Trasversales
Lois Valsa

Panorama expositivo-cultural del otoño 2010 en Madrid y resistencia cultural frente a la(s) crisis que sigue(n) y sigue(n)

Revista Trasversales número 20, otoño 2010

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Con respecto a las ferias de arte, por ejemplo Frieze de Londres, una de las ferias de referencia europea, la feria joven por excelencia, tras el bajón de 2008 y la desorientación de 2009, muestra ahora el vacío de la escena londinense entregada desde hace tiempo a lo más contemporáneo. A pesar de que las ventas, según The Art Newspaper, no han sido malas, a esta feria se la ve falta de imaginación. En la FIAC de París las ventas no han ido mal. La última edición de Art Basel-Miami (con 250 galerías y un alto nivel medio) ha demostrado la recuperación del mercado americano que parece apostar, desde el conservadurismo, por el consumo interno aunque los grandes beneficiarios han sido los latinoamericanos con lo que las cosas se le van a poner más difíciles a Arco. Sin duda, esta feria se ha convertido en poco menos de una década en una de las grandes ferias de arte. Coincidiendo con Frieze, al menos en Londres han podido disfrutar en la sala de Turbinas de la Tate, aunque por poco tiempo en directo y antes de que el polvo tóxico del caolín hiciese que tuviesen que poner vallas a la sala, de la exposición del reconocido artista internacional, y muy combativo contra el régimen, Ai Wei Wei. Ha sido ésta una exposición de gran calado conceptual formada por millones de pipas de porcelana realizadas artesanalmente por trabajadores chinos que encierra muchas capas de lectura crítica. Galiano le dedicó una buena crítica en la cuarta página del diario El País y luego la reprodujo en el último número de la revista de arquitectura que él dirige y que presentó en la Delegación del Principado de Asturias de Madrid. ¡Con la nube de polvo se perdió la sensación directa de pisar las pipas! Paradójicamente, el silencioso concierto (cuatro minutos treinta y tres segundos) de John Cage parece que va a encabezar ahora el top británico de navidad. ¡Se especula, además de con el arte, ya hasta con el silencio! Las revueltas de estudiantes contra la subida de las tasas universitarias del gobierno británico dan sin embargo la nota alta para llamar la atención con su fuerte resistencia sobre los recortes sociales del gobierno conservador británico.

En España, organizada por el gobierno de Murcia se ha llevado a cabo la Manifesta 8, una gran bienal europea esta vez con base en Murcia y Cartagena, que le ha costado tres millones de euros al gobierno regional que intentaba al tiempo publicitar su zona. Un evento con falta de raíces y de desiguales resultados: algún crítico de arte decía que no se había valorado bien el lugar. La propuesta de tres colectivos comisariales pretendía interactuar con el Norte de Africa. Al tiempo el nuevo director de Arco 2011, Carlos Urroz ha ido mostrando sus puntos de vista que conllevan entre otras cosas la disminución de espacio y de galerías de la feria. La reducción de la dimensión de Arco sí está clara pero el panorama en conjunto sigue lleno de nubarrones. Sobre todo en un momento en que la crisis ha puesto al descubierto el mismo modelo cultural español dentro de un contexto generalizado de recortes de presupuestos culturales en diversos países europeos del que solo parece estar en positivo Alemania y Francia (Público, 11/12/2010). Se están dando incluso casos de deslocalización cultural como el estar mandando a imprimir a China libros y catálogos. A nivel de medios de comunicación, hay que destacar, claro está negativamente, de que, después de que Telecinco englobase a Cuatro, los nuevos dueños del grupo Liberty cierran CNN+ por motivos económicos. ¡Cómo vamos a echar de menos a Gabilondo! (“Finaliza mi tiempo como conductor”, ha dicho Gabilondo ). La cadena públicas (la uno y la dos por suerte aún resisten y mantienen espectadores) Al menos ha surgido la gran revolución de Wikileaks que da un giro radical al mundo de la información. Los mismos historiadores declaran sentirse envidiosos de esta investigación tan directa y tan rápida. Aunque hemos conocido muchas cosas insustanciales y que ya sospechábamos han salido otras informaciones más comprometidas y de gran calado ¡Y lo que falta sobre todo por salir! Un joven de Valencia quiere fundar el Wikileaks español. A diferencia de los campos de concentración no podemos decir ya que “no sabíamos”. Ahora es el momento de vencer nuestra impotencia frente a la corrupción para que nadie se vaya de rositas. Si no actuamos todo volverá a lo mismo.

