Trasversales
Lois Valsa

"Y sin embargo se mueve"... el sector cultural en Madrid (otoño 2013)

Revista Trasversales número 30, diciembre 2013 (web)

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Me gustaría que este extenso texto fuese una ESPECIE DE HOMENAJE al sector cultural madrileño maltratado por la desidia, la incapacidad y la mediocridad de nuestros gobernantes. Según datos del Anuario de Estadísticas Culturales 2013, elaborado por el mismo Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el sector cultural perdió, en 2012, 1978 empresas y 24.000 empleos (5% del total). La crisis afectó a prácticamente todas las áreas.

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El sector de la industria cultural en España sobrevive en un estado de abandono y necesita una política de Estado
(Autores del "Anuario de las artes escénicas, musicales y audiovisuales 2012" de la SGAE).


Introducción general

En el último Informe de la SGAE "se describe una situación desesperada de un sector, el de los bienes y servicios culturales, que va a la deriva, en caída libre y global. En algunos casos, especialmente en el de la danza, el descenso es en picado hasta el punto de que se encuentra 'en trance de desaparición', en palabras de Francisco Galindo, secretario de la Fundación SGAE, entidad responsable del anuario" (El País, 29/10/2013). En síntesis: "La situación es complicada. Hablamos de un año en el que hay una bajada importante en todas las industrias relacionadas con la cultura, en muchos casos alrededor del 10% y que culmina un quinquenio terrible en el que hemos perdido un 30% en las artes escénicas", dice Antonio Onetti, presidente de la Fundación. Sigue: "En 2012, un año más, los descensos se acusan en todos los ámbitos del sector cultural analizados. El teatro ha bajado en todos los indicadores existentes", a pesar de la ayuda presupuestaria de 2014. "En el momento en que sectorializas actividades que ya de por sí son más minoritarias, la posibilidad de desaparecer es un horizonte real. En el caso de la danza, no se trata de una exageración".

El Informe también destaca que en los últimos cinco años los descensos acumulados son de grandes dimensiones y que la tendencia negativa continúa: "Los elementos coyunturales -que ya parecen estructurales-, como el descenso de los presupuestos públicos y las caídas en los niveles de renta de los ciudadanos, parecen indicar que tal tendencia no se modificará en los próximos años". La caída del consumo cultural está claro que es por la pérdida de poder adquisitivo ya que, por el contrario, se ha visto cómo ha aumentado el consumo de televisión y radio que es gratuito. El éxito de la Fiesta del Cine es otro ejemplo a tener en cuenta. Otra cosa que está clara es que la subida del IVA ha supuesto "la puntilla al sector" y para los ingresos de Hacienda ha sido negativo ya que se ha recaudado menos a partir del aumento del IVA. El IVA es perjudicial para la industria y para los usuarios.


Postdata urgente contra las privatizaciones

Curiosamente, y absurdamente claro está, en un momento como el que hemos visto antes en que la situación del sector cultural es crítica (por poner otro ejemplo, en conjunto, el Área de las Artes es la única cuyo presupuesto bajará en 2014, un 5,4%, y, en los últimos años el recorte ha sido del 40%), el Ayuntamiento de Madrid aprovecha para buscar gestores privados para las catorce grandes infraestructuras culturales, auditorios y multiusos de la capital. Es decir: va a dejar en manos de empresas espacios construidos con dinero público. Este insensato paso definitivo lo dio el miércoles (13 de noviembre) en la reunión del consejo de administración de Madrid Destino, empresa en la que trabajan 392 personas. Allí, el nuevo consejero delegado, Pablo del Amo, presentó una declaración de intenciones que pretende rentabilizar, externalizar y, lo más importante, convertir la nueva sociedad en una empresa mixta donde el capital privado podría, llegado el caso, ser mayoría. No hay que decir que esta propuesta despertó una alarma en el sector cultural. Esto hizo que el Ayuntamiento, rápidamente y sin el más mínimo sonrojo, desmintiese la privatización de sus equipamientos culturales diciendo que no se iba a "privatizar", es decir cambiar la titularidad que no la gestión, que es el auténtico objetivo, ni cerrar ningún teatro, sino que se quiere "reestructurar para evitar duplicidades para no mermar la capacidad de gestión".

Sin embargo, además de que de la privatización ya se viene hablando hace tiempo e incluso ha habido protestas en algunos teatros, existe un documento de Madrid Destino que dice así: "dejará de fijar, planificar, dirigir, desarrollar y financiar políticas de programación, de contenidos y de proyectos o actividades de promoción cultural". Tampoco se hará cargo de "la dirección artística o cultural ni de la programación cultural municipal" de los teatros de titularidad pública. Por otra parte, la externalización afectaría a Madridec (Madrid Arena, Pabellón Satélite, Pabellón de Cristal, Pabellón de Convenciones, Teatro Auditorio, Escenario Puerta del Ángel, Palacio de Congresos y Caja Mágica) y a las seis de la ya extinta Macsa (Conde Duque, Matadero, Teatro Fernando Fernán Gómez, el CentroCentro, Circo Price y Teatro Español). Por el momento, el Palacio de Congresos ya ha salido a concurso público. Los trabajadores del Fernán Gómez ya han sido advertidos por la dirección de que ellos serán los siguientes. Las únicas dudas de esta privatización entre descarada y encubierta, aunque no está descartado, están en el Teatro Español, cuyos estatutos se están redactando. El resto, podría hacerse por separado o en lotes de dos o más instalaciones.

En esta cuestión en el equipo de la alcaldesa del Ayuntamiento de Madrid aparece clara una división interna sobre el modelo de gestión cultural que se ha mostrado sobre todo dos días después de que el mundo de la cultura rechinase por "la declaración de intenciones" de Del Amo. Por un lado, la postura de Pedro Corral, presidente de la empresa Madrid Destino, la empresa municipal de gestión cultural, y edil de Las Artes, es de que la cultura "no tiene por que ser rentable, pero lo que tiene que ser es viable". El Ayuntamiento "no está en privatizar ni en remunicipalizar" (en ciudades de Alemania y de otros países se está volviendo a remunicipalizar como salida viable a la crisis). Para Corral privatizar sería vender los teatros pero para la oposición privatizar es dejar la gestión cultural municipal en manos de empresarios privados. "Manteniendo el control público, no pasa nada porque la programación la haga un operador privado, igual que no son funcionarios los que actúan. En el Fernán Gómez se ha hablado con empresarios, pero de eso a tenerlo todo cerrado hay un trecho", se defiende Corral. Al tiempo, ha advertido de que sí va a haber despidos. No se trata solo de un debate cultural o político. La oposición, por su parte, le pide mano firme con su consejero delegado, Pablo del Amo, un gestor elegido por la alcaldesa y de su máxima confianza. Y le pide una apuesta por el teatro público. Por otro lado, del Amo sería la línea dura de Madrid Destino: antes he comentado sus planes. Una vez más el absurdo es que se habla de privatización ahora mismo en un momento en que los teatros municipales, por ejemplo, están ganando espectadores (este año lograrán un 20% más que en 2012). La subida de público se explica, sin embargo, por la bajada del precio de las entradas que dará unos ingresos de taquilla inferiores.

Para la responsable de Cultura del grupo municipal socialista, Ana García D'Atri, los efectos serán incluso peores: "Parece que el Ayuntamiento está renunciando a la gestión de la política de cultura, ocio y parte del deporte de la ciudad. La gestión del PP creó un problema económico evidente. ¿No pretenderán que la cultura genere ahora el dinero necesario para pagar el mantenimiento de las infraestructuras mastodónticas que construyeron?". "Nosotros queremos que la cultura sea accesible a todos y que haya un criterio que no sea el de la 'mercacultura': lo que no es rentable no tiene lugar", concluye. Pero la pregunta de fondo sigue siendo dónde estuvo la oposición frente a estos desmanes que se vienen produciendo desde hace tiempo. Y sobre todo cómo, en qué manera y en qué grado, fueron cómplices de ellos. Pensemos en las privatizaciones que empezó el gobierno del señor Felipe González (por no hablar de intentos de políticas represivas como es el caso de la misma Ley Corcuera que reproduce ahora este gobierno del PP), desde hace tiempo muy bien situado en la empresa privada. ¡Desde luego no nos han educado con el ejemplo! O la desgraciada segunda legislatura del gobierno del señor Rodríguez Zapatero y su cambio en la Constitución que abrió la Caja de Pandora del saqueo y el camino al PP para poder llevárselo todo por delante.

Por último, en relación con esto, hemos podido contemplar cual ha sido la actitud del Ayuntamiento ante el conflicto de empleados de limpieza viaria y jardinería, la primera huelga "proletaria" en mucho tiempo, un servicio entregado a concesionarias privadas al que han querido practicar un ERE y bajarle el sueldo a los trabajadores que quedaban después de dicho ERE, sin hablar de los despidos de agosto de los que casi nadie se acuerda. ¿Por qué traer esto a colación? Pues porque para finalizar la huelga el Consistorio ha tenido que recurrir nada menos que a una empresa pública como Tragsa también con un ERE pendiente (y han tenido que traer trabajadores de fuera de Madrid porque en principio los de aquí se negaban a hacerles el trabajo sucio al Ayuntamiento) para "esquirolear" a los trabajadores en huelga. Así vamos viendo en qué consiste una privatización que al final vuelve a la pública. Dichos trabajadores los ha contratado nada menos que a través de una ETT, acto que los sindicatos han considerado ilegal. Los trabajadores en huelga han luchado a fondo y creo, aunque no está claro aún el resultado de la huelga, que han ganado posiciones en su conflicto. Lo cual viene a demostrar que el único camino contra tales imposiciones es la lucha persistente.

Llegados a este punto, no hay que olvidar, ya que se debe tener muy en cuenta, que las privatizaciones del sector cultural, y otras, son copias del contrato integral de la de la limpieza. "Van a copiar el contrato integral de limpieza: externalizan, reducen el presupuesto y despiden gente, pero juegan con algo peligroso como es la cultura y el turismo de Madrid", critica el secretario general de la sección sindical intercentros de CCOO en el Ayuntamiento, Pedro Delgado. Para él, esto sería el resultado de su aviso anterior: "Lo veníamos avisando. Pablo del Amo llegó al Ayuntamiento con Villalonga diciendo que venía a hacer negocios". En eso están: en arrasar todo lo que pillan por delante. No tienen límites y cuentan con mayorías absolutas en las instituciones y la incapacidad de la oposición y una inercia y una apatía despolitizada ciudadana, con algunas excepciones de resistencia ante el avasallamiento. La lucha de los trabajadores de las basuras, con sus insuficiencias, es un buen ejemplo. Ya se está anunciando una huelga de los trabajadores del alumbrado. ¡Igual pasamos las fiestas a oscuras! Como también lo es la plataforma antideshaucios como modelo resistente ante el empuje depredador del último eslabón de una cadena neoliberal que nació en los ochenta. ¡Como no les frenemos arrasan todo! Se necesitan las máximas alianzas posibles para que nuestra sociedad indefensa se enfrente a este proceso devastador. Este gobierno de Mariano Rajoy está, por un lado, machacando a los más desfavorecidos, y, por otro lado, prepara una serie de medidas represivas por si la gente se levanta contra sus políticas aliadas del poderoso mundo financiero.

En este sentido, la Ley de Seguridad Ciudadana que prepara el Gobierno es la última guinda de la tarta represora. El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, calificó ayer de "apresuradas" las críticas al anteproyecto de Ley para añadir que el texto está en su fase inicial: "Queda mucho recorrido y mucho debate. Entiendo que se hayan producido opiniones y que son respetables, pero hay que poner de manifiesto que estamos en una fase muy preliminar". Esta respuesta se debe a que ha habido un clamor contra dicho anteproyecto que ha unido en la crítica a partidos, sindicatos policiales (SUP) e incluso ha hecho que la PAH llame a la desobediencia contra esta Ley que denomina "anti-15M. Algunos jueces ven "inconstitucional" parte de la nueva Ley de Seguridad. La Asociación de Jueces Francisco de Vitoria cree que el anteproyecto "recuerda a la Ley de Vagos y Maleantes o a la de Rehabilitación Social del franquismo". Algún diputado ha hablado de "la Ley de la patada en la puerta" en clara referencia a la Ley Corcuera (nombre del ministro) de 1992 que facultaba a las Fuerzas de Seguridad a entrar en los domicilios si tenían conocimiento de que dentro se cometían delitos. Las 10 infracciones catalogadas de "muy graves" de aquella se elevan ahora a 21. La sanción se mantiene entre 30.000 y 600.000 euros.

Por último, no hay que olvidar, para entender mejor este proceso en el que nos vemos envueltos, el fondo ideológico de esta historia, que los neoliberales (los "neocons" que es como se les conoce a nivel ideológico programático) aprovecharon la globalización mundial desde los ochenta, con la ideología de los Thatcher y Reagan y los "Chicago boys" que estuvieron detrás de las dictaduras en Latinoamérica, para dar un "golpe de estado invisible", no sangriento, e ir ocupando casi todas las instituciones. Pero, como señala Todorov en su libro aún reciente, Los enemigos íntimos de la democracia (editado por Galaxia Gutenberg), de aquel neoliberalismo se ha ido pasando a este ultraliberalismo que trata de desmantelar, ya en una segunda fase, las instituciones conquistadas y cualquier forma de resistencia de los Estados y los Sindicatos. Este proceso privatizador es el que también se está aplicando en la Unión Europea y en España con la política de recortes de las instituciones dominadas por los ultraliberales. En este proceso, como dice muy bien Paul Krugman, que lo está viviendo en su país, EEUU, frente a los republicanos a los que no les importa arrasar con todo (¡habría que estudiar y ver el fondo apocalíptico de esta ideología!), lo que les mueve es la pura "ideología" del capitalismo más salvaje, nada que ver con el bien común, y por ella están dispuestos a sacrificarnos a todos en su altar. En las teorías apocalípticas los creyentes son los que creen salvarse del Mal en sus diversas plagas o resucitar al poco tiempo para vivir felices en su Paraíso.


Libro: mercado editorial

El panorama cultural se presentado muy nublado en este otoño madrileño con el mercado editorial en una crisis profunda en la que las cifras de facturación de la industria del libro vuelven a los niveles de 2001, aunque el descenso de ventas, grave en el libro de bolsillo, ya provenga del comienzo de la crisis de 2008. Tan nublado que ha hecho exclamar y clamar, durante la presentación del informe del sector en 2012, al presidente de la Federación del Gremio de Editores de España (FGEE), Javier Cortés, que "se está poniendo en juego la supervivencia de la creación cultural". No hay que olvidar que ésta era la primera industria cultural de España hace una década. Desde el comienzo de la crisis en 2008 el sector acumula una caída del 28,9% y el libro de bolsillo un 24,2% y el digital es el 3% del total de la industria. Así pues el libro de bolsillo sigue en caída libre y el electrónico no despega. Los únicos datos positivos son las exportaciones que crecen en un 4,1% y gracias a Latinoamérica el descenso se amortigua.

El premio Cervantes Juan Marsé lo ha sintetizado en la cresta del señor Wert: "En el terreno estrictamente de la educación, desde parvularios hasta la cresta del señor Wert la cosa está fatal". Si a los políticos no les ha interesado nunca la cultura, señala el gran escritor, "a este menos". Aclara: "Tenemos unos políticos mediocres, ineficientes y encima corruptos y nada se puede esperar de ellos". Y remata: "Es una pandilla de ineptos al frente de estos problemas sobre los que ni tienen interés en resolverlos ni capacidad para hacerlo".

