Trasversales
Jesús Jaén

Reflexiones del día después

Revista Trasversales número31 mayo 2014 (web)

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del autor

Jesús Jaen es trabajador de la Sanidad pública madrileña



La larga onda del 15M ha entrado en su ciclo político. Hasta ahora las grandes sacudidas de la indignación habían sido esencialmente sociales: las calles, las Mareas o las grandes marchas por la Dignidad. Después de la jornada de ayer se puede afirmar con rotundidad que la indignación se ha empezado a transformar en respuesta política. La aparición de Podemos con 1.250.000 votos y la crisis de los dos partidos del sistema son los grandes hechos de las elecciones del 25 de Mayo.

Para los que iniciamos este proyecto es una alegría inmensa. Pero lo es doblemente porque el reto electoral era una asignatura pendiente. Podemos ha podido. Y lo ha hecho tanto por los valores y capacidades de sus candidat@s, como por una situación de emergencia social que se ha trasladado de las calles a las urnas. Creo que la gente ha percibido dos necesidades básicas: la primera, que era la hora de cambiar, y la segunda, que se necesitan unas nuevas formas de hacer política.

Podemos representa esas dos cosas. Podemos es un viento fresco y rebelde. Y también es auto-organización, círculos asamblearios, un programa en el que hemos contribuido miles de personas, elecciones primarias donde elegimos a l@s candidat@s, financiación propia no bancaria y cuentas claras.

A partir de ahora, los retos y desafíos son apabullantes. No solo para Pablo, Teresa, Villarejo, Lola o el otro Pablo. ¡No les dejemos sol@s! El desafío es colectivo. No deleguemos en ellos y ellas. Caminemos lo que nos queda -que es mucho y complicado- construyendo miles círculos de Podemos en todas las esquinas y rincones del Estado español (porque las elecciones no se ganan en un día sino en el trabajo gris y cotidiano de miles de personas remando durante meses en la misma dirección).

Mi segunda conclusión es también muy simple. Sigamos pegados –como uña y carne- a la gente, a los problemas de la gente. Que esta victoria no nos nuble la vista. Ahora más que nunca nuestro lugar es junto a los que resisten, ya sean los de Coca Cola, Pan Rico, las familias desahuciadas, l@s parad@s, l@s profesionales de la Sanidad o la Educación.

Por último, una tercera reflexión. Podemos somos tercera fuerza en Madrid, Aragón, Asturias, Cantabria, Baleares y cuarta fuerza en casi todos los demás sitios. Pues bien, sería un error creer que con 1.250.000 votos podemos cambiar la situación. La correlación de fuerzas entre las clases dominantes y dominadas, y entre sus representantes, es aún desfavorable (más aún cuando ellos movilicen a los que ahora no han votado). Mi opinión es que hay que hacer una propuesta para construir un Frente Amplio político y social donde estemos todas y todos los que nos movimos para defender la democracia, los servicios públicos, el empleo, los derechos de la mujer o el medio ambiente.

Hay que echarlos y juntos lo vamos a conseguir.