contrataciones se hagan con "un contrato indefinido con indemnizaciones crecientes, proporcionales a la antigüedad del trabajo en la empresa". Argumentan que eso terminará con la precariedad al ser todo contrato "indefinido". En realidad el "contrato único" significaría la generalización de la precariedad: tu contrato sólo será "indefinido" en la medida de que te despedirán cuando les dé la gana, pagando indemnizaciones inferiores a las actuales.

Para entender que es esto del "contrato único" hay que entender su relación con los despidos. Pese a las desastrosas reformas laborales hechas por Zapatero y Rajoy, el Estatuto de los Trabajadores todavía contempla normas de "causalidad" de los despidos, así como una indemnización por finalización de contrato temporal (12 días por año trabajado). En su programa C's dice que con el contrato único se reducirá el "miedo de los empresarios a crecer". Eso sólo puede entenderse en el sentido de que una vez contratada una persona los empresarios verán más fácil desprenderse de ella cuando quieran, y eso que ahora la inmensa mayoría de los contratos que se hacen son temporales y que despedir es muy fácil y muy barato, sobre todo para las grandes empresas.

¿Por qué puede darle menos miedo el "contrato único" que la actual situación? ¿Porque no tendrá dificultades para despedir, en la medida que el despido no será "causal", ni siquiera en el sentido actual, en que las empresas pueden proceder si quieren a despidos improcedentes, pero pagando una indemnización mayor que en un despido procedente? ¿Porque la indemnización a pagar será menor que la actual?

Desde luego, la simpatía de la CEOE hacia esa idea no se debe a que proteja el empleo y aumente las indemnizaciones por despido. ¿Pero que dice C's de todo eso? Pues no dice nada, lo que ya es mucho decir. Lo lógico es que, si propones un contrato único con indemnizaciones por despido proporcionales a la antigüedad del trabajo en la empresa, digas también como concibes el despido. Porque si no lo dices, no dices nada con lo de contrato único.

Yo también apoyaría un contrato único, sólo indefinido, en el que el despido tenga que ser siempre causal y para el que las indemnizaciones fueran iguales o mayores que en las actuales circunstancias. Pero desde lue­go no es eso lo que propone C's. La idea subyacente a la propuesta de C's es facilitar y abaratar el despido. Serían contratos "indefinidos" más precarios que los actuales temporales, porque la empresa ni siquiera estaría atada a la finalización de contrato o al fin de la "obra" para el que se ha contratado. De hecho, con esa idea y si de verdad las indemnizaciones fuesen proporcionales a la antigüedad, resulta que a una empresa le será más rentable contratar a una persona dos años, despedirla, y contratar a otra dos años y despedirla, que contratar a una persona cuatro años y despedirla.

Es decir, en los hechos el contrato único fomenta la precariedad y la temporalidad, porque se instala a todo el mundo en la temporalidad "indefinida" y en la precariedad. La causalidad sería sustituida por la arbitrariedad y el capricho.

Así que cuando Rivera quiere vendernos el "contrato único", hay varias preguntas que hacerle: ¿qué normas regularán el despido? ¿qué tipo de causalidad? ¿diferenciará entre despido procedente y despido improcedente, disciplinario u objetivo o colectivo...? ¿qué indemnizaciones propone realmente? Decir que las indemnizaciones dependerán de la antigüedad es no decir na­da. Eso ya ocurre. Los contratos temporales tienen una indemnización de 12 días por años al finalizar el contrato. Las indemnizaciones por despido se fijan, según el tipo despido, en tantos días por año trabajado, aunque con un tope máximo, por lo que a partir de cierta antigüedad la indemnización ya no crece. La vinculación entre antigüedad e indemnización no es nada nuevo; lo nuevo es que quieren bajar la indemnización. En la propuesta de C's hay demasiados silencios, porque quieren ocul­tar una operación definitiva de precarización de todo el empleo y desregulación del despido. No olvidemos que el economista de cabecera de C's escribía en mayo de 2013 lo siguiente: "¿por qué tanta insistencia en la causalidad del despido? ¿No crea unos costes de transacción enormes, con incertidumbre, pleitos interminables que no benefician a nadie?". Y un despido sin causa es un despido libre. Y también se parecería mucho a un despido libre un contrato único ligado a una normativa de despidos que, manteniéndose formalmente causal, rebaje considerablemente las indemnizaciones en los primeros años de contrato, lo que de hecho incentivaría los despidos.

