Trasversales
Armando Montes

Un gobierno enemigo del pueblo. Un régimen al servicio de las élites

 Revista Trasversales número 33 (segunda época) [110 serie histórica] (papel), octubre 2014-enero 2015

Textos del autor
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Una variada banda de receptores de las tarjetas "opacas" de Cajamadrid/Bankia se han llevado más de 15 millones de euros, sin control alguno. Varios de esos mismos individuos recibieron al menos 62 millones de euros en créditos, algunos al 0% de interés. Según el diario El Mundo, el ministro Luis de Guindos pidió a Bankia que informase a Rodrigo Rato de la situación para que pudiese devolver el dinero antes de que el caso fuese enviado a la Fiscalía.

Una trabajadora sanitaria se ha infectado de Ébola. Las muchas irresponsabilidades cometidas por las autoridades sanitarias hasta llegar a esta situación fueron todas criticadas de forma razonaba por profesionales de la Sanidad. La incompetencia, la soberbia y el desprecio hacia la gente común y hacia las y los profesionales de la Sanidad demostrada por Ana Mato y por la Consejería de Sanidad de Madrid nos han llevado a una situación gravísima para nuestra compañera y de alto riesgo para toda la población. La prioridad ahora es curar a esa compañera [lo que afortunadamente se ha conseguido] y proteger a la población, pero esa tarea debería ser encargada a equipos de profesionales competentes, limitándose el Gobierno de España y el de Madrid a aportar todos los medios que le soliciten. Dejarlo en sus manos sería letal.

En una democracia decente estos hechos serían más que suficientes para provocar la dimisión de Guindos, Montoro, Mato y el consejero de Sanidad de Madrid. Pero hay más. Las medidas tomadas por los Gobiernos de Zapatero, desde mayo de 2010, y los de Rajoy, desde finales de 2011, han traído mucha pobreza. Sólo durante el segundo trimestre de 2014 se han iniciado 9611 ejecuciones hipotecarias de vivienda habitual, un 8,4% más que un años atrás. Crecen los cortes de luz, agua y electricidad. Muchas familias están recurriendo a bancos de alimentos, despensas populares, entidades sociales solidarias o caritativas, becas de comedor (cada vez más insuficientes), ayudas de los servicios sociales municipales (escasamente dotados y que no dan a basto), etc. El paro oficial es elevadísimo, pero esas cifras están maquilladas al ocultarse que muchas de las personas a las que se considera "ocupadas"apenas trabajan unas pocas horas a la semana. En cientos de miles de hogares no entra ningún ingreso. Los salarios bajan y desde el poder político y económico se emite el mensaje, tanto más inmoral cuando más descarados son sus derroches, de que con seiscientos euros vamos que chutamos. Una gran parte de la "clase media" no asalariada, comerciantes, pequeños empresarios, autónomos, etc., se arruina y cae en una precariedad común con la de la clase trabajadora sin empleo o subempleada. Miles y miles de jóvenes, de alta cualificación, se han ido de España, en muchos casos para ejercer empleos no cualificados... a los que en España tampoco tienen acceso.

Los servicios públicos, que tanto más necesarios son cuanto mayor es la pobreza, están siendo vaciados y saqueados. Especialmente dramático es lo que está ocurriendo con la Sanidad Pública. Y nos hablan de "recuperación". Pero vemos que hay una oligarquía que se enriquece creando pobreza y sufrimiento social.

No escuchan a nadie. Canarias es un clamor contra las prospecciones marinas, pero el ministro Soria sigue erre que erre con su plan y el Gobierno ya ha dicho que llevará al Tribunal Constitucional la consulta propuesta por el gobierno canario, como ya han hecho con la consulta promovida por el Parlamento catalán, echando agua al fuego en vez de buscar soluciones y no confrontaciones. PP y CiU tratan de hacer ver que defienden "patrias" para hacernos olvidar los recortes sociales de los que ambos son culpables y cómplices. El PP aduce una "ilegalidad" que sólo lo sería porque él se ha empeñado en no autorizar una consulta deseada por una mayoría significativa del pueblo catalán harta de agravios (sentencia 31/2010 del Tribunal Constitucional, "Ley Wert" LO 8/2013) o que ve en la independencia una oportunidad para abrir un proceso constituyente. CiU, desbordada por lo que ocurre, finge ir al frente, para salvar algunos muebles y tapar el caso Pujol, tan parecido a la trama Gürtel. PP y CiU tenderán a acercarse para defender los intereses de los grandes grupos capitalistas.

Para sostener tales desmanes el régimen político de 1978 está siendo vaciado de derechos políticos y sociales y haciéndose cada vez más autoritario. Much@s sindicalistas (de verdad, no de tarjeta) están perseguidos por haber defendido los derechos laborales, mientras que la ministra de Trabajo permite que en torno a un 60% de las horas extras no se paguen. Hostigan manifestaciones y concentraciones, intentando provocar enfrentamientos. Desde los ministerios de Interior y Justicia se generan leyes para recortar las libertades. Intentaron restringir el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad, pero la reacción feminista y de la sociedad ha echado a Ruiz-Gallardón.

Hay que echar a este Gobierno y a cualquier otro que sea cómplice, sicario y socio de las élites que nos exprimen. Han ido demasiado lejos, perdiendo cualquier legitimidad que les pudieran dar los votos que recibieron. Este Gobierno es un enemigo del pueblo y el pueblo tiene derecho a rebelarse contra él.

El camino menos traumático para salir de esta situación sería la convocatoria inmediata de elecciones generales, sin olvidarnos de mantener nuestras luchas y redes de solidaridad, sin las que nada seremos gobierne quien gobierne. Elecciones porque este gobierno no tiene legitimidad. No para volver a lo de siempre, claro está, pero eso ya es nuestra decisión. Quienes alardean de ser los únicos capaces de gobernar lo que hacen es defender intereses ilegítimos. Su presencia en las instituciones, gobernando o en la oposición, no nos ha sido nada "útil".

Es la hora del cambio de gobierno que ayude a ir hacia un cambio de régimen, hacia más democracia, para que nos sea más fácil empezar a transformar un sistema injusto y elitista. Hay opciones alternativas y si no las hubiera podemos construirlas. Si queremos que todas las personas tengan un techo, luz, agua, un empleo o un ingreso mínimo garantizado, acceso a la educación y a la sanidad, si queremos libertad y democracia, hay un gran trecho que podemos hacer en común. Y ya buscaremos soluciones para aquello que nos diferencia. De inmediato, urge echar a este Gobierno, urge poner manos a la obra y constituir democracia política y democracia social. ¡Váyanse!



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