Los cálculos del primer semestre de 2013 indican ya un descenso del 10% según señaló Cortés en la presentación de LIBER en Madrid. Un sector esencial en la economía y la cultura está siendo inexplicablemente abandonado y las bibliotecas públicas, por la desidia de este Gobierno, se están quedando sin presupuesto. Valeria Ciompi, editora de Alianza, lamenta que la cultura y la lectura se vean como algo accesorio y superfluo al tiempo que señala la gravedad del hecho de que no se favorezca por parte del Gobierno que los ciudadanos tengan acceso a la lectura y a los libros. O como dice la escritora Marta Sanz en relación a la ruptura del vínculo entre lo cultural y lo educativo: "Fomentan políticas que demagógicamente desvinculan lo uno de lo otro y plantean el falso dilema de valorar qué es más necesario. Se fomenta una ideología de prioridades y de males menores que es perversa. Esas dicotomías son falaces porque cultura, educación e investigación son ámbitos que se retroalimentan". Incluso la literatura infantil y juvenil que resistía bien la crisis ya se resiente. Reina Duarte de la editorial Edebé en relación a la literatura de jóvenes y niños señala: "Es esencial que ellos tengan una oferta cultural y literaria. Con la situación actual estamos coartando esa libertad y afectando la formación cultural del niño, de los ciudadanos".

En este sentido, o en medio de este sinsentido europeo, una vez más ha sido Francia la que se ha enfrentado a las grandes empresas como Fnac, Amazon y otras al aprobar su Asamblea Nacional por unanimidad una propuesta de ley para prohibir que el envío gratuito se añada al descuento sobre el precio de los libros. Así se ha recuperado en Francia el espíritu de la ley del ministro socialista Jack Lang de 1981 relativa al precio del libro. Una propuesta de ley, presentada por diputados de la Unión por un Movimiento popular que ha sido aprobada incluso por diputados de la oposición conservadora, cuyo objetivo es evitar lo que los libreros independientes consideran una competencia desleal por parte de los gigantes del comercio electrónico. Estos no podrán añadir al descuento legalmente autorizado del 5% en el precio del libro la gratuidad de los gastos de envío. La ministra de educación socialista criticó en el debate en la Asamblea la "estrategia de dumping, de venta con pérdida", que practica Amazon, la multinacional de Jeff Bezos: "Cuando estén en posición dominante y hayan borrado nuestra red de librerías, subirán los precios". Por suerte, poco a poco, a veces de golpe, se están desvelando las prácticas de Amazon y desmitificando a la gran compañía. Es un hecho que Francia protege a sus libreros y a su Cultura ¡En España, por el contrario y por unanimidad del PP frente a los demás grupos parlamentarios, lo que se ha aprobado es la retrógrada Ley de Educación del ministro Wert!


Arte

Contexto introductorio. Frieze

Este comienzo de temporada ha sido curioso por la apuesta de espíritu zen de esta feria de Londres por reducir el número de galerías (de 180 a 152) y reducir visitantes en un 10%. Un curioso caso de una feria de arte que ya no quiere crecer para no caer en la banalización. Cerca del 80% de los visitantes del año pasado no eran profesionales pese a que la entrada cueste 50 libras (60 euros). ¡Y otro dato curioso es que la mitad eran menores de 35 años! Otra novedad de esta feria aunque esta tendencia ya venga de años atrás es que la pintura ha recuperado la primacía frente al conceptual y la instalación. "Ha vuelto el placer sensorial por puro escapismo", dice la veterana galerista neoyorquina Marian Goodman quien regresa a la feria tras cuatro años de ausencia. Además de la pintura se nota el arte feminista y los nuevos talentos del arte africano. La comisaria de la Frieze Foundation, Nicola Lees, que ha coordinado una serie de proyectos para la feria, opinaba que "Aquí se encuentra de todo, lo elitista como lo accesible: En función de lo que desees ver, vivirás una experiencia y la contraria". Uno de los proyectos que precisamente ha levantado polémica es el de la finlandesa Pilvi Takala, ganadora del premio Emdash, destinado a un artista prometedor, quién decidió donar la cantidad del premio, 7000 libras (8200 euros), a unos niños de un barrio desfavorecido del este Londres. Y no como acto de caridad, sino como parte de un proyecto artístico que va a documentar cómo esos chicos de entre 8 y 12 años se gastaron el dinero, un resultado que se desveló en la feria. Por último, como complemento a esta feria con su clásica carpa en Regent`s Park, y a sólo quince minutos de distancia, y no como competidor como algunos lo ven, se ha celebrado la segunda edición de la feria Frieze Masters, especializada en el arte anterior al año 2000, que ha incrementado el número de expositores de 90 a 130 en esta edición y ha logrado un fuerte volumen de ventas. De todas formas, la galerista Juana de Aizpuru que había temido el año pasado que la Masters se cargase a la tradicional, reconoce que la Frieze de este año ha sido mejor en cuanto al público y a las ventas. Helga de Alvear ha apostado por un solo artista: Jorge Galindo. Maisterravalbuena, veterana ya de Frame, espacio dedicado a las galerías jóvenes, lo hicieron por Néstor Sanmiguel. En una esquina bien visible Gagosian lucía a Jeff Koons.


Exposiciones


En Madrid, después del esfuerzo dedicado por Manuel Borja-Villel, y todo el equipo del museo Reina Sofía, a la magnífica, y además exitosa, por cierto la más exitosa de las últimas temporadas, la exposición dedicada a Dalí, el director mantiene que la cultura es beneficiosa también económicamente y una importante inyección de vitaminas y de ingresos para Madrid. En estos momentos, la oferta cultural de la capital nada tiene que envidiar hoy a la de las grandes ciudades del mundo. No hay nada más que darle un repaso al comienzo de la temporada artística.

En estos tiempos de crisis y a pesar de ella, las galerías y museos de Madrid han comenzado la temporada con una oferta de gran nivel. Las galerías fueron las primeras en despegar con una "Apertura" conjunta de 50 exposiciones. En la capital se podrá ver durante esta temporada la obra de 500 artistas españoles y extranjeros en 230 exposiciones. A destacar en este temporada otoñal madrileña Dan Flavin y Donald Judd y Esteban Vicente en Elvira González, Esteban Lisa y la Escuela de Altamira en Guillermo de Osma, Alicia Framis y Cristina García Rodero en Juana de Aizpuru, Slater Bradley y Marcel Dzama en Helga de Alvear, Hreinn Fridfinnsson e Ignasi Aballí en Elba Benítez, August Sander y Mary Ellen Mark en La Fábrica Galería, Antonio Assis en Freijo Fine Art, José Ramón Amondarain y Aitor Ortiz en Max Estrella, Angel Bados en Moisés Pérez de Albéniz, Jorge Barbi en Bacelos, Alfonso Fraile-Antón Lamazares en Rafael Pérez Hernando, Elvis. El nacimiento del rock´n Roll. Alfred Wertheimer, o en la New Gallery la curiosa y exacta reproducción del estudio de Santiago Talavera.

Si las galerías alcanzan un buen nivel, los museos también han sabido estar a la altura de las críticas circunstancias. La Fundación Mapfre ha sido la primera en arrancar con fuerza, en sus salas de Recoletos y hasta el cinco de enero, con una antológica exposición de uno de los primeros movimientos artísticos de la modernidad a mediados del siglo XIX, Macchiaioli. Realismo impresionista en Italia, sobre los impresionistas italianos, adelantados en una década a los impresionistas franceses. Una antológica, por primera vez en España, muy bien ordenada sobre esta "hermandad" ("manchistas") muy poco conocida para nosotros, que se mueve entre el retrato y el paisaje. El gran director de cine Visconti ambientó sus películas Senso y El Gatopardo sobre la nueva imagen del Risorgimento que construyeron a partir de valores puramente plásticos estos pintores (se puede ver un video al final de la exposición). Y antes un pequeño conjunto de obras del pintor español Mariano Fortuny que compartió con ellos, aunque desde un planteamiento completamente distinto, algunos puntos de vista y algunas maneras. También en Recoletos y hasta el 5 de enero, se podrá ver una importante exposición de fotografía, comisariaza por Alejandro Castellote en fotografía y por Amalia Descalzo en moda, España contemporánea. Fotografía, pintura y moda; una exposición que se encuadra dentro del proyecto editorial América latina en la Historia Contemporánea, que aborda la historia de todos los países de América latina y de aquellos que, como España, Portugal, Francia o Estados Unidos, desempeñaron un papel fundamental en la creación de cada una de estas diferentes identidades nacionales. La colección se compone de cinco volúmenes dedicados a cada país con historias trasversales que intentan construir una imagen más verdadera de estos países. Esta muestra de Mapfre presenta una cuidada selección de fotografías que recorren la historia de España a lo largo de los dos últimos siglos, desde la invención del daguerrotipo hasta el bombardeo de imágenes con el que convivimos en la actualidad. De forma paralela la exposición recorre la evolución del traje femenino a lo largo de este periodo. Por otro lado, en las salas de la Fundación en Azca, se muestran, hasta el 24 de noviembre, las fotografías ("No son fotografías, son historias") del estadounidense William Christenberry (1936), un fotógrafo impulsor de la fotografía en color que construye un relato parcial del paisaje tradicional del Sur de los Estados Unidos, sobre todo a partir de su arquitectura. Muchos de sus temas son fotografiados durante años con lo que nos muestra el paso del tiempo.

A diferencia del curso pasado en el que el Impresionismo era la moda en éste parece ser que es el Surrealismo el que lleva la voz cantante con dos importantes exposiciones en Madrid. La primera es una densa muestra con cerca de 200 obras centrada en la fantasía de la estampa el dibujo y la fotografía, hasta el doce de enero, en la Fundación Juan March (Surrealistas antes del Surrealismo), que abarca desde el Medievo hasta la actualidad y que requiere bastante tiempo si uno quiere entrar en los detalles. Son los precursores de Durero a Goya, o sea el árbol genealógico del Surrealismo, que, a diferencia de otros movimientos vanguardistas que querían erigirse sobre el arte del pasado que previamente habían destruido, busca antecedentes en los siglos anteriores. Ya el director del MOMA, Alfred H. Barr, se había atrevido en 1936 a confrontar en una exposición obras de artistas del siglo XX con artistas de un pasado tan remoto como el siglo XV. Esta muestra que proviene del Germanisches Nationalmuseum de Nuremberg está comisariaza por Manuel Fontán del Junco, director de exposiciones de la Fundación, y por Yasmin Doosry, directora del gabinete de obra gráfica del museo de Nuremberg. La otra exposición se puede ver en la Fundación Thyssen, también hasta el 12 de enero, El surrealismo y el sueño. Está comisariada por José Jiménez cuya tesis es que el surrealismo no fue un movimiento artístico más, sino una actitud ante la vida en la que se vincula surrealismo, sueño e imagen en una porfía de libertad. Consta de cerca de 170 obras entre pinturas, esculturas, dibujos y fotografías, y una importante presencia del cine, que indagan en el universo onírico de algunos de los artistas más relevantes de este grupo de vanguardia, de André Breton a Dalí. En ella se pone de relieve el papel del cine, el de las artistas mujeres y de algunos artistas de Europa Oriental. La exposición está organizada no por salas sino en ocho segmentos que comienzan con "Los que abrieron las vías (de los sueños)" como Grandville u Odilon Redon.. Arranca desde mediados del siglo XIX y termina con algunas obras de la década de 1960 aunque la mayoría corresponde a los años 30, 40 y 50., los años fulgurantes de este movimiento. Algunos artistas faltan y algunas obras pueden sobrar.

En el Reina Sofía, además de los creadores internacionales emergentes reunidos en Fisuras (Alejandro Riera, Gabriel Acevedo Velard y María Laboda), se puede ver, hasta el 24 de febrero, una interesante exposición de fotografía que repasa la obra del fotógrafo inglés Chris killip: Work (1946), un fotógrafo que contribuyó a modelar la cultura fotográfica de los años 1970 y 1980 con su obra documental sobre la vida de la clase obrera del norte de Inglaterra; y sobre todo la cuarta intervención del director en la colección permanente sobre un periodo preñado de acontecimientos, Entre el tardomodernismo y la globalización: prácticas artísticas durante las décadas de los ochenta y los noventa, a partir de la Transición. Es esta su particular reordenación de los fondos de la colección permanente en lo que se refiere a los años ochenta y noventa. El título de la muestra proviene de una pieza completada por un video sobre la visita de la pareja de artistas Fischli/Weiss (el segundo ha muerto en 2012) a una galería. El subtítulo de la muestra es la propuesta del recorrido como un interesante y intenso viaje entre el tardomodernismo y la globalización a lo largo de esas dos décadas. Una época en que el neoliberalismo conquistó las instituciones y el mercado alcanzó el poder. Una época de mínima resistencia que queda reflejada en el mundo del arte a través, no de una visión lineal de nombres propios sino de una constelación de conceptos, que a su vez es el preludio a la cuarta remodelación mas demorada de lo previsto por la crisis. "La nueva propuesta es un ensayo", afirma el director. Una construcción teórica en forma de "discurso" que comienza con la "vuelta al orden" de Reagan y Thatcher, que son los de la pieza de Fischli/Weis, además de las factografías de Sekula y Partaut y un video de Joaquim Jordá, en los estertores de la lucha de clases. "Un repaso a los intentos de los artistas de aquellos años de encontrar espacios de resistencia en un mundo globalizado". Una propuesta, pues, polémica. "Cada lectura es siempre una opción", resiste el director sobre las ausencias. Un replanteamiento crítico de la utilidad de las imágenes en medio de su sobredosis y de la institucionalización del sistema arte.

En el palacio de Cristal del Retiro (Reina Sofía) se muestra, hasta el 23 de febrero, la intervención (ESCENA), CON UNA PASARELA EXTERIOR ELEVADA QUE RODEA EL EDIFICIO, de uno de los artistas más destacados de Europa del Este en la última década y ya con proyección internacional, el eslovaco Roman Ondák (1966), en su primera individual en España que quiere "respetar el poder de este singular edificio y que la gente interaccione con la obra. Nos aclara que "la intervención en el palacio de Cristal es un juego entre lo que ves y lo que imaginas, entre lo que es real y lo que es arte que imita a lo real".

En el Palacio de Velázquez del Retiro (Reina Sofía) se puede ver hasta el 18 de mayo de 2014 una magnífica exposición, Idea: Pintura Fuerza. En el gozne de los años 70 y 80, en la que participan cinco pintores españoles de esa época (Alfonso Albacete, Miguel Angel Campano, Ferrán García Sevilla, Juan Navarro Baldeweg y Manolo Quejido). La exposición está comisariada por Armando Montesinos y consta de actividades paralelas como un encuentro en el que participan el comisario, el periodista y crítico de arte, Mariano Navarro y el profesor de Historia del Arte, Juan Pablo Wert. En esta exposición "se aborda una situación específica de la escena artística española, en la que la crisis de la vanguardia y de la idea de modernidad se hace visible a través de la práctica pictórica- entendida como territorio de pensamiento y de producción de estrategias creativas- de los cinco artistas que participan en la misma" En ella hay que alabar, además del gran nivel de la calidad de las obras de estas individualidades pictóricas muy fuertes que no llegan a ser un grupo, la gran fluidez de su fresco y dinámico montaje. Una exposición, en suma, que se constituye como un "ensayo" que trata de entender la pintura de aquellos años, de 1976 a 1984, un periodo histórico de profundas transformaciones sociales y culturales, como expresión de procesos de pensamiento.

En el Reina Sofía se ha inaugurado también, comisariada por Jean François Chevrier y hasta el 31 de marzo, una muestra colectiva Formas biográficas. Construcción y mitología individual, una exposición que examina el modelo constructivo de la biografía tal como se ha aplicado a la actividad artística, a partir de elementos documentales o ficticios, de artistas y literatos tales como Louise Bourgeois, Giacometti, Kafka, Munich, Gustavo Doré, Michelongelo Pistoletto, Maruja Mallo, Jeff Wall, Francesca Woodman etc. Una exposición en la línea de las "exposiciones de tesis" sobre conceptos claves de la Modernidad (el Reina Sofía ya hecho otras como el Atlas de AIDI-Huberman), en las que se cuestiona el "yo interior". Precisamente sobre este tema el comisario lleva muchos años investigando y esto se puede apreciar y se ve claramente en la acertada selección de obras y artistas que se presentan en ella. Sin embargo, a mí, a pesar de reconocer el esfuerzo investigador de esta muy importante exposición, me han quedado dudas de si no se ha querido abarcar mucho, su densidad es pasmosa, aunque en la línea de otras exposiciones del museo, y no se acaba uno perdiendo por las ramas y las divagaciones de tanto material acumulado. Es decir, sin llegar a expresar con claridad a través de las obras expuestas el centro neurálgico de un tema que, en apariencia, se muestra nítido en el planteamiento de "Construcción y mitología individual", cuya raíz se afirma que es "un pensamiento de Kafka (su propuesta de investigaciones autobiográficas) que examina el modelo constructivo de la biografía, tal como se ha aplicado a la actividad artística, a partir de elementos documentales o ficticios". Esta exposición va acompañada como siempre de actividades paralelas.