Contrato único de C's = despido más fácil y más barato

C's no es un partido fascista ni falangista, pero su política laboral se sitúa en la extrema derecha de los partidarios del capitalismo sin contrapesos sociales.


La negación de la violencia de género

C's niega, de hecho, la existencia de la violencia de género, aunque lo hace cambiando el significado de ésta hasta convertirla en un concepto vacío de sentido. Sus tesis coinciden, casi punto por punto, con las de los colectivos neo­machistas. En su programa C's propone modificar la ley contra la violencia de género para "acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo". Es decir, propone legislar sobre la "violencia" sin consideraciones sobre el sexo de víctima y victimario.

Por descontado, nuestro sistema jurídico legisla sobre la violencia en general, cuando C's saca pecho y dice que tampoco se puede permitir la muerte de hombres a manos de sus parejas sólo está tendiendo una cortina de humo, porque desde luego la legislación española no permite la muerte de hombres a manos de mujeres; de hecho, en el caso de asesinato no hay penas diferenciadas, aunque sí en para formas previas de violencia.

Al entender "violencia de género" como violencia “íntima” o “intrafamiliar” lo que se hace es ocultar que existe la violencia de género, es decir, un flujo de violencia masculina contra las mujeres específico, muy extenso y que echa sus raíces en un sistema de roles sociales que discrimina a las mujeres y privilegia a los hombres.

No he escuchado decir nada a C's contra que haya una legislación específica para la violencia terrorista, por ejemplo, cuando, en los términos que ellos se expresan bien podrían decir que violencia es violencia, y que tanto dan sus motivaciones, su significado social, etc., que se legisle contra la violencia y ya está. Eso es una soberana tontería, claro, pero lo es más aún cuando se aplica a la violencia de género, que es violencia masculina contra las mujeres; no toda la violencia masculina contra las mujeres es violencia de género, en algunos casos el ser mujer no es un factor determinante sino casual (por ejemplo, en un atraco), pero sí lo son la inmensa mayoría de las violencias de los hombres contra las mujeres, que son muchísimas más y mucho más letales que las de mujeres hacia hombres.

Dado que no parece que el camino más adecuado hacia la igualdad sea que las mujeres se pongan a la par matando y maltratando a un montón de hombres, parece que lo más efectivo y lo éticamente exigible es atacar la violencia masculina contra las mujeres como lo que es, una violencia específica con causas sociales que hay que enfrentar de forma específica, pues es una lacra social específica de un sistema de desigualdad que abarca todos los ámbitos de la vida social.

Por otra parte, si mes a mes hubiese tanta violencia de mujeres contra hombres como a la inversa... en realidad es impensable, porque las estructuras de dominación ya se habrían puesto en marcha escandalizadas, como lo habrían hecho si quienes murieran asesinados fueran políticos, futbolistas, curas o banqueros.

La sintonía de C's con las corrientes neomachistas se reflejan en otros puntos del programa, como por ejemplo su empeño en una ley que imponga la custodia compartida sin acuerdo mutuo, cuyas consecuencias suelen ser terribles. En paralelo, sin embargo, C's propone un sistema de permisos de maternidad y paternidad en el que no se recoge la urgente necesidad de permisos iguales, intransferibles y pagados al 100%. Su propuesta -8 semanas para cada progenitor(a) y 10 a repartirse- finge ser igualitaria, pero oculta que los permisos transferibles o repartibles serán tomados, en su gran mayoría, por mujeres, como pasa con las excedencias por cuidados.

La idea básica que hay tras las propuestas de C's es algo así como: "Hagamos leyes que finjan que la igualdad ya es un hecho para evitar así que se hagan leyes que combatan la desigualdad". Esa es la peculiaridad "ideológica" del actual neomachismo frente a las doctrinas de las corrientes machistas anteriores, que afirmaban directamente la superioridad masculina. C's defiende su pervivencia negando que haya desigualdad.




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