Trasversales
Marisol Sánchez Gómez

Verbicidio: los mayordomos de la guerra y su lenguaje

(o la sencillez de la poesía para resistirse al lenguaje político del odio y la estupidez)

Revista Trasversales número 33, octubre 2014 - enero 2015


Otros textos de la autora en Trasversales

“Verbicidio” (Autodafe 3/4: The Journal of the International Parliament of Writers, 2003). La traducción de los fragmentos citados así como de los poemas pertenecientes a A Small Sun (Aldeburgh Poetry Trust, 2003) es de la propia Marisol Sánchez Gómez. Este ensayo forma parte del libro Box8: contra el silencio obstinadamente, de Marisol Sánchez Gómez, Ed. Fundamentos, 2014.

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Mourid Barghouti, el poeta palestino nacido en Cisjordania en 1944, y autor de diversos poemarios traducidos al inglés, pudo regresar a su país tras la firma de los Acuerdos de Oslo, después de 30 años de exilio. Esta emocionante vuelta está narrada en su novela autobiográfica I Saw Ramallah, traducida al español por Iñaki Gutiérrez de Terán con el título de He visto Ramala.

Conocedor del profundo dolor que causa el estar alejado a la fuerza de tus raíces y del sufrimiento insoportable que resulta de no poder volver al lugar de tus padres, sabiendo que su única posibilidad de resistirse a la desesperanza durante sus años de exilio era vivir en el tiempo y la memoria y no en el lugar, Barghouti ha analizado incansablemente la importancia que tiene el arte en estas situaciones extremas para el individuo. Si el arte tiene una función esencialmente radical, ¿cuál es la misión de un poeta en una situación tan delicada políticamente como la que atraviesa Palestina?, se preguntaba este autor en 2007, cuando visitó Madrid para asistir a unas jornadas en los cursos de verano de El Escorial, ¿sirve el arte para algo? Mahmoud Darwish, el poeta nacional palestino contestaba siempre que no. Barghouti, en cambio, sostiene con una claridad radical en su magnífico texto “Verbicidio: los mayordomos de la guerra y su lenguaje” que la poesía “puede resistirse al contenido del discurso autoritario. Acaba con las certezas existentes y sus representantes oficiales. Nutriéndose de la economía de expresión, de un lenguaje concreto y físico, un poeta lucha contra la abstracción, la generalización, la hipérbole y el lenguaje heroico de los generales impetuosos y los falsos amantes por igual. Los poetas palestinos se han encontrado con frecuencia atrapados en el medio, entre dos presiones: una por parte de su audiencia, que demanda un manejo claro y directo de las preocupaciones y los temas colectivos, y otra desde dentro, que demanda lo singular, lo personal y lo genuinamente privado. Llegar al correcto equilibrio entre las dos ha sido siempre un signo inconfundible de creatividad y excelencia […]”

Barghouti sabe perfectamente que la poesía, una flor o el amor, no dan pan ni agua, no liberan pueblos ni derriban dictadores, pero que aunque la poesía no tiene efectos inmediatos, trabaja lentamente sobre la concienciación, la observación y el conocimiento de la gente. Como pueblo en choque armado, el palestino es uno de los más necesitados de la belleza del cuerpo, de la vida y del alcanzar la verdad.

A través de la imaginación poética Barghouti construye su propia percepción de la experiencia vivida; una nueva versión de la realidad, diferente de la original y sostiene que “el dispar lenguaje de la poesía es nuestra sugerencia de un lenguaje diferente para este mundo. Es nuestro intento de restaurar a cada una de las palabras su especificidad, resistir el proceso de vulgarización colectiva y establecer nuevas relaciones entre las palabras para crear una percepción fresca de las cosas. La poesía da un paso fuera de la orquesta para ejecutar un con el único instrumento del lenguaje. Por eso la imaginación se convierte en el acto de resistencia por excelencia”.

En “Verbicidio” Barghouti sostiene que la manipulación del lenguaje realizada por los israelíes para definir a los palestinos es el origen de la política genocida que viene inexorablemente después. La simplificación exagerada, unida a un marcado toque mesiánico, es la base para este autor del fanatismo y el fundamentalismo que concluyen inevitablemente en fascismo; un fascismo que utiliza un lenguaje compartido también por los predicadores de la globalización, los neoimperialistas y los diseñadores de guerras actuales. Frente a ello Barghouti opone el extraordinario poder de los sueños pequeños y terrenales, la profunda subversión oculta en lo más sencillo, y dice:

Los sueños se vuelven más trágicos y peligrosos cuando son simples. Muchos de mis poemas se basan en soñar cosas pequeñas, cosas diminutas que pueden parecer insignificantes. Hubo momentos en que la imaginación poética trabajaba para escapar de la realidad. Yo mantengo que la imaginación poética trabaja ahora para enfrentarse a ella.”

Este principio de claridad y sencillez impregna los poemas traducidos al inglés de A Small Sun, publicado en 2003 por Aldeburgh Poetry Trust, del que he se­leccionado los eficaces a la vez que conmovedores “También está bien” e “Inter­pretaciones”.


INTERPRETACIONES


Un poeta está sentado en un café, escribiendo:

la anciana

cree que está escribiendo una carta a su madre,

la joven

cree que está escribiendo una carta a su novia,

el niño

cree que está dibujando,

el hombre de negocios

cree que está meditando una transacción,

el turista

cree que está escribiendo una postal,

el empleado

cree que está calculando sus deudas,

el policía secreta

camina lentamente, hacia él.

(Mi traducción)


TAMBIÉN ESTÁ BIEN

También está bien morir en nuestra cama

sobre una almohada limpiay entre amigos.

Está bien morir, una vez,

con las manos cruzadas sobre el pecho

vacíos y pálidos

sin arañazos, sin cadenas, sin banderas,

y sin pedir nada.

Está bien tener una muerte sin polvo,

sin agujeros en la camisa,

sin marcas en las costillas.


Está bien morir

con una almohada blanca, no la acera, bajo las mejillas,

las manos descansando en las de los que amamos

rodeados de médicos y enfermeras desesperados,

sin nada pendiente salvo una elegante despedida,

sin prestar atención a la historia,

dejando el mundo tal como es,

esperando que, algún día, algún otro

lo cambie.


(Mi traducción)


Aunque Mourid Barghouti se pregunta si ésta es una época de sueños pequeños, sabe que “sin embargo, la poesía continúa siendo un arma sorprendente en nuestras manos para resistir el oscurantismo y el silencio. […] Nosotros y nosotras, los y las poetas del mundo, continuamos escribiendo nuestros poemas para restaurar el respeto al significado y dar sentido a nuestra existencia.”



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