El Círculo de Bellas Artes ha empezado fuerte con una gran exposición, coproducida por La Fábrica y la Fundación Barrié de A Coruña, Catalá Roca. Obras maestras, que se puede ver hasta el 12 de enero. Catalá (1922-1998) es un fotógrafo fundamental en la fotografía española, aunque poco reconocido en el exterior, que realizó más de doscientos mil negativos que documentaban, casi como un estudio etnográfico, cómo cambiaba España. Hace una década se pudo ver una exposición suya en el Reina Sofía, una retrospectiva a partir de su visión sobre Madrid y Barcelona. Esta ambiciosa muestra de 150 piezas está comisariada por Chema Conesa y se pasa un poco cuando se lo quiere comparar con Cartier-Bresson o Brassaï y cuando se titula obras maestras pues todas no lo son. De la misma manera que se excede, a pesar de que el montaje está bien, en el ostentoso tamaño de las fotografías. La iluminación a veces tampoco es la adecuada y eso hay que cuidarlo. A pesar de estas críticas, hay que visitar, y creo que mucha gente lo hace y no se la debe perder quien quiera dedicarse a la fotografía, la exposición de este maestro que supo dar testimonio de su época, un testimonio lleno de poesía, de un momento de España que de otra forma se hubiese perdido. Y siempre con la distancia justa en una mirada que junta al documentalista y al artista. En el C.B.A. también se pudieron ver las fotografías de los ganadores del World Press Photo.

En el Círculo de Bellas Artes también se puede ver, hasta el 2 de febrero, una pequeña pero magnífica exposición de quince piezas (de 1956 a 2013) del gran escultor canario Martín Chirino (1925), Martín Chirino. Obras de una colección, Este escultor, uno de los más importantes de la España contemporánea, fue Premio Nacional de Artes Plásticas 1980 y Medalla de Oro de Bellas Artes en 1985 y Presidente del Círculo de Bellas Artes entre 1982 y 1992), que ahora le rinde homenaje con esta exposición (coorganizada con Acción Cultural Española) que va complementada con un documental ("Martín Chirino, el escultor del hierro", de Alejandro Togores. Su contenido será el primer nutriente que alimente su futura fundación en Las Palmas de Gran Canaria en 2014, además de su biblioteca, su archivo y el compromiso de que la fundación intervenga en el desarrollo cultural de las islas. Da gusto pasearse entre estas maravillosas y poéticas piezas aunque la iluminación no siempre sea la adecuada y esto debía cuidarlo esta institución para no echar a perder algunas de sus importantes exposiciones.

También en el C.B.A. comisariada por el experto Eduardo Momeñe y hasta el 19 de enero, se puede ver una curiosa exposición literario-fotográfica de Las fotografías de Burton Norton, una exposición sobre un fotógrafo casi desconocido en España al que el comisario ha dedicado años de investigación. Presenta la narración fotográfica y textual del viaje del fotógrafo de Oxford por el continente europeo en compañía de su ayudante W. G. Jones, estudiante de literatura. La muestra se complementa con un documental. Durante la presentación de esta exposición el director del Círculo se mostró indignado por los enormes recortes a esta institución que se halla en una situación crítica y está pidiendo ayuda. Debe ser la primera vez que veo tal indignación durante una presentación a la prensa. El Ayuntamiento no ha dicho nada por ahora pero la Comunidad de Madrid sí ha mostrado su apoyo a esta institución con 150.000 euros. Dónde también se mostró indignación por los recortes, y sobre todo por la bochornosa subida del IVA, fue en la entrega de los Premios de las Artes de la Comunidad de Madrid que tuvo lugar en los Teatros del Canal. Miguel del Arco, el de teatro, y Juan Genovés, el de arte, mostraron claramente su malestar por la situación.

En CaixaForum, hasta el 14 de enero, Japonismo. La fascinación por el arte japonés, una exposición, la primera en España dedicada específicamente al fenómeno internacional del japonismo, que intenta mostrar, en el año dual Japón-España, la influencia de la cultura japonesa en el ámbito artístico nacional e internacional alrededor de 1900. Comisariada por Ricard Bru, y formada por más de 180 piezas, nos ofrece una visión panorámica de todas las manifestaciones artísticas que formaron parte de este fenómeno con muchas obras nunca antes expuestas desde el siglo XVI hasta el siglo XX. Un buen trabajo de investigación y un magnífico montaje. Al mismo tiempo aún sigue, hasta el 8 de diciembre, en CaixaForum, con la colaboración de la Cinémathèque Française, la fantástica exposición sobre Georges Méliès. La magia del cine. Esta muestra nos muestra, a través de 400 piezas, entre las que se pueden ver 21 filmes originales, la historia de este auténtico mago del cine ya que fue él, si bien fue inventado por unos industriales de Lyon, el que lo convirtió en arte y espectáculo. Compró con su herencia en 1888 el llamado Teatro de las Ilusiones que había regentado el famoso prestidigitador Robert-Houdin. Luego, los Lumière, quienes, por cierto, le dijeron que el cinematógrafo no tenía futuro, no le quisieron vender la cámara por lo que se hizo con un equipo londinense y se lanzó a rodar sus fantasías. En la época de Freud, había comprendido que el cine tenía que ver más con los sueños que con la realidad. "Tenemos algo más de la mitad de su metraje recuperado, sus principales obras maestras han sobrevivido", explica Laurent Mannoni, comisario de la muestra. "El cineasta, por el contrario, no pudo ver más de diez de sus trabajos en pantalla grande".

En la Biblioteca nacional y hasta el 3 de noviembre una bella exposición póstuma, una muestra retrospectiva de 149 piezas, de Esteban Lisa (1895-1983), Esteban Lisa: Retornos, muy bien comisariada por Miguel Cereceda que le llama "pintor, maestro y pensador". Un artista injustamente olvidado que nunca quiso exponer en público ni comercializar su obra. Su galerista en España, Guillermo de Osma, que presentó su obra en 1998, la vuelve a presentar ahora en su galería en coincidencia con la de la Biblioteca nacional. Además de otras exposiciones, en la Biblioteca Nacional también se puede ver, en un buen montaje, una exquisita exposición, Caligrafía japonesa en España, que son trabajos realizados por algunos de los artistas más representativos de la caligrafía japonesa contemporánea. En la presentación de la muestra tuvimos ocasión de contemplar el trabajo directo de dos de ellos. Por último, la Biblioteca también participa, hasta el 23 de febrero, con otros museos de Madrid, en el proyecto de Mateo Maté, El eterno retorno, que muestra el mundo personal de este artista

En la Fundación ICO, hasta el 23 de febrero, Miguel Fisac y Alejandro de la Sota: miradas en paralelo, una importante exposición en la que se muestra la vida y la obra de estos dos grandes maestros de la arquitectura moderna española en su centenario. Una exposición muy completa y muy densa, tanto que son dos exposiciones en una, con el consiguiente peligro de saturación que sabrá solventar, para un público que no es del mundo de la arquitectura, el equipo de mediación cultural de la Fundación. Estos dos arquitectos, dos de los arquitectos españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XX, reivindicaron el lenguaje del Movimiento Moderno frente a la arquitectura historicista del régimen siguiendo caminos bastantes diferentes y con pocas afinidades entre sí lo que dificulta hilar las dos propuestas en una, a través de más de 500 documentos (dibujos, fotografías, maquetas, muebles y objetos). Una exposición muy meritoria por la dificultad que presenta al coincidar los dos centenarios.

En la Fundación Canal, se podrá, ver hasta el 26 de enero, la primera exposición colectiva de la mítica agencia Mágnum, fundada en 1947, Magnum's First. El rostro del tiempo, inaugurada en Austria en 1955 y luego durante décadas perdida y olvidada en un sótano del Instituto Cultural Francés de Innsbruck. El contenido de aquella exposición que originariamente se llamó "Gesicht der Zeit" (El rostro del tiempo) había sido elegido expresamente por los fotógrafos para poner de manifiesto lo revolucionario de los fundamentos de Mágnum: el ojo fotográfico, lo especial del instante y la proximidad al objeto, con reportajes que abarcaban intencionadamente temas muy distintos .para mostrar que los principios de Mágnum se pueden aplicar a cualquier situación. Los principios de un grupo de fotógrafos, pues, que en la posguerra inmediata construyeron, casi intuitivamente, una nueva manera de narrar el mundo que se nos iba a caer encima. Esta de ahora, itinerante por varias ciudades de Europa, recupera y nos muestra, en un cuidado y poético montaje, casi "arqueológico" montaje, 83 fotos de los maestros del fotoperiodismo Robert Capa, Henri Cartier-Bresson, Werner Bishop, Ernst Haas, Erich Lessing, Jean Marquis, Inge Morath y Marc Riboud. No hay duda de que esta agencia marcó un antes y un después en la historia del fotoperiodismo (de "qué" se pasó al "cómo") conjugando los conceptos de reportero y de artista y cambiando la forma de ver tanto el mundo como la fotografía, mediante la trasformación de todo acontecimiento en "escena" dramática y episodio narrativo. Sus fotos no trataron nunca de integrarse en el Sistema Arte, sino que crearon un nuevo marco visual, poético y filosófico en el que el Sistema Arte acabaría integrándose.

En la sala de Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid, una amplia exposición de ocho series que reúne gran parte de la obra del "fotógrafo" alemán Thomas Ruff (1958). Este artista es uno de los exponentes más brillantes de la retórica fotográfica que viene de la llamada "escuela de Dusseldorf" de los Becher. Su frío desarrollo estilístico, perfeccionado al máximo más allá del manierismo alcanza cotas de una hiperrealidad carente de toda mínima emoción. Ya había conseguido el éxito internacional con sus retratos puramente esteticistas. El esteticismo, pues, domina su "discurso" de principio a fin. Algún crítico ha sintetizado su "discurso como "astucia formal y asepsia crítica".

En el Espacio Fundación Telefónica se puede ver hasta el doce de enero la exposición del famoso fotógrafo de las grandes celebridades de nuestra época Terry O¨Neill. El rostro de las leyendas (1938). Un fotógrafo que pasó a ser fotógrafo por azar al retratar en un avión al Secretario de Asuntos Exteriores británico que hizo que le contrataran.

Por otro lado, Fundación Telefónica ha presentado, hasta el dos de marzo, su exposición Una nueva mirada sobre la fotografía contemporánea de su colección, una exposición integrada por más de 50 obras realizadas entre 1973 y 2006. Esta muestra, comisariada por el crítico de arte y profesor Ramón Esparza, recoge, una parte, una selección de sus fondos de fotografía, contemporánea, una década después de su anterior presentación al público (María Corral, 2004), de las tendencias más representativas de la fotografía de las tres últimas décadas. Estos son precisamente los años de profundo cambio en la forma de concebir el uso de la fotografía en el ámbito artístico que la acaba incorporando definitivamente a los circuitos del arte. El eje de la propuesta es, por un lado, la Escuela de Dusseldorf, con los Becher, Strüth o Gursky, y, por el otro, el posmodernismo americano de Cindy Sherman, Jeff Wall o Richard Prince, y las posiciones más eclécticas derivadas de estas corrientes. La exposición se completa con varias conferencias, el taller "Fotografiar desde dentro" y el curso "Fhoto Youth", de Almudena Caso y Eva Sala, además de talleres para familias y visitas guiadas. Una gran inversión es la que ha hecho la Fundación con esta excelente colección "de mercado", ha comentado Elena Vozmediano en El Cultural. Creo con ella que si bien la colección tiene calidad le falta carácter. Yo diría que carece de "potencia" expansiva por la dirección única, eje estadounidense-alemán, que se ha potenciado puesto que no hay nada de Asia ni de Latinoamérica y pocos artistas españoles. Lo que sí han tenido desde luego ha sido buen ojo para elegir obras de artistas muy reconocidos que luego han subido de cotización, por ahora, en el mercado del arte.

En la Casa Encendida se presentan dos exposiciones. Una, hasta el 3 de noviembre, de Luke Fowler (Glasgow, 1978), Sentido común, una exposición de experimentación sonora y audiovisual a través de la reinvención del documental tradicional. Este artista, figura destacada en el panorama artístico contemporáneo de Glasgow nominado para el Premio Turner en 2012, explora los límites y las convenciones de la cinematografía biográfica y documental, que ha sido comparada con el Free Cinema británico de los años cincuenta, asumiendo las funciones de artista, historiador, comisario, cineasta y músico. En esta exposición compone, a través de tres documentales, retratos impresionistas, en este caso de tres personalidades como el historiador marxista E. P. Thompson, del antisiquiatra de Glasgow R. D. Laing y del compositor inglés Cornelius Cardew y The Scratch Orchestra. Estas películas- montajes de imágenes de archivo junto con nuevas grabaciones, entrevistas, fotografía y sonido- nos brindan una nueva percepción de sus respectivos protagonistas.

La otra, hasta el 12 de enero, es la del visionario Frederick Kesler, El escenario explota, sobre este artista, arquitecto y escenógrafo precursor y referente indiscutible de la arquitectura, con su obra desarrollada en Viena y Nueva York.

En la Antigua Tabacalera, Espacio Promoción del Arte, hasta el 24 de noviembre, la exposición de fotografía de Manuel Vilariño (1952), Seda de caballo, una muestra del trabajo de este premio Nacional de Fotografía 2007, en la que se presentan sus célebres polípticos y sus naturalezas muertas. En la obra de este artista poesía y fotografía van de la mano ("Mi foto no existiría si no existiera la poesía, porque es un todo indivisible") como se puede comprobar en esta exposición, la mayor antológica de su trabajo. A diferencia de algún crítico que piensa que "algunas obras no saldrán muy favorecidas por el ambiente descuidado, oscuro y de semiabandono", yo creo que este espacio es muy adecuado para estas obras de epitafio y memento mori.

En la Casa de América y hasta el 2 de febrero, La exploración del Pacífico. 5oo años de historia, una exposición que, con indumentaria de la época, mapas, instrumental de navegación y otros objetos del siglo XVI nos trasladan al momento de la llegada de Núñez de Balboa al "Gran Océano".

En la Salas del Canal de Isabel II, hasta el 10 de noviembre, podemos ver la exposición Dionisio González. Around, en la que se muestran sus diferentes series fotográficas sobre arquitectura realizadas durante los últimos doce años.

En Matadero-Madrid se pueden ver dos exposiciones. Una, en la Nave 16 y hasta el 19 de enero, es la de de José María Sicilia (1954), Fukushima. Flores de invierno, un montaje, comisariado por la directora del espacio Carlota Alvárez Basso, resultado de una investigación del premio nacional de Artes Plásticas en torno a la catástrofe que asoló la costa japonesa en marzo de 2011. La exposición incluye 14 piezas con formato bandera y dos esculturas, además de un documental. Se enmarca, estamos, pues, ante un encargo oficial, en los actos conmemorativos del 400 aniversario de los primeros contactos diplomáticos entre España y Japón. Siento que Sicilia, cuyo exquisito arte, al tiempo peligrosamente decorativo, he valorado siempre, sobre todo por su búsqueda de caminos no trillados en el arte (aunque se haya repetido bastante en un periodo con el había roto últimamente), en esta ocasión, "por escapar de la compasión", haya creado una obra a mi manera de ver demasiado conceptual y abstracta, demasiado "artística". De ello es consciente el mismo artista que se encuentra sumido en una paradoja tremenda como es la de tener que "llenar el silencio con más ruido". Por otra parte, como se trata de "rellenar" tan descomunal espacio "joven" (¿Qué pinta Sicilia en Matadero?, nos hemos preguntado bastantes, o quizá la directora quiera dar un giro artístico a Matadero, me pregunto yo), el proyecto de Sicilia naufraga por entero en las costas de Fukushima. Entre otras cosas aquí no hay relación clara entre el sentido de su propuesta y su realización formal, y se queda, de esa manera, en una mera ocurrencia que no está a la altura ni del artista, ni de la comisaria ni del espacio.