En lo que se refiere a los efectos concretos de la crisis uno de los más persistentes ha sido la reducción de presupuesto que han sufrido muchas instituciones algunas de las cuales funcionan bajo mínimos: en general el número de exposiciones se ha reducido y se han ampliado los tiempos de exhibición y lo que parece claro es que en 2011 habrá más recortes y menos exposiciones. Por ello algunos proyectos se han cancelado, algunas ferias de arte como la de Sevilla se ha espaciado o aplazado. Los problemas de financiación y/o la mala relación con sus instituciones políticas han provocado el cierre del Chillida Leku cercano a San Sebastián que anuncia su cierre para el uno de enero por problemas económicos. El centro José Guerrero de Granada que caminaba hacia el cierre parece que por el momento se ha paralizado por la intervención de la Junta que va a garantizar la permanencia de los cuadros en Granada y la familia espera firmar un contrato preliminar en Navidad. Las instituciones que mejor resisten son el Museo Reina Sofía que por fin va a tener su ley de autonomía, el Thyssen que sigue negociando a la baja con el ministerio de Cultura sobre su Colección, el Prado que hace cada vez más exposiciones con sus fondos, y el MNAC. De la misma manera la crisis ha provocado el cierre de algunas galerías de arte como Salvador Díaz o que estén bajo mínimos mientras que otras han tenido que renovarse incluso mudándose y/o asociándose. Hace poco en El Cultural de El Mundo (26/11/2010) cuatro galeristas exponían sus problemas. Uno de ellos por ejemplo defendía medidas como un IVA del 4% igual que el de los libros y una ley de mecenazgo que favorezca fiscalmente la compra de obras de arte, mientras que otro criticaba y defendía una mayor unión en el sector como colectivo.

A pesar de este panorama tan crítico, en lo que atañe al otoño expositivo de Madrid, hemos podido disfrutar de algunas excelentes exposiciones. A la cabeza se puede citar el gran trabajo del timonel del museo Reina Sofía, Borja Villel, quién ha dado un giro radical al centro precisamente cuando cumple su vigésimo aniversario que ha celebrado con muchas actividades culturales de todo tipo al tiempo que con el reordenamiento de la segunda parte de la Colección y con la exposición Atlas. El reordenamiento de la segunda parte de la Colección (1945-1968), Arte en un mundo dividido, que se abre con un documental de Resnais (Noche y Niebla) y se cierra con otro (¿La guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido) es interesantísimo porque abre muchas vías plurales del arte desde las vanguardias al realismo. Esta vez se ha intentado explicar los cambios introducidos en la Colección mediante un libro en el que se nos dan las claves. Atlas. ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?, es la exposición estrella del aniversario: está comisariada, aunque también ha participado Villel, por el reconocido crítico internacional Georges Didí-Huberman. Su fundamento es el Atlas Mnemosyne, obra capital del crítico Aby Warburg (publicada por Akal en 2010) que ayudó a cambiar la visión lineal y compartimentada del arte en el sentido de lo que se desprende las imágenes por sí mismas y en las relaciones cambiantes que se establecen entre ellas. Warburg tiene una gran influencia sobre el director del museo y sobre su experto Huberman también experto en Benjamin del que dio una conferencia en el Círculo de Bellas Artes. Una exposición como ensayo visual sobre el concepto de archivo de Aby Warburg seria y rigurosa pero demasiado densa y dispersa pero que adquiere mucho sentido en una sociedad como la nuestra, virtual y en red. El ATLAS es pues precursor del dispositivo “archivo” en el siglo XX. En el Reina Sofía ya se habían abierto otras dos exposiciones: una la del antiartístico y prolífico Hans-Peter-Feldman en el edificio Sabatini con sus juguetes y sus fotos y otra en el Palacio de Velázquez de fotografía; y una exposición sobre el cine experimental del importante director de cine Val de Omar, en la que además de sus películas se pueden ver sus cámaras en una sala dedicada a ello Su “truca” que es como se llama.