La segunda exposición es la de la XII edición de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, Inflexión, dirigida por Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto, que ha tenido 15 premios y 40 finalistas. El diseño y producción ha corrido a cargo del Taller de Casquería. Se trata de una propuesta para "fomentar una reflexión acerca del pasado reciente con una actitud positiva, reconociendo este momento como punto de inflexión, no de regresión, del cual extraer conclusiones válidas en base a las que afrontar con un necesario optimismo el futuro próximo". Una propuesta quizá demasiado optimista que debía, además de abrir un auténtico debate sobre el tema, fundamentar mucho mejor el punto de vista de la inflexión para que entendamos que esta situación crítica de hoy no es una verdadera regresión. Como creo que ocurre en la exposición anterior, y hay que reconocer al tiempo sin embargo la calidad de ambas, a veces las propuestas bienintencionadas no bastan para enfrentarse a estos oscuros tiempos a la hora de aportarles más luz encubierta por textos demasiado optimistas. Nos quedan muchas dudas. Por cierto, el proyecto del litoral gallego si se llevara a cabo sería maravilloso

En el Fernando Fernán Gómez (por cierto, ¿Cómo se le ocurre quitar las letras del genial teatrero a su pedante y exlunático director artístico?), comisariada por Javier Sierra y hasta el dos de marzo, se puede ver la exposición Terracota Army. Guerreros de X'ian, una exposición que nos muestra, como si de una cripta se tratase, a los famosos guerreros de China. El hallazgo del ejército de terracota del primer emperador de China, Qin Shi Huang (259-210 a. c.), fue uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX. Estos guerreros de jade, uno de los materiales más resistentes, y espiritualmente de vida eterna, que en su origen eran policromados y portaban armas que les fueron arrebatadas en los sucesivos saqueos a que fueron sometidas, son, claro está, por su enorme fragilidad, reproducciones (70 que incluyen figuras humanas y objetos muy dispares y una reproducción a tamaño real de una sección de uno de los fosos del yacimiento con más de 90 guerreros) de tamaño natural, a diferencia de las que ya se habían podido ver en las salas del Canal de la Plaza de Castilla. ¡Los chinos son muy listos y ha sabido sacarle partido a estos guerreros, mejor dicho a sus copias, sobre todo en países dónde les encanta rellenar el vacío con la mejor grandilocuencia!

En la Real Casa de la Moneda se puede ver Inicios, una exposición de Juan Navarro Baldeweg (1939) que reúne cerca de un centenar de piezas, entre esculturas, pinturas y diseños sobre papel, como una crónica de la obra de este artista multidisciplinar (pintor, escultor y arquitecto). La exposición tiene que ver con el Premio Tomás Francisco Prieto que le ha sido concedido y cuyo resultado tangible es la medalla "Estrellas" que le ha acuñado la Real Casa de la Moneda. Este creador ha aportado una mirada novedosa a las prácticas constructivas y su obra se puede entender como objeto de activación del contexto físico existente.

En la Fundación Carlos de Amberes se puede ver, hasta el ocho de diciembre, Antonio Ole. Memoria y olvido, una interesante exposición de este artista angoleño que se mueve en distintos géneros artísticos como la pintura, la escultura, la fotografía y el cine, por cierto nada conocido en España. Nos muestra desde una estética desgarradora de la pobreza un territorio de lo sublime con una identidad propia, tanto local como global. Necesitamos conocer más de cerca el arte africano.

Teatro

Como titulaba algún medio de comunicación "la anorexia cultural pone cerco a Madrid por la crisis, el IVA y la falta de estímulos públicos empequeñecen la oferta" en lo que se refiere a conciertos, teatro, cine… Algunos ven al Ayuntamiento detrás de la caída de conciertos: "Hay juntas de distrito con auditorios y centros culturales vacíos donde no se hacen conciertos, como el de Hortaleza: diez años sin actuaciones". El Consistorio recortó este año 23 millones de euros (un 20%) al ya estrecho presupuesto de Las Artes. Además ahora se pretende privatizar el Teatro Fernán Gómez (el Festival de Jazz, tras 29 ediciones, que tenía una media de de 40.000 espectadores, se ha caído este año de la programación. Sobrevive a duras penas La Noche de los Teatros (mientras está en duermevela La Noche en Blanco en la que museos, galerías y actuaciones artísticas en la calle inundaban de cultura la ciudad) tras la abundante oferta de años anteriores.

Los teatros también sufren la crisis: entre 2007 y 2011 han dejado de representarse unas 500 obras y los espectadores obviamente ha bajado, 600.000 menos desde el inicio de la crisis, según datos de la SGAE. "Hemos tenido que reducir el número de actores y de alguna manera se empobrece lo que se muestra", señala Jesús Cimarro, presidente de la Asociación de Productores y Teatros de Madrid, que al tiempo precisa que las obras no permanecen mucho tiempo en cartel: "Ahora los espectáculos van bien o mal, ya no hay término medio como antes, las empresas están ahogadas". En el fondo de todo está la dichosa subida del IVA: "En Francia una empresa paga el 2,1 % de IVA en las primeras 140 funciones. Si las superas pagas el 5,5 %", aclara Cigarro para quién "la cultura aquí va en detrimento". Señala: "Hacía 20 años que no cerraban en el mes de agosto hasta ocho teatros: Arlequín, Muñoz Seca, Reina Victoria… Este verano incluso El rey león ha notado la bajada del 22% en la bajada de turistas a Madrid por el 'pinchazo' de Barajas".

Por otro lado, "El sector del teatro privado está masacrado por las instituciones, que tampoco respetan lo público", señala un empresario vinculado con el área de las Artes

"El productor privado vive para Hacienda, para la SGAE, para la Seguridad Social y para los puntos de venta de entradas, que se quedan un 5%". Remata que cree que los mayores enemigos de la cultura son Wert y Montoro, y Botella, que "abofetea" a la cultura, no se salva. "Ahora quiere examinar a los músicos a los músicos para que toquen en la calle, y, a ella, ¿quién la examinó para ser alcaldesa? Nadie la ha votado". Parece que queda el oasis de los Teatros del Canal y la "sobresaliente" gestión de Albert Boadella: "Es que la Comunidad de Madrid apoya más la cultura que el Ayuntamiento", señala. "Gallardón se encontró oro y dejó excremento y ahora hay una ebullición cultural taponada por las instituciones". Hay más de 350 representaciones menos en todo Madrid por el latigazo de la crisis. Pero el concejal Pedro Corral aclara: "No hay declive cultural en Madrid, sólo estamos viviendo un proceso de cambio".

En los Presupuestos Generales de 2014 el teatro ha salido mejor parado que el cine ya que la partida asignada pasa de los 36,76 millones de euros de 2013 a 58,01. En principio ese dinero va a favorecer a festivales como el de Almagro que recibirá 100.000 euros más, y espacios institucionales como el Teatro Real, el Liceo, La Maestranza y el Palau de les Arts. Espacios todos muy dañados por las políticas de austeridad y por la tremenda subida del IVA en 23 puntos porcentuales. Frente a este contexto de recortes presupuestarios los teatros echan mano cada vez más de reposiciones de montajes ya estrenados en temporadas anteriores. Esta cultura del reciclaje escénico le da una oportunidad al público de contemplar obras que suelen tener tirón popular que se le escaparon la primera vez. Al tiempo le darán vidilla a la taquilla. El CDN, por ejemplo, lo ha hecho con varias obras de todos conocidas, y lo mismo La Abadía y El Galileo.

Por último, debido a la ausencia de presupuesto, los teatros municipales no tienen programa anual a un mes de 2014 porque esto impide la contratación de artistas y compañías para el próximo año. Los espectáculos solo tienen fecha hasta enero y a partir de esta fecha no está marcada ninguna programación. Todo ello a pesar de que las cuentas de que la empresa responsable de las infraestructuras culturales, Madrid Destino, ya tiene asignados 86 millones de euros, pero el dinero no ha sido desglosado por centros. Los grandes espacios de la capital tienen un calendario cerrado que llega a los seis primeros meses del año ya que contaron con un avance de presupuestos en septiembre, algo que el Ayuntamiento nunca ha hecho. La situación ha empeorado por el relevo en la concejalía de Las Artes, en la que Pedro Corral sustituyó a Fernando Villalonga, y por los planes del Consistorio de externalizar la gestión de centros como el Fernán Gómez. Sin quererlo este centro se está convirtiendo en un emblema sobre todo desde que su intrépido y lunático director artístico quiso cambiarle el nombre lo que generó una reacción espontánea en las redes y una respuesta contundente de la alcaldesa rectificando a su impresentable director.

La concejala socialista Ana García D'Atri denuncia que "esta situación es inconcebible. Sin presupuestos es imposible hacer la planificación. Este ayuntamiento no respeta la cultura". Algunos trabajadores municipales admiten que "todo se ha hecho deprisa y corriendo, sin planificación. Tendremos que improvisar y recurrir a reposiciones". Han conseguido que se instale la incertidumbre en el mundo de la cultura y peor el miedo entre los profesionales de ese mundo, tanto que algunos artistas no quieren dar su nombre al hablar para no ser objeto de represalias. ¿A qué tiempos se parecen estos que vivimos ahora? Hace poco hubo una manifestación del mundo de la cultura delante del Fernán Gómez para protestar por toda esta situación. En Madrid en esas fechas hubo tres manifestaciones en el mismo día. La gente parece que está perdiendo el miedo a salir a la calle. La huelga de las basuras marcará posiblemente un antes y un después en las movilizaciones ya que los despidos planean permanentemente sobre la vida de los ciudadanos y van saltando poco a poco los más necesitados. Desde la última también está cambiando la percepción social que se tiene de la huelga. No se ven con malos ojos: ¡Defienden sus derechos! ¿De qué van a vivir? La mayoría de los profesionales de la cultura también se sienten asfixiados.

Finalmente, al mismo tiempo, se ha seguido extendiendo, a pesar de la situación descrita antes, o quizás por ello, un tejido de salas alternativas que no han parado de crecer desde el comienzo de la crisis. Espacios como Sol de York, Nave 73 y Kubik Fabrik (celebra su décimo cumpleaños en su sede de Usera) se suman a los escenarios alternativos ya asentados, como Guindalera y Tribueñe que también celebran su décimo aniversario, y que han sacado, por problemas de financiación, sus obras a otros espacios al tiempo que la buscaban entre sus fieles espectadores. También han ido surgiendo espacios nuevos como el Espacio Labruc en Malasaña y el Estudio 2 -Manuel Galiana cercano a las otras dos salas de Lagrada y Cuarta Pared. Siguen La escalera de Jacob, Triángulo, Alfil y Pradillo que ha cambiado su forma de gestión. Además de la famosa Casa de la Portera (que ya ha abierto otra sala en la zona de Huertas, La pensión de las pulgas, que aún no tenido el gusto de visitar), Azarte, Teatro del Arte, Sala Tú…y algunos otros pisos y locales varios habilitados para hacer teatro, por no hablar del Microteatro por dinero (cuatro euros una microobra de un cuarto de hora). Indudablemente a estos espacios alternativos los mueve sobre todo el idealismo y el amor hacia su oficio y la pasión por las tablas. O como dice Javier Ortiz de Sol de York: "Un refugio para la creación emergente, a la que los centros públicos no presta suficiente atención". Al paso se ufana del buen trato laboral dado a los intérpretes ceñido al convenio de la Unión de Actores: "Aquí, por cada actuación, cobran los 79,4 euros que estipula, lleguemos o no con lo recaudado en taquilla". Todos los amantes del teatro se deben congratular de esta resistencia cultural, a pesar del cierra de Garaje Lumiere, del teatro off.

En esta apuesta por la resistencia cultural, a pesar de la crisis que nos están poniendo encima, los teatros alternativos siguen intentando unirse. Para ello, ocho salas madrileñas van a acoger doce creaciones de teatro y danza contemporáneos de artistas de Cataluña, Valencia, Castilla y León, Galicia y Madrid, desde el martes 3 al domingo 15, en la octava Muestra del Circuito de la Red de Teatros Alternativos. "La muestra es una oportunidad excepcional para que el público madrileño conozca la obra de compañías pequeñas y medianas de otras regiones, cosa que resulta cada vez más difícil, señala Miguel Lozano, el responsable de gestión de dicha Red, que en este momento integra 38 salas de toda España. La Muestra va a desarrollarse en las salas La Usina, Lagrada, Cuarta Pared, El Montacargas, Kubik Fabrik, Tarambana, Azarte y DT.

Por último, la conocida sala alternativa Triángulo del barrio de Lavapiés va a dejar paso, a partir del 1 de diciembre, a un nuevo proyecto de movimiento social, el Teatro del Barrio. En esta nueva sala se van a unir política y teatro en una nueva forma de gestión: una cooperativa de consumo responsable en cuyo equipo se encuentra el conocido actor Alberto San Juan. Un conocido actor que ha estado dando ejemplo de resistencia, resistiendo a la crisis sin parar con continuos trabajos en distintas salas. El Teatro del Barrio quiere sumarse al movimiento social que intenta abrir brechas en el muro de la ignorancia, el miedo y la apatía, un muro que ha sido laboriosamente construido. "La realidad se puede transformar", señala San Juan. "El Teatro del Barrio pone en valor dos herramientas muy poderosas en manos de la ciudadanía: la cultura como instrumento de transformación social y el consumo responsable que hace que el ciudadano apueste por unos proyectos con sentido", afirma otra de las impulsoras, Cote Romero. En este ejemplo de resistencia social, El Teatro del Barrio estará acompañado por la Universidad del Barrio, un espacio impulsado entre otros por Juan Carlos Monedero, profesor de Políticas, y Emilio Silva.


Cartelera


El CDN, bajo la estupenda batuta de Ernesto Caballero y su equipo, ha comenzado la temporada con un magnífico ciclo Una mirada al mundo (desde el 19 de septiembre al 10 de noviembre de 2013) en el que se han podido ver obras muy variadas de distintas procedencias pero con un nexo común, su gran calidad. En este ciclo han tenido cabida desde obras más comerciales de autores consagrados, representadas por grupos muy conocidos de la escena a nivel internacional, hasta obras bastante o muy experimentales de autores poco o muy poco conocidos, representadas por compañías desconocidas o casi en España. En este ciclo se han representado, pues, desde El duelo de Antón Chéjov dirigido por Antón Yakolev y el Teatro de Arte de Moscú, Ubu Roi de Alfred Jarry, dirigida por Decían Donnellan, y Seuls deWajdi Mouawad, hasta La veritá, con texto y dirección de Daniele Finzi Pasca, por la compañía suiza Compagnia Finzi Pasca, Julia, adaptación de La señorita Julia de August Strindberg, con texto y dirección de Christiane Jatahy, por la compañía brasileña de Vértice de Teatro, La pequeña habitación al final de la escalera de Carole Fréchette, dirigida por Mauricio García Lozano, por la compañía mejicana Teatro del Farfullero, Bienvenido a casa, creación colectiva del uruguayo Pequeño teatro de Morondanga, dirigida por Roberto Suárez y Se ha cubierto así un arco teatral muy amplio aunque con una raíz común en el teatro universal como un gran árbol que despliega sus frondosas ramas. Como se puede apreciar en esta programación el teatro de Latinoamérica ocupa un lugar destacado. Por otro lado, esta temporada se ha recurrido, como han hecho también otros teatros por la crisis, a reposiciones de obras que han tenido mucho seguimiento en la temporada pasada.

En el Teatro Valle-Inclán estuvieron los gallegos de Chévere, con dirección y dramaturgia de Xesús Ron, con su obra Eurozone con algunas funciones en gallego. Esta veterana compañía, celebra sus veinticinco años de actividad escénica, trajo un montaje, que definen como "un panfleto teatral sobre la crisis de la zona euro", en el que la crisis económica es presentada como un atraco planeado por unos mafiosos según el modelo de la película de Tarantino, Reservoir Dogs, de la que comienzan parodiando una secuencia en la que los gánsteres preparan su plan. Nos viene a la memoria Bertold Bretch y su La resistible ascensión de Arturo Ui en la que se practicaba claramente el distanciamiento propio de alguna etapa del autor. En este caso, el trabajo de la compañía tiene mérito a la hora de abordar, satíricamente, un problema actual incluso con la participación del público (me dejó con la boca abierta el que lo utilicen para llevar a cabo acciones como un asesinato ficticio pero directo, sin ninguna distancia paródica, cosa éticamente discutible) pero le dan tantas vueltas de tuerca al tema que me acaba aburriendo su reiterada repetición.

El XXXI Festival de Otoño a Primavera ha comenzado su dispersa programación con Angélica Liddell (Atrabilis Teatro), del 4 al 6 de octubre en los Teatros del Canal, que esta vez nos ha traído la tercera parte de su trilogía china, Todo el cielo sobre la tierra (el síndrome de Wendy), con la que cierra este ciclo que ha encontrado su melancólico útero en China. En esta propuesta une la piterpanesca Tierra de Nunca jamás, la isla noruega de Utoya, escenario de la matanza de jóvenes llevada a cabo por un ultraderechista hace poco más de un año y la Casa del Sol Naciente de Nueva Orleáns. El espectáculo consta de dos partes bien diferenciadas: la primera la ocupa una Wendy que evoca en el bosque sus recuerdos de Shangai y la segunda en la que la protagonista vestida de negro arremete contra todo cosa que suele ser habitual en bastantes de sus trabajos. Para ello ha contado con actores de confianza desde Sindo Puche a Lola Jiménez y Fabián Augusto Gómez, y la música del compositor Cho Young Wuk, autor de conocidas bandas sonoras como "Old Boy", y dos bailarines aficionados que encontró en las calles de la ciudad china, Xie Guïnü y Zang Qiwen, y la iluminación de su habitual Carlos Marquerie. El texto, la dirección, la interpretación, la escenografía y el vestuario son de esta magnífica actriz que no estaría mal que repartiera trabajo para no hacer de su capa un sayo con todo lo que toca. Y lo que es peor en olor de "marketing" y de "aplausómetro". La primera parte me decepcionó y me aburrió un montón: su polvo a la madre tierra que a ella la deja exhausta a mí me deja frío; y en la segunda parte (en la que algunos desertaron del teatro el día del estreno) encontré momentos brillantes sobre todo cuando aflora la auténtica y genuina Liddell, aquella desgarrada y desnuda de sus primeros trabajos. La Wendy que se quiere vengar de Peter Pan sigue atrapada en sus propias y rabiosas contradicciones, o sea un personaje atrapado en el espejismo de la niñez que tampoco quiere crecer instalado en sus miedos y fobias infantiles cuyo único lenitivo parece ser la otredad y la extranjería como supuesta protectora frente al envejecimiento.

Las Palabras (una historia de amor) ha sido la última obra del ya conocido autor Pablo Messiez (Buenos Aires, 1974), un referente ya del teatro off, y su compañía con sus actores habituales como Fernanda Orazzi, Estefanía de los Santos…..y la colaboración esta vez de Javivi, que se ha podido ver en la sala Cuarta Pared del 15 al 19 de octubre. Es ésta una fábula sobre el poder del lenguaje, que a veces me ha recordado a La Zaranda y otras veces a…Tengo que decir que, a pesar de la brillantez de ciertos momentos y de la agudeza del texto, el montaje no me ha acabado de convencer.

El que sí me ha convencido ha sido el espectáculo de teatro gestual y visual de Patrice Thibaud y de su compañero habitual, el músico multiinstrumentista Philippe Leygnac, Fair Play (Juego limpio), del 30 de octubre al 2 de noviembre en los Teatros del Canal, que sí bien no ha alcanzado la altura de su anterior espectáculo, Cocorico, han logrado una magnífica parodia del deporte. De nuevo nos han mostrado su humor tierno, agudo y fresquísimo, una mezcla explosiva de Jacques Tati y Louis de Funés, parodiando distintas disciplinas deportivas de unos juegos olímpicos, sobre todo en ciertos divertidísimos momentos de esta antología de juegos sucios. El público, no de estreno, se lo pasó pipa con ellos.

Uno de los momentos teatrales más importantes de este otoño ha sido Los amantes suicidas de Sonezaki, un magnífico espectáculo de "bunraku" que estuvo en el Teatro Español el 27 y 28 de septiembre. Este teatro de títeres nipón que es una de las grandes obras del teatro japonés escrita originalmente en 1703 por Chikamatsu Monzaemon (1653-1725) - a quién muchos consideran el Shakespeare de Japón- a partir de un suceso real. Fue tanto su impacto en la sociedad del país, muchos suicidios de jóvenes, que emulaban a los protagonistas de este drama, fue tal que las autoridades del Shogunato de Edo se vieron obligadas a prohibir sus representaciones en 1723 y no volvió a representarse hasta 1955. A Madrid, en la celebración del Año Dual España-Japón, llegó de la mano de uno de sus grandes maestros, el gran maestro marionetista Kiritake kanjuro, que ya había estado en España en 2005 con el Teatro Nacional de Marionetas de Osaka. En las representaciones de "bunraku" las figuras son manejadas hasta por tres marionetistas expertos al tiempo que un cantante declama los diálogos simultáneamente al son de una pequeña orquesta de hasta diez instrumentos. La representación de Madrid contaba con el aliciente de estar concebido y dirigido por Hiroshi Sugimoto, fotógrafo y artista plástico de prestigio internacional, que en su esfuerzo por aunar tradición y modernidad se ha servido de las proyecciones de Tabaimo, una de las creadoras más vanguardistas del momento. Según el mismo Sugimoto: "He querido crear un nuevo espacio teatral en donde poder sublimar mi imaginación, y en donde la recuperación de las obras tradicionales pueda ser lo más contemporánea posible". En este caso a través del eros y la muerte: Chikamatsu presentó en el escenario de marionetas la revolucionaria noción de que, al consumar sus pasiones por medio del doble suicidio (Shinju), las almas de los dos amantes podrían reunirse en el Paraíso de Amida de la Tierra Pura. Después de una breve explicación del tema, este espectáculo se representó sin subtítulos en castellano.

También en el Teatro Español, en su sala pequeña, pude recuperar La lengua madre, un texto, ejercicio intelectual, de Juan José Millás, estupendamente interpretado por Juan Diego en una verdadera lección actoral. Esta conferencia de defensa de la gramática eficazmente teatralizada por el director Emilio Hernández, es un texto político donde los haya sobre la defensa de nuestro precario Estado del Bienestar y nuestros servicios públicos en trance de privatización. Sentimos el esfuerzo del actor, su respiración, por darle vida a un texto, teatralizar lo que es en sí es una conferencia, en el que Millás nos pone certeros ejemplos de cómo se ha enturbiado lo que fuera limpio: "Las cosas se empezaron a torcer el día en que, en vez de calcular nuestra capacidad de ahorro, empezamos a calcular nuestra capacidad de deuda". ¡Qué mérito el de Juan Diego que hace suyo el texto y lo encarna!

En las Naves del Español. Matadero (sala 1) se representó una obra de Bernard-Marie Koltés (1948-1989), Roberto Zucco, dirigida por Julio Manrique e interpretada en su papel principal por el magnífico actor Pablo Derqui que logra meterse en la piel del personaje. Le acompaña un equipo que da vida a 20 personajes. Con esta obra Koltés removió los escenarios europeos a fines de los ochenta al presentar, urgido por su cercana muerte sentenciado por el Sida, el lado oscuro de la psique humana: Koltés un poeta que escribe teatro efímero para explicar la vida. Esta obra de texto que privilegia la palabra, testamento literario del autor, que ya había puesto en escena el famoso Lluis Pascual en 2005 en el María Guerrero, era muy esperada en Madrid por las maravillas que todo el mundo contaba de su estreno en Barcelona. Está basada en la figura de Roberto Succo, asesino en serie italiano que, después de matar a sus padres con tan solo 19 años, escapó de la prisión donde cumplía condena y sembró el terror por donde pasaba. Koltés lo utilizó para soltarle una buena bofetada a la sociedad. La gendarmería francesa se sintió ofendida cuando se estrenó la obra, ya muerto Koltés. Julio Manrique no la ve como una apología del crimen: "un artista es libre de expresar su rabia como quiera". Ha utilizado una curiosa escenografía de Joan Brossa con un edificio con varios habitáculos y un tejado al que subirá Zucco para poder escapar de todas las prisiones y ver el sol de frente. A Derqui le costó aceptar el papel al principio pero al final le ganó la poesía del texto, además de la veta filosófica y el bagaje cultural del personaje, frente a sus escrúpulos iniciales. El director le compara con un Hamlet moderno.

En Matadero (sala 1) me sorprendió una obra, Marranadas, basada en la exitosa novela homónima de Marie Darrieussecq, una novela salvaje y onírica sobre una mujer que se va transformando en una cerda lo que deja pasmado a todo el mundo a su alrededor. Ha sido un bestseller en Francia y ha sido traducida a 30 idiomas. Godard, entre otros, ha querido incluso adaptarla para el cine. Está dirigida por el argentino Alfredo Arias, un veterano de la escena internacional que vive en Francia y es vecino de la autora en París, quién asumió el reto, asesorado por la escritora, de llevar a las tablas su mundo irónico y cruel Lo ha asumido como un discurso político sobre esta sociedad. Para el director "ella es una mujer que representa la contemporaneidad. Es como la nouvelle vague del presente". De esta forma asume todos los roles por los que discurre la novela mediante máscaras que ya había usado antes. Defiende las máscaras porque dejan ver mejor al actor y queda lo esencial. Estamos ante un magnífico actor. En los intermedios se proyecta una película en el escenario con la actriz Pepa Charro, la conocida, pero en un papel no habitual para ella, Terremoto de Alcorcón, que fue una idea del director de cine Agustí Villalonga, quién también ha estado implicado en el proyecto. El espectáculo ha sido coproducido con el Theaatre du Rond-Point.

En el Teatro de La Abadía, además de la reposición de montajes que habían tenido éxito de público en la temporada anterior, como El Diccionario y Maridos y mujeres, se pudo ver una nueva obra, 30/40 Livingstone. En este montaje, que remite a un partido de tenis y al mítico explorador, con la figura del padre al fondo, se complementan a las mil maravillas la dicción (y la contradicción) del gran actor que es Sergi López con el virtuosismo gestual y mímico de Jorge Picó. Ellos dos son, además de intérpretes de la obra, sus autores, directores y escenógrafos. En ella nos presentan una parábola política en la que, bajo una apariencia de simplicidad (hablar por hablar y gestualizar por gestualizar), se esconde una auténtica bomba de relojería abierta a múltiples explosiones sobre todo cuando menos lo esperamos. Sería una pena que no tuviese más repercusión en Madrid este intenso trabajo ritual de teatro y danza gestualizada. Esta parábola, tierna y cruel al tiempo, como la vida misma, en la que se combinan drama y comedia y en la que pasamos de la risa floja a la congelada. Como metáfora que se mueve entre la ciudad civilizada, en la el padre solo atiende al televisor y no ve como su hijo se le escapa para buscarse a sí mismo porque está harto del trabajo y de las necesidades innecesarias, y la exploración de la selva como crónica y relato mitológico del encuentro entre un animal y un hombre. O sea un viaje entre el partido de tenis (30/40) y la exploración (Livingstone) en la que nuestro explorador descubrirá que el mundo está lleno de reglas, límites y prohibiciones. Como el de un partido de tenis del que el hijo acomodado y malcriado de juez acabará siendo otro juez de silla, igual que su padre, y severamente acabará con el pobre animal, en una vuelta circular a la horripilante pero acomodada y segura normalidad civilizada. En el fondo late siempre el tema del poder, también el actual, del que el juez de silla del partido es un símbolo. Y botín símbolo de rapiña. El partido se juega en una pista de hierba y en la selva a un tiempo.

En el Teatro Circo Price pudimos ver Sequence B, una producción estupenda de la ya conocida nuestra compañía de circo canadiense Les 7 Doigts de la Main y ya familiares para el público madrileño por anteriores trabajos suyos. Esta obra, dirigida por Shana Carroll y su compañero Soldevila, resulta todo un ejemplo de trabajo coral en la que las individualidades se subordinan al trabajo colectivo. No sabe uno qué trabajo de este espectáculo de gran ritmo musical, que aúna teatro gestual y acrobacia, alabar mas pues todos rayan a gran altura. Un ejemplo también de la política cultural y educativa de un país con compañías de circo excelentes que a lo mejor no tendremos oportunidad de volver a ver en el Price tal como están las cosas recortadas y sin visos de futuro.

También pudimos participar en el Price de El Cabaret Místico. Taller colectivo del polifacético e incombustible artista chileno y mundial Alejandro Jodorowsky (1929). Fueron dos horas de terapia colectiva que pretendía sanarnos el alma a los participantes.

Nunca había participado en un espectáculo suyo y tengo que rendirme ante su capacidad para provocar un bello oleaje de los espectadores. "No somos lo que somos, sino lo que el Estado quiere que seamos", señala el artista, al tiempo que dice no usar fórmulas como la cocacola. Quizá se le olvidan otros poderes fácticos más poderosos que el Estado hoy en crisis. "Ser optimista no es un poder de la mente, es un poder del corazón", proclama. En eso coincido con él porque el camino del corazón y de la compasión es quizá lo que nos queda en medio de esta vorágine codiciosa y consumista que nos ha llevado al borde del abismo. Con sus actuaciones y acciones de todo tipo, por ejemplo sigue haciendo cine (acaba de estrenar su película La danza de la realidad), dice no sentirse lleno sino que se va vaciando. Nos suena mucho a budismo zen. Su espectáculo del Price, a veces me integró y otras veces me desintegró, me alejó. Es lo que me pasa con él que a veces me parece un sabio y otras un charlatán con mucha labia, siempre seductor "No soy ni gurú ni genio", dice para desmitificarse. Para cambiar el mundo hay que "metamorfosearlo todo. Ahora vivimos en un mundo de gusanos que se retuercen, mañana estos gusanos se transformarán en mariposas", concluye siempre optimista y vital.