De la exposición ATLAS del Reina Sofía, pasamos al CBA donde se celebró un interesante ciclo de conferencias sobre Benjamin. Hay que destacar también la actitud resistente del Círculo de Bellas Artes que está llevando a cabo unas exposiciones interesantísimas bajo la batuta de su director Juan Barja quién por cierto fue entrevistado en Público (11/12) por el tema de la crisis y los recortes presupuestarios. Desde luego hay que considerar sus respuestas en las que critica la mala gestión del dinero público (“Tengo nostalgia del Estado por supuesto que sí. Los centros dedicados a la cultura se están ahogando”). También hay que valorar el esfuerzo de sus exposiciones: empezando, en colaboración con la Fundación Luis Seoane y con la Sociedad Estatal y AECID, por la de Walter Benjamin, Constelaciones, una arriesgada exposición gracias al trabajo extraordinario de dos comisarios y Juan Barja muy digna de valorar por su nueva óptica expositiva, estrategia basada en el montaje cinematográfico y capaz de expresar un pensamiento poliédrico como el de Benjamín. En ella se nos presenta como elemento central una pieza audiovisual de cuarenta y seis minutos producida por el mismo CBA; además de un ATLAS benjaminiano también elaborado por el Círculo como herramienta informática que nos permite navegar por una amplia selección de textos de su pensamiento, y se recuperan también algunos de sus guiones radiofónicos. Todo ello según la idea de Benjamin de que la técnica destruiría el aura (dimensión cultual del arte) para situar lo político como fundamento. Otra exposición nos trajo la pintura de Ciria (Herds Grids), una exposición comisariada nada menos que por Donald Kuspit quién al tiempo dio un taller en el Círculo. También se conmemoraron los cuarenta años de la editorial Anagrama con otra exposición. Y, por último, la gratificante exposición sobre los primeros viajes del gran fotógrafo vanguardista argentino Horacio Coppola. Al tiempo, y en relación con estos tiempos críticos, qué mejor que una exposición sobre arte efímero. En la Casa Encendida, además del Premio Generaciones que cumple diez años y fue conmemorado con dos libros, uno de la exposición 2010, Desplazamientos, y otro de los diez años del premio, Los últimos diez años de arte joven, hemos tenido la suerte de ver otra exposición, ONªON. Esta exposición, cuyo objetivo es captar la magia del instante a través de los sentidos, es una exposición con trece artistas internacionales algunos ya reconocidos que nos presentan sus obras de arte efímero, es decir que las obras van cambiando con los días. ¡Está llamada a ser, y ya está siendo muy visitada, una exposición de referencia de este año 2010 pero hay que ir a verla cuanto antes! Otra exposición de la Casa, siempre dentro de su propuesta ecológica, es Ciudades habitables. Ciudades del futuro.

En la Biblioteca Nacional, aparte de exponer sus fondos (Códices de la Capilla Sixtina. Manuscritos miniados en las colecciones españolas), se ha reivindicado, coincidiendo con su centenario (1910-2019), la figura y la obra de Miguel Hernández en una importante y densa exposición, La sombra vencida. En el Caixaforum, además de las actividades habituales de todo tipo que se suelen llevar a cabo, incluido un interesante y excepcional debate sobre Wikileaks propiciado por el diario El País, se han presentado algunas importantes exposiciones: Federico Fellini. El circo de las ilusiones, Infancia con las fotografías de Isabel Muñoz, y la muy importante Dalí, Lorca y la Residencia de Estudiantes, una exposición de mucha enjundia, y con mucho contexto artístico de principios de siglo hasta el año 1929 en que los dos se distancian definitivamente, sobre la evolución de la relación vital y artística de estos dos artistas que convivieron en la Residencia de Estudiantes de Madrid. En la Colección ICO-MUICO se repasa la historia de la escultura del siglo XX: Un siglo creando espacio sobre la reordenación de su colección de escultura con dibujo. El museo Thyssen, además de la exposición de foto de Mario Testino, ha presentado una de las grandes exposiciones de la temporada, Jardines Impresionistas, en colaboración con Caja Madrid y sus salas de las Alhajas. En esta muestra de ciento treinta cuadros, unos cuantos verdaderas obras maestras de arte, hay que alabar el enorme esfuerzo de trabajo y de gasto para lograr reunir tanta obra de tantas instituciones. ¡Sin duda se verá compensado por las visitas que va a tener tal evento! Se podrá optar por Pisarro, en esta ocasión con abundante obra, o por Monet y su jardín de Giberny; o por los dos y por los demás dejándose llevar por el goce. Se podrán ver muchos jardines en los que podían experimentar su arte los pintores impresionistas. Un auténtico edén burgués que negaba y niega la realidad de un periodo convulso y revolucionario como fue el de esa época.