En el Teatro Pavón hemos podido disfrutar de la Compañía Nacional de Teatro Clásico que ha puesto en escena La verdad sospechosa, una obra de Juan Ruiz de Alarcón, en versión de Ignacio García May, y dirigida por Helena Pimenta. No hay que olvidar que este autor fue muy atacado por sus contemporáneos, sobre todo por Lope (quién incluso intentó reventarle un estreno), Tirso, Góngora, Vélez de Guevara y Quevedo, quienes se burlaban de sus defectos físicos (jorobado), y lo tachaban de intruso (venido del Méjico español), y a los que no gustaba que estuviese bien visto en la corte dónde estrenó seis comedias y, por último, trataban de no admitir su enorme talento. A pesar de ser plagiado hasta por conocidos autores como Corneille y Goldoni, su obra fue olvidada hasta mediados del siglo XIX. ¿Tiene esto que algo que ver con que Helena Pimenta lo enmarque en un mundo decimonónico galdosiano en lugar de barroco, cosa que ha sido discutida? El montaje de esta moralizante comedia, una comedia moral de enredo atípica y heterodoxa en su tiempo (la escribió en 1620), ya había sido aclamado este verano pasado en Almagro. La versión de May, acompañada de música de piano en directo, es muy fluida y combina de maravilla esos elementos de moralidad, costumbres y enredo. Su personaje central es Don García un mentiroso compulsivo que al final será víctima de sus propias mentirasmuy bien interpretado por Rafa Castejón que sirve bien el verso. Está bien acompañado por Fernando Sansegundo (Tristán, un bufón atípico por lo sentencioso y reflexivo), Joaquín Notario (un hilarante Don Beltrán), David Lorente como pretendiente rival (Don Juan de Sosa), Marta Poveda y Nuria Gallardo como las dos damas que confunden al galán, y la siempre enérgica Pepa Pedroche como la criada Isabel. A mí la escenografía de Andujar no me acaba de convencer y tampoco la iluminación de Gómez Cornejo. El amargo desenlace de la obra, también otras escenas de esta obra de brillante ejecución y buen verso, es bellísimo y puede formar parte de una antología del teatro, como ha señalado algún conocido crítico.

En el Teatro Fernando Fernán Gómez he podido ver una obra de Pierre de Marivaux, La isla de los esclavos, dirigida por José Gómez, quién me había sorprendido gratamente con su puesta en escena de La hostería de la posta, de Goldoni. La joven compañía Venezia Teatro ha puesto en pie esta comedia con los ingredientes típicos de este autor: Una comedia deliciosa, fresca e inteligente y de las mejores del autor. Los protagonistas de la obra naufragan en un territorio donde los señores se ven obligados a cambiar los roles con sus sirvientes pues esta es la ley que rige en esa isla. A pesar del enérgico esfuerzo de sus actores, con la ayuda de unos aparatos de video a los que yo no veo mucho sentido, no logran conmoverme lo más mínimo. El mismo espacio escénico creo que no está muy bien pensado pues no deja ver todos los rostros de los intérpretes.

En el mismo teatro que lleva el nombre del genial teatrero se representó, con Victoria Vera como actriz y Ramón Fontseré en la dirección, y con cante, toque y baile en directo, Que trata de España, una selección de poemas y poetas y dramaturgia de Javier Villán. La siempre bella Victoria Vera hace lo que puede para sacar adelante este buen poemario, que toma el título prestado del poeta Blas de Otero, y que comienza con Francisco de Quevedo ("Miré los muros de la patria mí") y que termina con Javier Celaya ("España en marcha").

En los Teatros del Canal pudimos disfrutar de una recomendable obra, Decamerón negro, que es un espectáculo que propone un recorrido por la sensualidad del mundo entero, a través de relatos eróticos, música y danza surgidas en África. Una verdadera maravilla que aúna erotismo, música, teatro y danza. Está muy bien dirigido por Santiago Sánchez de L'om-Imprebí y Hassane Kouyaté, de Burkina Fasso, e interpretado por cinco magníficos actores (tres mujeres y dos hombres) de diferentes países que cantan y danzan teatralmente bien. El trabajo de investigación se basa en un texto de un antropólogo alemán, Leo Frobenius (Berlín, 1873) que recorrió toda África y quedó subyugado por la riqueza de la literatura erótica africana. Por lo que transcribió el material y publicó un libro que llevaba por título el que tiene este espectáculo. En España estas historias fueron publicadas por vez primera, en 1925, por Ortega y Gasset en la Revista de Occidente, que destacaba la importancia de esta creación para nuestro tiempo. Este espectáculo que va a estar en los Teatros del Canal hasta el 15 de diciembre no se puede perder.

En el llamado teatro alternativo se han visto obras interesantes. En la Cuarta Pared se pudo ver una obra, Aquel aire infinito, de la compañía (Companya Hongaresa de Teatre de Valencia) de Lluïsa Cunillé reviviendo su texto esencial, Premio Nacional de Literatura Dramática en 2010. Un reestreno que, por desgracia, no ha tenido la necesaria difusión y que, quizá por ello, estuvo escaso de público. Es una verdadera pena que el público de Madrid no se haya enterado del reestreno de este texto porque a lo mejor no se vuelve a ver en las tablas. "Un texto que es pura poesía del lado oscuro del corazón, más vigente aún en medio del desamparo social en que vivimos", aclara su actriz Lola López, al tiempo que cuenta el éxito que ha tenido esta obra tanto en Barcelona como en los países de Latinoamérica por los que ha pasado. Esta obra nos trae a la actualidad tragedias antiguas que nos muestran los conflictos de Ulises, Electra, Fedra, Medea y Antígona. En el 2003 la actriz y el director de esta obra la habían representado en la desaparecida sala madrileña El Canto de la Cabra. Es todo un magnífico ejemplo de teatro de texto. En esta ocasión la réplica a la actriz se la ha dado el actor Toni Sancho, quién también se encarga de la iluminación

En la sala Lagrada se pudo ver una obra de Samuel Beckett, La última cinta de Krapp, producida por la compañía Lagrada Producciones Teatrales, y bien interpretada por el experimentado actor Miguel Torres. Esta es una revisión del montaje de la obra que, igual que en esta ocasión, fuera dirigida en 1990 por Pablo Corral Gómez y que Miguel Torres ya había interpretado, metiéndose en la piel, como ahora, del viejo y decrépito Krapp. Después de veintitrés años, director y actor, han vuelto, pues, a mirar al "tigre enjaulado", que era como el autor lo llamaba cuando escribió la obra en 1958. Un nuevo montaje que trata de recuperar la mirada reflexiva del anterior para visitar otra vez la soledad de ese personaje que ha marcado desde el siglo XX la manera de abordar el recuerdo en el escenario. El escritor fracasado Krapp celebra su último cumpleaños rodeado de las figuras fantasmales que emergen de su memoria. Una lucha final con la que terminar una vida que considera malgastada. Un buen trabajo de director y actor.

En la sala Sol de York, una sala que ha dado un tirón descomunal en poco tiempo, e incluso programa ya otras actividades culturales, se han podido ver varias obras de buen nivel. Por ejemplo Júbilo terminal, una obra que, dirigida por Jesús Castejón y José Pedro Carrión, enfrentaba, en un intenso diálogo teatral, a una actriz joven promesa (Valery Tellechea) contra una vieja gloria (el gran actor José Pedro Carrión). Un conflicto entre generaciones que conviven en el tiempo pero no llegan a entenderse, bien representados por un actor auto-jubilado antes de tiempo, que está perdiendo sus facultades y está lleno de desencanto y prejuicios, y una joven mujer apasionada, amante del teatro y llena de ilusiones y sueños. Por la pequeña escena de la sala van desfilando los múltiples personajes a los que ha dado vida el actor que chocan con la realidad del momento actual que propone la joven. Un trabajo de actores en el que se compenetran bien los dos compartiendo el éxtasis delirante que encierra esta obra.

En la misma sala otro espectáculo, La Cama, de distinto tema y formato, que se presentaba como un viaje onírico y sensorial del Teatro en el Aire, dirigido por Lidia Rodríguez. Sus intérpretes diseñan un espectáculo muy visual y olfativo que se desarrolla en una sala pequeña cubierta de velos y camas en las que los espectadores se acuestan para soñar tutelados en sus sueños por ellos. Una experiencia que nos devuelve momentos de nuestra más tierna infancia. Esta experiencia teatral está llena de originalidad y sensibilidad y merece la pena vivirla.

En la misma sala también se representó Cena con amigos, una obra cuyo autor es el Pulitzer (2000) Donald Margulies (1954), y que está adaptada y dirigida por Daniel Veronese, una muestra de que este teatro está apuntando muy alto para el poco tiempo que lleva abierto. Esta comedia dramática nos habla del efecto dominó que se produce en las relaciones de pareja cuando una de las parejas entra en crisis y esto afecta a la otra pareja amiga que entra en proceso de extrañamiento mientras la pareja en crisis recompone su vida por separado. Un montaje muy bien interpretado por unos actores, con experiencia teatral y bien dirigidos, que logran expresarnos, a través de unos diálogos intensos, esta mezcla de desolación y humor. Se nota que Veronese, como hace siempre con las obras que dirige, impone el ritmo al texto y, claro está, a los actores a los que saca el máximo partido. Un texto magnífico, por cierto.

En la Nave 73, otra sala que ha nacido hace poco pilotada por gente joven y llena de ilusiones, se ha llevado a cabo un festival, la cuarta "Muestra Americana. Creadores del Teatro Iberoamericano", organizado por el Centro Latinoamericano CELCIT España. Este festival regresa a nuestra cartelera en esta nueva sala, tras suspender su celebración en 2012 por el saqueo de fondos públicos. Allí pude ver dos obras de la Muestra. La primera, que abrió también el festival, La razón blindada, de Arístides Vargas y su Grupo Malayerba de Ecuador, fue estrenada en 2006 y es un bello texto inspirado en El Quijote. En ella, Gerson Guerra y Arístides Vargas interpretan a dos presos políticos que resisten encerrados en "el lugar del dolor" jugando a transformar episodios de la novela de Cervantes. La segunda obra, Juan Salvador Tramoya, de la compañía chilena La Mona Ilustre, que trajo dos obras al festival, es todo un ejercicio gestual que el actor lleva a cabo con gran solvencia.

En la sala Tú, una sala que lleva poco tiempo en el barrio de Malasaña, gestionada por un grupo de actores, solo pudimos ver por ahora un cabaret rústico festivo, Los coños de la Bernarda, cuyo autor y director es Eduardo Solís O´Connor. En este thriller musical, rural y festivo compo auténtico Cabaret Negro, se nos muestra un Centro de acogida donde "locas asesinas purgan sus desmanes ofreciendo carne y saliva". La directora es la Bernarda que dirige el Centro con mano dura, pero seductoramente, a las putas y a los machos del pueblo. Los excesos trata de corregirlos una monja terapeuta y coreógrafa. Una divertida coña marinera para noctámbulos que quieran pasárselo bien con la música "El brillante" de Eliseo Parra.

Por último, hay que celebrar la concesión al autor Juan Mayorga del Premio nacional de Literatura, en la modalidad de Literatura Dramática, por su obra La lengua en pedazos, obra que se representó en el Fernando Fernán Gómez y que fue repuesta a petición del público, y que a mí me encantó. El jurado ha valorado "la lúcida y contemporánea visión dramática de la figura de una mujer como Teresa de Jesús, que en 2006 y es un bello texto inspirado en El supo llevar adelante sus convicciones a pesar de las presiones de su tiempo, con un tratamiento enraizado en lo mejor de la literatura castellana". El autor ha dedicado el premio a Clara Sanchís y Pedro Miguel Martínez, actores encargados de defender el texto en escena.

Y también hay que celebrar la concesión, por el Ministerio de Cultura, del Premio Nacional de Teatro 2013 al actor bilbaíno Ramón Barea como "un hombre de teatro integral". El jurado ha reconocido "su profunda implicación en todos los proyectos, desde los más arriesgados a los de más amplia difusión nacional". El actor señala a su vez: "He hecho un poco de todo. Yo vengo de una forma de hacer teatro que es muy distinta a lo de ahora. Soy de los que sentía ese deseo de usar el teatro como un elemento de crítica; tenía el deseo de cambiar el mundo con una obra". "Nunca he tenido un representante ni nada", añade. "He convivido con el fracaso y con el éxito, y todo es pasajero…Prefiero que me respeten a que me hagan de su cuerda. No me arrepiento de haber ido por libre", remata. En este momento está representando, en el Teatro Valle-Inclán de Madrid del CDN, hasta el 19 de enero, el papel, que, a mi manera de ver, le va como anillo al dedo, de don Juan Manuel Montenegro de las Comedias bárbaras de Valle Inclán. Un texto bien dirigido por el también director del CDN, Ernesto Caballero, y con estupenda escenografía de José Luis Raymond.

Danza

Ya hemos visto como la situación del apartado de la danza es desesperada, tanto que se llega a decir en un Informe que está "en trance de desaparición". A pesar de ello, y de los recortes consiguientes que esta situación conlleva, ha podido celebrarse como todos los años, y a diferencia del Festival de Jazz por ejemplo, el Festival Internacional MADRID EN DANZA (en su XXVIII edición desde el 5 hasta el 24 de noviembre). Este festival nos ha traído, sobre todo en su última semana y en los Teatros del Canal, aunque también se ha distribuido por otras salas y por otros centros de los pueblos de la Comunidad de Madrid) unas compañías de danza de gran calidad internacional. Si bien la decepción fue mayúscula con la compañía japonesa Dairakudakan (con su espectáculo Virus) que en general ha provocado una reacción negativa en la mayoría de los críticos de danza ("tropezar dos veces en la misma piedra (japonesa), casi hora y media de remedo cercano a la parodia del butoh", "quizá sea esa necesidad de captar sin pagar la que ha traído por segunda vez a la compañía japonesa con otro montaje a mayor gloria de su coreógrafo Akaji Maro…un paródico cuadro de zombis sin ninguna gracia"). Sin embargo, ha sido compensada con creces por la oportunidad de ver Anunciación de Angelin Preljocaj (y no tanto su versión de La consagración de la primavera). Y sobre todo el poder ver el espectáculo Desh, dirigido coreografiado y actuado por el gran bailarín Akram Khan, un creador londinense de origen bangladesí que en estos momentos está en la cresta de la danza. Precisamente con este espectáculo nos cuenta su historia que es la de muchos hijos de emigración que viven sus contradicciones tanto generacionales como de identidades. Su poder escénico y su vigor de danza (aquí también actúa y gesticula) son enormes. Mezcla la tradición de bailarín de kathak con la danza contemporánea de una forma muy fluida en un baile heterodoxo que nos recuerda a Israel Galván en el flamenco. Esperamos ansiosos el trabajo conjunto de los dos en un espectáculo que nos traerá el Festival de Otoño a Primavera. ¡Enhorabuena, pues, a los organizadores, y a su directora Ana Cabo, y a la Comunidad de Madrid por el apoyo al Festival!

También resiste el Ballet de la Comunidad de Madrid de Victor Ullate que presentó en los Teatros del canal un programa de celebración de su 25º Aniversario. Como bien dice el crítico Roger Salas "Ullate aprendió de su maestro Maurice Béjart la necesidad de dotar a su conjunto de una personalidad propia, de un lenguaje particular aun adentrándose en territorios no del todo nuevos o singulares; la madurez es eso". Y añade: "En los cimientos está María de Ávila, aunque la burocracia emergente en la profesión lo ignore". A falta de Nacho Duato que dotó a la Compañía Nacional de una "personalidad" nos queda, pues, Ullate y su Ballet. En esta ocasión, en los Teatros del Canal, el Ballet de Víctor Ullate presentó varios espectáculos: Seguiriya (V. Ullate/ Luis Delgado); Tres (E. Lao/ Beethoven); Aprés toi (V. Ullate/Beethoven); y Bolero (V. Ullate/: Ravel). El espectáculo fue irregular con algunas piezas más destacadas que otras (en la memoria siempre Jaleos), pero en conjunto resultó solvente mostrando el buen nivel de danza del colectivo. Lo que sí nos faltó fue la compañía de la orquesta a tono con la música de Beethoven y Ravel. ¿Los recortes?

En los Teatros del Canal también se pudo ver otro interesante espectáculo de danza de la compañía japonesa NOISM1, Nameless Hands-A Doll´s House, que apuntala la programación de danza de este otoño. Este espectáculo, con dirección, coreografía y luces de otro reputado discípulo de M. Béjart, Jo Konamori, que une la danza contemporánea con las técnicas dramáticas japonesas tradicionales, nos trajo a Madrid un buen nivel que complementa el del Festival. En el escenario, aparecen unos personajes vestidos completamente de negro (como si no existieran), los "kurogo", que son personajes del teatro tradicional japonés. Aparecen en esta obra como "manos sin nombre", como una metáfora del tiempo, la muerte, el deseo, el recuerdo, la imaginación, que manipula las vidas de los muñecos y del drama mismo. Esta propuesta se puede ver como un diálogo ritualizado entre los muñecos y los manejadores, entre los vivos y los muertos. El coreógrafo nos demuestra que ha asimilado las influencias de Oriente y también las de Occidente (se inicia con un guiñol napolitano). El decorado se compone de objetos de segunda mano de los que se defiende su existencia frente a las aceleradas necesidades de consumo. ¡Buena danza y buen teatro el de esta soberbia compañía japonesa!