Por su parte, la fundación Telefónica nos ha traído la primera e importante exposición antológica del fotógrafo catalán Josep Brangulí, pionero del fotoperiodismo y documentalista de los cambios públicos y privados de la Barcelona de la primera mitad del siglo XX. Paralelamente, aunque por casualidad en Alcalá 31 sala de la Comunidad de Madrid se ha mostrado otra importantísima y completa exposición de fotografía, la de Santos Yubero sobre Madrid en la que se muestran también sus cámaras. Dos exposiciones muy representativas de la historia de las dos capitales. La fundación Mapfre nos ha traído aires de EE. UU mostrando por un lado las fotografías Made in USA del fotógrafo judío John Gutman que nos desvela con su cámara Rolleiflex otra América sobre todo con sus fotos de la ciudad de San Francisco; y por otro lado el arte americano con parte de los fondos de la Phillips Collection pionera en su forma de asumir el coleccionismo (¡qué gran coleccionista!) y en su percepción del arte de EE.UU. La fundación Juan March, por su parte y siguiendo con América, y con su diversidad expositiva que se manifiesta en las variadas exposiciones que lleva a cabo siempre con un gran rigor conceptual, nos ha traído la exposición Los paisajes americanos de Asher Durand (1796-1886). En la plaza de Castilla si la fundación Canal has presentado al Dalí ilustrador, a su lado, el Centro de Exposiciones de Arte Canal de Isabel II presenta el brillante y enorme montaje sobre Alejandro Magno (330 piezas de cuarenta museos, incluidas algunas de Afganistán y Tayikistán, distribuidas en diez salas a las que hay que añadir el cine que se ha construido en el exterior para proyectar la película en 3D (con gafas) “Alejandría, el sueño de Alejandro” Ha sido comisariada por el veterano profesor Martín Almagro Gorbea de la Real Academia de la Historia).¡ Una oportunidad única para ver este enorme muestrario de piezas ricas y diversas!

La fundación Carlos de Amberes ha acogido una de las exposiciones más importantes del otoño, La Belleza de lo grotesco de James Ensor (1860-1949), comisariada por un experto como Xavier Tricot y en la que se exponen por primera vez en España la serie completa de sus grabados. ¡Qué actualidad tiene esta obra satirizando a la sociedad y a los poderes de su tiempo! Ensor otorgaba la misma importancia a su obra grabada (tenía sus impresores) que a sus pinturas y a sus dibujos. En 1888 en el apogeo de su carrera, realizó nada menos que cuarenta y cuatro. Y los temas de sus estampas son tan diversos como los de sus pinturas (retratos, autorretratos y naturalezas muertas,,,temas fantásticos y religiosos como los de crítica de la injusticia social ridiculizando a la sociedad de su época). En sus estampas resuena el sarcasmo de los caricaturistas ingleses (Hogarth por ejemplo) o franceses (como Doré) y su admiración por el artista belga Felicien Rops (1833-1898) al que admiraba mucho. Ensor pasa del realismo a lo fantástico y simbolista con gran facilidad. Tiene una gran obsesión por la luz (Rembrandt y Turner); y por la figura de Cristo como se ve en su obra maestra “Entrada de Cristo en Bruselas en 1989 el día de Martes de Carnaval. La literatura ocupa un lugar muy importante en su obra (Balzac, Flaubert, la Biblia, Poe o Villiers). Y la ciudad de Ostende a la que acudía a sus carnavales, igual que a Bruselas, siempre fue su fuente de inspiración. Apreciaba mucho el mundo del teatro y las marionetas. Curiosamente era un gran individualista al que fascinaban las masas.