Cine

En lo que se refiere a la industria del cine los datos son demoledores y catastróficos. Coincidiendo con el Festival de San Sebastián, marco excepcional y simbólico donde los haya, los productores dieron cuenta de la situación y exigieron al Gobierno medidas urgentes para implantar el nuevo modelo de financiación y de incentivos fiscales, que, a pesar de las promesas, no se ha llevado a cabo. Como dijo, desde la asociación de productores, José Antonio Félez, las cifras son devastadoras: "Nos gustaría que fueran distintas, pero es importante conocer el pulso de nuestra industria". De acuerdo con la memoria que han elaborado los productores la facturación del cine español en 2012 ha caído un 15% y un 12% el empleo que genera. "Y en 2013, las previsiones del Instituto Nacional de Estadística son aún peores, con un descenso interanual, al mes de julio, de un 20,8%", lamentó Félez.

Por otra parte, la recaudación en lo que va de año de las películas españolas supone un descenso del 20% (siete millones de euros menos que en el mismo periodo de 2012); y también ha disminuido el público (1,4 millones de espectadores menos que en 2012). La caída está repercutiendo también en la cifra de los rodajes: 92 frente a los 129 del año pasado (un 28,7% menos). Caen también los presupuestos ya que más de de la mitad de las 65 producciones de 2012 tuvieron un presupuesto inferior al millón de euros. Solo un dato positivo para el optimismo: las ventas internacionales de los productos audiovisuales han experimentado una subida considerable ya que las ventas de cine crecieron un 19,9% en 2012 con respecto al año anterior. La cuota a final de 2012 alcanzó un 17,9% gracias a los taquillazas de Lo imposible de Juan Antonio Bayona y Las aventuras de Tadeo Jones, de Enrique Gato. Quedan otras películas aún con gran poder recaudatorio.

Por otro lado, existe el problema de la reducción año tras año de las ayudas estatales en el Fondo Nacional de la Cinematografía. La comisión mixta de trabajo encargada de la negociación un nuevo modelo de negocio y de financiación de la industria, cuyo calendario concreto se creó en San Sebastián hace un año con vistas a una nueva ley que entrara en vigor en enero de 2014, está paralizada. La FAPAE está instando al Gobierno a que tome medidas fiscales urgentes: "Es necesario que sepamos si existe voluntad política o no para sacar adelante este nuevo modelo porque el trabajo técnico ya está hecho. No se han cumplido los plazos y estamos en un momento de absoluta urgencia". Y no parece que tampoco el IVA cultural en España vaya a sufrir ninguna modificación, al menos en este último trimestre. En Francia, por el contrario, desde el 1 de enero de 2014 el impuesto en las entradas de cine se reducirá del 7% actual al 5%. ¡Pero ya hemos visto como Francia es la única que parece rebelarse siempre!

Por último, un dato curioso a tener en cuenta es que si antes eran los inversores españoles los que ayudaban a los latinoamericanos, ahora son ellos los que acuden en nuestra ayuda. En el II Foro de Coproducción Europa-América de San Sebastián la participación de inversores españoles ha sido mínima. Como señalaba el director David Trueba, quién ha presentado en la sección oficial Vivir es fácil con los ojos cerrados, lo más dramático de esta situación es el paro y la cantidad de gente que ya ha tirado la toalla. "Es una industria que ha creado mucho empleo y riqueza. Ahora estamos acorralados por la situación, pero es la misma que está viviendo todo el país". O como advertía Antonio de la Torre, otro protagonista del cine español presente en San Sebastián: "En el cine español estamos empezando a emigrar como en el resto de los sectores. Acabo de rodar en Francia y me planteo la posibilidad de trabajar en inglés. Es el desmembramiento de una industria". El actor malagueño de Caníbal y La gran familia española apuntaba al tiempo dos iniciativas: "Hay que hacer una política de cine, y ahí incluyo el IVA, como se hace en Francia, y lo segundo es que debemos cambiar radicalmente la mentalidad del español ante el pirateo. El espíritu de Bárcenas nos posee".

Si el informe de los productores pintaba un negro panorama de la industria del cine los Presupuestos Generales de 2014 acabaron por confirmarlo. Las ayudas al sector han descendido más del 50% en cuatro años y han descendido casi un 9% este año mientras que otros sectores como el teatro o la música salen mejor favorecidos. El Fondo de Protección a la Cinematografía, del que salen las ayudas al cine, es el que sale peor parado (una reducción del 14%). El cine está, pues, en números rojos. Las reacciones, claro, han sido de indignación. Por ejemplo, Enrique González Macho, el presidente de la Academia del Cine, dijo: "Esto supone la paralización del cine español". Los cines Renoir de Cuatro Caminos acaban de cerrarse. Mariano Barroso llega a acusar al gobierno y al PP de "discriminar al cine y hundir a una industria porque ideológicamente creen que no conecta con ellos". Daniel Sánchez Arévalo, director de La gran familia española, abatido señaló: "Igual nos tenemos que ir y hacer cine en otro lado. Están dando la espalda a una situación crítica como es la de la industria del cine. Los recursos creativos no los van a poder aniquilar, pero está claro que están desmantelando una industria". Jose Antonio Félez, el productor que había ya presentado los datos demoledores en San Sebastián la semana anterior le preguntaba al secretario de Estado José María Lasalle sobre el por qué de esta rebaja y sobre su intención. A su vez, para finalizar, José Portela, el presidente de los productores, preguntaba: "¿Cómo quedará el cierre de 2013 con lo que deben del 2011? ¿Cuáles van a ser los números reales para 2014? ¿Dónde están nuestros interlocutores? ¿Ha sido Montoro el que ha hecho los presupuestos de Cultura? ¿Contaremos con medidas fiscales? Llevamos un año colaborando, intentando ser cautos y sin crear más tensión. Ahora necesitamos respuestas claras". Se habla de "desprecio" y "venganza" en el sector por el abandono del cine. La realidad es que de 500 cines en 1970 quedan sólo 30 en 2013. Le han puesto a parir al señor ministro Montoro que se ha atrevido a decir que el problema del cine español es la "mala calidad" de sus películas. Y tanto ha sido el rechazo que él ha empezado a recular y a rectificar y a pensar en posibles cambios fiscales. El ínclito ministro Montoro ha dicho ahora que el sector "genera riqueza tanto económica como cultural". ¡Y aquí no dimite nadie!

Hay que destacar, finalmente, por otra parte, el gran éxito de la Fiesta del Cine en toda España. Se redujeron durante tres días (del 21 al 23 de octubre) los precios de las entradas (a 2,90 euros) y la gente acudió en masa a las salas. Que tomen nota el ministro y el gobierno de este hecho para pensar en reducir el absurdo IVA que pesa como una losa sobre el cine español. ¡Ha quedado meridianamente claro que obre todo la gente no va al cine porque es muy caro!

Películas

Sin embargo a pesar de la desastrosa situación señalada antes hemos tenido la oportunidad de ver algunas buenas películas, algunas de ellas estrenadas ya en el verano, como la interesante trilogía (Paraíso: Amor, Fe y Esperanza) escrita y dirigida por el documentalista austriaco, aunque en este caso sea ficción lo que realiza, Ulrich Seidl. O también la tercera parte de otra trilogía, Antes del anochecer, de Richard Linklater, una muy buena y densa película que continúa la historia sobre las complicadas relaciones de una pareja (Celine y Jesse nueve años después de su última cita). O la magnífica película del director Jeff Nichols ya reconocido por su anterior película, la turbadora Take Shelter. Barro (Mud) es un maravilloso retrato de adolescentes en la que se respira un clasicismo narrativo en la mejor tradición del gran cine estadounidense ¡Las he recuperado todas en septiembre y ha merecido la pena!

Por otra parte, Golem nos ha permitido poder ver en Madrid algunas magníficas películas premiadas en distintos festivales. Por ejemplo, la última del estupendo director japonés Hirokazu Kore-eda, De tal padre, tal hijo (Like father like), película justamente premiada en la 66ª edición del Festival de Cannes. Este poético y desgarrado retrato de la infancia y de la vida familiar, con sus contradicciones entre la sangre y la adopción, se mueve en la estela del gran maestro Ozu. Esta película muy sensible e inteligente, delicada e insólita, de este director, ya un maestro del cine sigue bordando el universo de la familia y sus recovecos más oscuros, su cara más oscura, pero siempre con una gran trascendencia y con estilo que le hace diferente. Sigue, pues, en la línea de sus anteriores películas como son Nadie sabe, su obra maestra de 2004, y Milagro (Kiseki) de 2012. Kore-eda es, sin duda, un gran director de niños.

O Gloria, una interesante y emocionalmente intensa tragicomedia chilena sobre los amores tardíos, muy bien dirigida por Sebastián Lelio y magníficamente interpretada por Paulina García que recibió, con justicia en Berlín, el Oso de Plata a la mejor actriz. Un alegato contra la soledad.

O la realista y veraz Child´s Pose del rumano Calin Meter Netzer, Oso de Oro en Berlín. Este drama psicológico sobre una madre posesiva no es desde luego una obra maestra pero es bastante aceptable.

O Quai d´Orsay de Bertrand Tavernier, premio al mejor guión en San Sebastián 2013 y premio Fipresci. Mi admirado Tavernier resulta a veces un poco pesado y aburrido, aunque parece que el público se ríe bastante, en su crítica a la maquinaria política francesa.

O La Jaula de Oro, una muy recomendable película, una realista road movie premiada este año en Cannes en la sección Una cierta mirada del Festival, que narra el viaje migratorio de unos adolescentes guatemaltecos a través de un Méjico lleno de peligros. Esto se ve cada día en la prensa y hace poco se contaba en ella la inmigración, entre México y EE.UU., de decenas de miles de niños que, sin la compañía de sus padres, cruzan cada año la frontera. Esta película es una buena ópera prima, cruda y amarga y de gran verosimilitud, del director burgalés Diego Quemada-Díez, en una coproducción mexicana-española. Este director había sido hasta ahora cortometrajista y cameraman en películas de Ken Loach y de Alejandro González Iñárritu. Ahora provisto de su cámara al hombro nos ofrece un testimonio, en el que se aprecia un gran cariño por sus protagonistas, auténtico y veraz del mejor cine social. De nuevo la lucha por la vida en medio de una realidad desoladora.

Luego he visto otras películas como Thérese D., una interesante reconstrucción, a partir de una novela de François Mauriac, de la moral y la vida cotidiana de las familias adineradas en la Francia del siglo pasado, a la que la fría actriz Tautou no le da mucha fuerza. La reconstrucción estética de la época en el paisaje de Las Landas sí está conseguida. O El espíritu del 45, un documental de Ken Loach en el que a través de imágenes de archivo y entrevistas a personas que vivieron esa época, intenta recuperar el espíritu de es momento posterior a la guerra. Un periodo, el del 45 en Inglaterra, en que los laboristas, dirigidos por Clement Attlee, salieron victoriosos en las elecciones y pusieron los cimientos del Estado del Bienestar. Una película muy positiva, con sus peros…, y muy necesaria para entender lo que se está viviendo en España, como una redundancia de los destrozos del thatcherismo, en relación al desmantelamiento de los servicios públicos que tanto costó levantar. Si bien el preestreno en CCOO, mérito de la distribuidora Vértigo, estuvo abarrotado de público luego, por desgracia, ha estado sólo en una sala de Madrid. Muy inteligente a mi manera de ver el intento del director de conectar con un espíritu, que el neoliberalismo global y privatizador ha ido devorando, en el que mucha gente se sintió muy ilusionada con el proyecto público.

Ahora, o desde hace ya un tiempo, los museos se están convirtiendo en un pequeño refugio para las películas experimentales rápidamente expulsadas de las carteleras de los cines o que ni siquiera llegan a estrenarse. El museo Reina Sofía lo está siendo y, en este caso, para reflexionar sobre distintas maneras de contar, ha organizado un ciclo experimental ("Historias sin final. Narraciones del otro cine" 2010-2013) con una serie de recientes trabajos audiovisuales de las que pude ver uno que me interesó algo, Arraianos (2012) de Eloy Enciso, y otro de Sergio Caballero, Finisterrae (2010), que no me interesó nada. No pude ver el más conocido de Albert Serra, Historia de la meva mort (2013), que era su preestreno a nivel nacional.

Una película que me interesó mucho fue El médico alemán. Wakolda, una película producida, escrita y dirigida por Lucía Puenzo, también autora de la novela homónima (2011) en la que está basada. Se desarrolla en 1960 en la Patagonia argentina en la que una familia monta una hostería en un lugar cercano a Bariloche. En ese lugar van a convivir, en un reducto alemán poblado por alemanes y en el que se esconden antiguos nazis, con un médico asesino perseguido por los servicios secretos de Israel.

También pude ver una divertida película, Un cerdo en Gaza (¡mejor el título en inglés!), escrita y dirigida por Sylvain Estival e interpretada por un enorme actor, Sasson Gabay como Jaffar. Esta mordaz parodia del fanatismo palestino y la represión de Israel en la franja de Gaza, ha recibido un premio César a la mejor ópera prima. ¿Qué hacer con un cerdo "impuro" pescado en el mar y proveniente de Vietnam en un territorio dónde prima la pureza extremista aunque la gente de a pie lo que quiere es la paz? Un final poético, quizá redundante, resuelve la salida a tales extremos.

El Mayordomo es una película dirigida por Lee Daniels (el director de Precious), e interpretada por Forest Whitaker en el papel principal, que a mí me pareció interesante en cuanto al guión, con imágenes documentales de materiales de archivo, que abarca la historia de los negros en EE.UU desde la esclavitud de los años 20 en el Sur hasta la llegada de Obama a la presidencia. Esta historia que abarca 40 años de vida en la Casa Blanca no es fácil de plantear cinematográficamente. Lo hace por medio de la historia de un mayordomo, inspirada en una historia real, que logra escapar en la infancia de la opresión de las plantaciones de algodón y acaba trabajando en la Casa Blanca durante cuarenta años (de 1952 a 1986) para ocho presidentes. El eje de la historia es la difícil conquista de los derechos civiles de la comunidad negra: el mayordomo como padre se ve confrontado a la radicalidad política de su hijo. Y también el racismo y la política estadounidense. Se le pueden achacar a esta película el tono empalagoso y sensiblero de la historia y el uso de ciertos tópicos. No es tampoco factible, a pesar de contar con actores de primera y de lujo, retratar a ocho presidentes con simples pinceladas. El punto de vista de la película es el del mayordomo, interpretado por el cumplido Forest Whitaker, y es desde luego más emocional que analítico. Este sentimiento negro que conecta con el "sentimiento Obama" intenta conectar también con el mercado y, claro está, con el tío Oscar. Muchas teclas y muchos palos para darle fuerza y vigor al tema sin que lleve a la dispersión.

El capitán Phillips es una interesante película, basada en un hecho real, estupendamente rodada y trepidante de acción, dirigida por Paul Greengrass (esta película tiene el mismo planteamiento que su estupenda United 93), y magníficamente interpretada por Tom Hanks en uno de sus mejores papeles. En esta película, cuyo rodaje en un 75% se hizo en alta mar, y en la que se mantiene la tensión de principio a fin, hay un trabajo colectivo lleno de veracidad tanto de Tom Hanks como de los tres actores somalíes. Quizá he echado de menos una narrativa que explicase un poco más el fondo de los hechos para entender mejor lo que sucede en esa parte del mundo. Pero Greengrass ha optado por un producto industrial con una mirada tan distante que lo hace parecer un documental. A algunos el comienzo de la charla familiar les ha parecido innecesario. El final una demasiado feliz ficción.

El rey de Canfranc, un documental rodado en 2011, cuya idea surge en el año 2000 entre un grupo de amigos de tv amantes del Pirineo, y que ha sido producido por Telefónica Studios. Este trabajo no partía de una estructura previa sino de entrevistas, primero de dos horas a nonagenarios por si fallecían (algunas personas han muerto). Un documento, pues, difícil de construir, que se resume en una semblanza de una hora en la que se puede apreciar el esplendor de la estación del 41 al 44, luego su decadencia y finalmente la ruina. El largometraje documental muestra como la estación de Canfranc se convierte en 1940 en punto estratégico de paso de mercancías entre España y Alemania: alimentos, hierro y wolframio para nutrir la guerra que desangra a Europa. Allí, el jefe de la aduana francesa, Albert le Lay, un activo espía al servicio de la Resistencia, contribuye a que cientos de judíos, disidentes y soldados aliados logren pasar la frontera española camino de la libertad. Pero la Gestapo decide detenerle. Alguien le avisa en el último momento y emprenden una rocambolesca huida que comienza con un inocente paseo que no crea desconfianza porque era el mismo que todos los días daba el matrimonio. Todo esto se nos muestra con una atmósfera de suspense y a través testimonios de familiares de Le Lay y de otros que conocieron al llamado rey de Canfranc. En la película queda claro que la resistencia frente a los nazis fue de una minoría que supo decir "no".

Además de la película de Kore-Eda de la que hemos hablado antes hubo otra película, en la que Vértigo Films tiene parte de producción española, destacada en Cannes, La vida de Adéle, una película que se llevó merecidamente la Palma de oro en el Festival. Esta extraordinaria película francesa del director tunecino Abdellatif Kechiche (1960), que dura tres horas que se me pasaron en un suspiro hipnotizado sobre todo por la bella Adèle, bucea en profundidad en los sentimientos de una mujer durante una década de su vida. La empezamos a conocer a los quince años, llena de inseguridad y desconcierto sobre todo en lo que se refiere a las relaciones sexuales. El director apoyado en dos magníficas actrices (la conocida Léa Seydoux y la formidable Adèle Exarchopoulos en el papel de Adèle. La película nos muestra las relaciones amorosas entre estas dos mujeres alejándose del morbo y de la pornografía. La primera Palma de Oro para una relación lésbica. Una relación heterodoxa que se desarrolla en los suburbios de Lille difícil de entender para la familia de Adèle y para sus compañeras y amigas de clase. La película nos habla con un lenguaje duro y a la vez sensible, directo y a la vez sutil, de la gozosa y a la vez dolorosa iniciación en estas relaciones de estas chicas que van a sufrir también el desgaste del tiempo. El director con una vena muy realista les ha exigido a sus actrices una agotadora intensidad en unas escenas sexuales tan directas que nos entran hasta el fondo del corazón y del cerebro dónde nos quedan grabadas durante bastante tiempo. Esto ha dado lugar también a infinitos reproches entre el director y la actriz Léa Seydoux que pueden desembocar en un farragoso pleito. Pero lo que va a quedar en la retina de los espectadores es la autenticidad y la gran complejidad de la película, y al enorme trabajo de sus actrices y el arriesgado ejercicio fílmico de su director. De esta película sale uno golpeado y conmocionado luego de haber estado sumido en la hipnosis durante mucho tiempo.

Al tiempo que el austriaco Michael Haneke ha venido a España para recoger el galardón del Premio Príncipe de Asturias, hemos podido ver el interesante documental, Michael H, dirigido por Yves Montmayeur, en el que se recorre la trayectoria fílmica en cronología inversa, es decir del final al comienzo de su carrera (desde Amor (2012) hasta El séptimo continente (1989). El documentalista, un cinéfilo de exquisitos gustos heterogéneos sobre todo por directores raros y por el cine oriental, nos muestra un retrato contradictorio de un director tan hermético como vitalista. y tan concienzudo que no deja nada al azar sin planificar previamente. Para ello utiliza declaraciones del autor y muchas tomas del rodaje de sus películas logrando trasmitirnos, a mi manera de ver con un aburrido bajón en la mitad de la cinta pero que luego remonta, su metodología de trabajo. En conclusión: el discurso de Haneke trata de desvelarnos lo que Europa intenta ocultar bajo la alfombra. Y sobre todo un intento humanista de alcanzar a desvelarnos los miedos profundos de los seres humanos como auténtica verdad que prima sobre la belleza formal.

La mirada del amor es una película dirigida por Arie Possin, el segundo largometraje de un director desconocido en España, interpretada por magníficos intérpretes como Annette Benning, Ed Harris y Robin Williams en los papeles principales. Su melodramático guión, que no tiene nada de originalidad ya que evoca el juego del doble de Vértigo y tiene concomitancias con otras películas anteriores, fluye con naturalidad y gracia de principio a fin a través de unas imágenes llenas de ternura. La intriga que no tiene nada de intriga pasa a un segundo plano y se resuelve sin problemas y lo que al final prima son las interpretaciones, que elevan la película y le dan interés, sobre todo la de Annette Bening que a mí me seduce todo el tiempo.

He visto también una película española, Stockholm, bien dirigida por Rodrigo Sorogoyen (segundo largometraje de un director con considerable experiencia televisiva), y bien interpretada por una Aurora Garrido llena de misterio y un Javier Pereira encantador de serpientes, que ha obtenido varios premios (Biznaga de Plata al mejor director, a la mejor actriz y al mejor guionista novel en el Festival de Málaga) ¡Yo creo que merecidamente! Se ha llegado a hablar de este director como "nueva esperanza blanca del emergente cine low cost español". En esta modesta película todo trascurre en un maravilloso Madrid nocturno entre una noche y la mañana siguiente. Una película sin grandes pretensiones pero al tiempo muy ambiciosa que al menos a mí ha logrado engancharme de principio a fin.

He visto también una magnífica película de Hong Kong, Una vida sencilla (A simple life, 2012) de Ann Hui, una directora de cine referente del cine de autor asiático. El trabajo de su principal actriz fue aclamado y multipremiado (premio a la mejor actriz) en el Festival de Cine de Venecia. Una conmovedora y humana historia sobre la relación entre un productor de cine y su antigua sirvienta que se ha ocupado de la familia durante sesenta años y que ahora él se encarga de cuidar. Un documental basado en una historia real dónde vemos a grandes estrellas junto a actores no profesionales.

Le Weekend (Siempre nos quedará París) es una magnífica película resultado de una nueva colaboración británica entre el cineasta Roger Michell (Nothing Hill) y el escritor Hanif Kureishi, el guionista de un texto inteligente y sensible, en la que un matrimonio inglés de avanzada edad vuelve a París décadas después de su luna de miel para intentar revitalizar su unión. Una película que bascula entre la comedia y el drama, entre la celebración y el desencanto del amor, un amor que también encierra y destila odio. Funciona de maravilla la extraordinaria alquimia entre sus protagonistas Jim Broadbent y Lindsay Duncan, además de Jeff Goldblum, y logran por ello unas interpretaciones magistrales. Obtuvo la Concha de plata al mejor actor en el último festival de san Sebastián. Estamos ante un brillantísimo guión y ante una película llena de humor y muy inteligente y hermosa que nos deja con el sabor de "Vivre sa vie".

He tenido la oportunidad de ver también la última película del gran Woody Allen, Blue Jasmine, una estupenda película como no le habíamos visto al menos desde Mach

Point, con una actriz en estado de gracia, Cate Blanchet. Una película que a muchos críticos les ha traído a la memoria el personaje de Blanche Dubois de "Un tranvía llamado deseo" de Tennessee Williams, pero aclarando que la poesía de aquella, en la que se salvaba a la heroína de la quema, Allen se la pasa por el forro. El director, que no compadece ni siquiera a su personaje aunque intente su comprensión, nos da con esta película una actual y muy ácida visión de su país. Yo creo que, como muchos de nosotros se siente muy "indignado" por la(s) estafa(s), Madof, por ejemplo al fondo, de este mundo que nos ha tocado vivir. Entonces se pone a repartir sarcásticos mandobles entre las clases altas y las bajas por igual haciendo una caricatura de ambas, entre la tragedia de la que es un maestro, como nos ha mostrado repetidas veces, y el nihilismo al que nos vemos abocados. Una cruda visión de América, pues, que puede ser, con algunas variantes, la de Europa. En esta tesitura a la heroína, sin salida, a no ser la falsa vuelta cíclica al pasado, solo le queda embelesar al espectador, y esto lo consigue sobradamente esta magnífica actriz que es Cate Blanchet. Para ello, el director ha contado con la estupenda fotografía de Javier Aguirresarobe al que, por cierto, nadie cita ni alaba su buen trabajo, o no ser que se dé por supuesto, en esta película.

No se debe olvidar, sin embargo, que este director tiene también bastantes acérrimos detractores totales de su cine. Ante esta película, un crítico, la única "estrella" firmante que muestra su rostro en las críticas de los periódicos, quizá por si no nos llegaba con su estilo de escribir de lo divino y lo humano repartiendo puyas según su antojo, dice haber sentido "estupor y decepción". Normalmente, es un fan del director en el que reconoce siempre alguna idea extraordinaria (para él Match Point es una obra maestra, y para mí también), pero en esta película le "carga la estética que emplea Woody Allen para describir estos mundos… Ni el personaje ni la creación de Cate Blanchet provocan nada memorable". Parece sobre todo salir airado contra las entusiasmadas críticas que vienen del otro lado del océano (¿aún queda por estos lares el inveterado "instinto antiimperialista"?). Ese crítico tiene a bien solo fiarse de sus gustos (eso es muy cierto porque nunca se le aprecia objetividad alguna en sus criterios lo cual también favorece una buena estación de esquí para patinar con facilidad a su gusto) y no se siente para nada concernido por los personajes de esta película, según él, de arranque prometedor. Espera las señas de identidad de Allen pero no le llegan (¿simples prejuicios y anteojeras a la hora de esperar lo máximo siempre del sumo creador?). Y concluye: "me resulta espeso y forzado todo lo que veo y escucho…esta es la película que menos me gusta (o sea, nada) de un director excepcional".

La verdad es que acabo sintiendo pena por él, tan "divino", cual Júpiter tronante siempre, porque debía tener un mal día porque ese mismo día también la he visto yo. ¡Qué no se le acumulen los malos días porque parecen ir en aumento en sucesivas críticas muy subjetivas y epatantes que vistas en perspectiva nos dan una mala idea del conjunto desde hace al menos un tiempo! Además, la realidad es que no suelo, cuando lo cruzo en algún pase de prensa, verle nunca la jeta sonriente que muestra en la parte de arriba de su crítica quizá para contrarrestar su desafuero habitual. En el caso de Blue Jasmine, parece que, dadas nuestras respectivas visiones e impresiones, hayamos visto dos películas muy diferentes en el mismo "democrático", esta vez sí, pase. Digo esto de "democrático" sobre todo porque nunca me hubiera imaginado, dada mi anterior complicidad con bastantes de sus críticas, parecida a la de él con Woody Allen, que, en su fondo más oscuro, escondía a un perfecto burócrata. Un burócrata que, sin pizca de ironía, defiende "el meticuloso control de la base de datos" (¡no te conozco!) por encima de cualquier comprobación efectiva de lo que uno escribe (¿para qué sirve tanta tecnología que en un plis plas te reconoce, solo con apretar google por ejemplo?) ¿Falta de reflejos "antiimperialistas" frente a la Fox del reconocido crítico? ¡Por suerte aún hay vida más allá de la "Imperial" Fox! Para mas INRI , espero no ser yo el gafe, han tenido una avalancha de críticas negativas, ¡no me perdí nada!, de El Consejero, "la película más esperada de la temporada". ¡Menos la crítica positiva del rutilante crítico contra los molinos de viento! ("El Consejero proporciona entretenimiento de altura", dice como culmen de sus muchas virtudes) ¿Le gusta solamente ir a contracorriente? ¿O está amodorrado a veces como él mismo confiesa? "Lo que en una primera visión me amodorraba o me irritaba ahora me resulta magnético", dice en relación a su primera visión de La gran belleza de Paolo Sorrentino, película alabada por cierto por casi todos los críticos. Al menos ahora, tras su segunda visión, ha rectificado aunque achacando su miopía a las condiciones en las que vio la película y a los festivales en general y a la acumulación de películas que conllevan. Comparto esto ya que detesto los maratones de todo tipo. Pero al final de su reseña de la película señala que "no se va a arriesgar revisando más veces" está película. ¿Para proteger su último recuerdo como dice o para no tener que cambiar de opinión de nuevo? Lo que nunca quiere reconocer es que es, precisamente, su manera de criticar, tan subjetiva (solo su único gusto) y tan temperamental, la que conlleva estos problemas. ¡Ríete alguna vez , chico!

Hay que recomendar vivamente una película sudafricana, con versiones en varios idiomas, Complot para la paz (Plot for peace), de Carlos Agulló y Mandy Jacobson, un thriller político que narra por vez primera la aventura secreta del empresario francés Jean–Yves Olivier, quién consiguió involucrar en los años 80 a una serie de líderes políticos y altos cargos de diferentes ejércitos y servicios secretos para sembrar la semilla de un diálogo de paz regional que al final condujo a la liberación de Mandela y al final del apartheid. El director hasta ahora había trabajado con grandes directores de cine y había dirigido cinco cortos premiados en numerosos festivales internacionales. Estamos, pues, ante su primer largometraje acompañado de una galardonada cineasta como Mandy Jacobson. El guionista es un experto en África y asesor histórico de conocidos directores. El resultado de este trabajo conjunto es estupendo.

Por último, también hemos tenido, en medio de un aluvión de festivales de cine de diversas procedencias, la oportunidad, en noviembre, de acercarnos al cine brasileño, en la VII Muestra "Novo Cine"), a través de un ciclo de su último cine celebrado en los cines Berlanga en Madrid y también en Salamanca. De este ciclo yo pude ver el documental Los ojos de Bacurí (2013), un documental realizado por la conocida actriz y cantante, además de directora, María de Medeiros, una película que narra la historia de tres generaciones de mujeres de una familia brasileña marcada por la lucha contra la dictadura. En ella al final encaja estupendamente un montaje que al menos a mí al principio me desorienta un poco. Este documental coproducido entre Brasil, Italia y Francia, ha obtenido dos premios en festivales. Por otra parte, no hay que olvidar que la industria del cine brasileño ha crecido mucho, una de las que más crece, y es una industria en auge.


Postdata musical


¡Quién se podía imaginar que se suspendería el Festival de Jazz de Madrid en la capital del jazz! Solo ha resistido, al menos por este año el San Juan Evangelista con un mínimo programa de Jazz. También otras pequeñas salas. En relación a la música clásica, en el Auditorio Nacional y organizado por la Fundación Scherzo, en el Ciclo de Grandes Intérpretes, pudimos disfrutar de un magnífico concierto, con obras de Shubert, Brahms y Schuman, del pianista ruso Arcadi Volodos (1972). Aclamado como "genio del piano", Volodos es uno de los mejores y más importantes de pianistas del mundo. Este concierto fue una muestra perfecta de su gran virtuosismo.


Postdata dulce festiva

Para no acabar de amargarnos mucho con la trágica, pero provocada, ya que no es cuestión del Destino, situación en que vivimos tengo que recomendar un libro del periodista y fotógrafo Pablo Muñoz Gabilondo, "Tapas de Madrid", en el que se recogen las tapas de los chefs de más de 60 restaurantes de Madrid, desde los más históricos a los más modernos. Todo un recorrido de tapas por la capital, a través de 200 tapas, que nos permitirá visitar, según los bolsillos, los mejores bares de pinchos de la ciudad y recrear, si aún estamos con ánimos y euros después de la que está cayendo, sus recetas.


 

Trasversales