En lo que se refiere a las galerías de Madrid hay que destacar también algunas exposiciones. En Guillermo de Osma como siempre buena calidad en las de Victor Brauner (1933-1966) y en la de Ramón Gaya (Los Exilios). Joan Gaspar trajo los grabados de Pablo Picasso. En Rafael Pérez Hernández pudimos ver una serie de dunas de la Reserva Natural de Gran Canaria del fotógrafo viajero Luis Vioque. En Soledad Lorenzo se pudieron ver las exposiciones de Victoria Civera y de Adriá Juliá. En Malborough la de pintura de Juan Navarro Baldeweg y la exposición de escultura de Leiro. En Helga de Alvear, además de las fotos de Helena Almeida la pintura de Katharina Grosse. En la Caja Negra se ha podido ver una de las exposiciones más interesantes, la del maestro fundador de Altamira Mathias Goeritz que ha pasado por desgracia bastante desapercibida. En Distrito 4 la obra de Iván Navarro. Otras exposiciones muy destacadas fueron la de Alfredo Jaar en Oliva Arauna, la de Pedro Calapez en Max Estrella y las que ha llevado a cabo Juana de Aizpuru para celebrar su aniversario concretamente la de Alberto García Alix y Miguel Angel Campano y sobre todo hay que destacar la gran exposición de Eduardo Chillida. En la nueva sede de Alvaro Alcázar hemos visto la nueva exposición de Antón Lamazares. En Elvira González pudimos ver las exposiciones de LeeUfan y la de Alexander Calder.. En la galería Pradilla la de Germán Cano. En La Fábrica las de Eulalia Valldosera y Richard Billingham. Y, finalmente, en Utopía Parkway, una galería resistente donde las haya y que merece desde luego mi homenaje junto con mi pésame por la muerte por sus ediciones de catálogos y libros, hemos podido ver la obra pictórica de Fernando Martin Godoy y las fotografías de Erika Babatz.

Teatro

Hace bien poco la periodista de El País Rosana Torres informaba de cómo los ayuntamientos asfixian el teatro con la morosidad de las administraciones mientras los productores denuncian que la recaudación de las taquillas se destina a pagar otras deudas municipales. Juan Margallo decía que estaban poniendo dinero de su bolsillo y el productor Jesús Cimarro decía lo que le debían. La compañía Animalario, por ejemplo, se ha quedado sin fondos para producir a pesar del enorme éxito que suelen tener sus espectáculos. De todas formas los teatros suelen estar llenos en época de crisis. ¿Qué significa esto? ¿Es la manera de hacer la catarsis en nuestra época? Para mí el teatro se ha convertido en un lugar de resistencia frente a la crisis.

Por mi parte voy a destacar dos obras de teatro, curiosamente dentro del circuito alternativo de Madrid, que han llamado mi atención. He podido disfrutar de una obra, La novia, basada en un relato de P.A. Chéjov (1860-1904) que ha puesto en escena El teatro de Cámara de Angel Gutiérrez para celebrar el 150º Aniversario del autor. La historia es sencilla: la de una chica (Nadia) que está a punto de casarse pero sufre de un gran insomnio (como el creador Chéjov: la creación es el insomnio respetable) en gran parte debido a las dudas que tiene sobre si ama o no a su novio que en la obra no llegamos a conocer. Alentada por los discursos de un amigo de la familia que está de visita (Sasha) para que busque su libertad frente a los oficios de su madre (Nina) para que obtenga un buen partido de su boda de conveniencia, decide, finalmente, dejar la pequeña ciudad dónde vive parara ir a Moscú. Dentro del relativo conservadurismp burgués en el que se mueven los personajes de Chéjov, éste de Nadia nos rompe el esquema con su ruptura frente al acomodamiento y la adaptación. Su huida es el testamento vital del autor ya que moriría poco después y éste es el último relato del dramaturgo ruso. El montaje de esta obra con un jardín como escenario principal es muy chejoviano. La historia es triste, tierna, emotiva y entrañable. El sonido de un tren en la lejanía le pone un punto melancólico. La música sirve en todo momento para activar este sentido. Para mí el gran descubrimiento ha sido el de la joven actriz María Muñoz en el papel de Nadia. Los otros dos actores están correctos en sus papeles de Sasha y Nina. Este personaje de Chéjov además de su enorme atractivo teatral rompe el círculo vicioso de ociosidad y conformismo. ¡Aún resuena el eco del “trabajar y trabajar” de Sasha frente a la ociosidad local. El final es liberador para Nadia pero Sasha muere de tuberculosis. Por último, sólo cabe añadir: ¡Qué pena que esta obra no haya tenido mayor difusión en los medios! A mí desde luego esta actriz ha logrado conmoverme.

En otro teatro alternativo muy cercano al anterior, en la sala Triángulo, hace ya un tiempo que lleva actuando en función única de domingo una formidable actriz, Esther Bellver. Esta actriz ya formada teatralmente en el teatro de La Abadía y con otros grupos, además de todos los cursos de todo tipo que ella ha realizado por su cuenta y riesgo, nos ofrece un monólogo de su cosecha del que además hay texto. Su espectáculo ProtAgonizo es de una valentía inusitada en estos lares y de un riesgo incuestionable de trapecista en la cuerda floja: en él lleva a cabo un desnudo integral de cuerpo y de mente más allá de hipocresías mojigatas y pornografías progres. Su pura alma desnuda es el mayor atentado contra la pornografía pura y dura. Porque esta estupenda actriz se entrega en cuerpo y alma a su obra de orfebrería para hablarnos , sincera y melancólicamente, de los sentimientos y emociones que pueblan los recuerdos de su vida. Es un salto solitario en el vacío el que lleva a cabo en esta obra en la que se ríe de la profesión y de sí misma con desapego del ego en una tarea desidentitaria que nos muestra roturas y fragilidades con gran sinceridad Sinceridad y autenticidad son las dos notas dominantes de su función en la que se funden corazón y razón, el sentir y el pensar. La prota agoniza y revive en su obra en la que desmitifica la fama, el dinero y el poder con gran sencillez actoral y de medios. No se deja encasillar en ningún colectivo y critica expresiones como “todos los hombres” o “todas las mujeres”. Desnudez total del narcisismo y vanagloria de los fracasos que en la función se expresa mediante el “no funciona”. Detrás de la aparente dispersión de la obra incluso cronológicamente hay una tremenda planificación que busca el desorden como estructura; su caos cronológico y artístico está muy estudiado. Hay momentos de gran altura poética en este importante monólogo. ¡Qué pena, de nuevo, que los grandes medios y los popes del teatro no se pasen a ver la (dis)función de Esther Bellver, a pesar de que Rosana Torres ya había lanzado un ultimátum en El País sobre esta “talentosa” actriz. Ciertamente estamos ante una valiente y creativa actriz que sabe enfrentarse a la crisis del teatro a su manera y por ello es un gran ejemplo para los que quieren ver la vida de otra manera. Cuando la encuentro en la calle o en una cola animando a la gente para que vaya a ver su obra y charlo un rato con ella revivo la autenticidad de lo vivido antes en el teatro.

El teatro Español sigue con su magnífica programación: La violación de Lucrecia donde el trabajo de la Espert se multiplica sobre un bello y poco conocido texto de Shakespeare y el Beaumarchais para gloria de Flotats al que sobran a mi manera de ver el principio y el final y peca de un cansino ritmo didáctico al que le falta dramatismo. Colin y Arévalo quedarán en el recuerdo por su gran comicidad. Flotats mantiene su gran nivel actoral pero la escenografía es demasiado superficial para ser de quién es. Antes habíamos visto la obra de Arthur Miller Todos eran mis hijos que, dirigida y muy recortada por el joven director argentino Claudio Tolcachir resultó interesante pero irregular, también en sus intérpretes. En La Abadía pudimos ver, en El Mal de la Juventud, el interesante trabajo de Andrés Lima pero ahora al frente de la compañía del teatro. Estupendas interpretaciones de un buen texto de comienzos de siglo que nos pone ante los ojos un momento de crisis del pasado en la que el aburrimiento burgués lleva a su juventud al suicidio ¡Muchas similitudes con nuestro tiempo!
 

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