Hoy en día se está produciendo, poco a poco, un cambio en la manera de ser, pensar y actuar de la gente. Se está abriendo las puertas a la posibilidad de una transformación social en profundidad, debido a temas muy diversos, entre otros destacaría la ecología, la espiritualidad, la necesidad de cultura, la aparición de internet, la incidencia de la física cuántica, las subpartículas atómicas, el ADN y la variación de la polaridad de los polos magnéticos de la tierra.
Se está cuestionando el espacio/tiempo habituales, junto con el largo, alto y ancho, porque la energía ha transmutado. Antes no se hacían tantas preguntas, ni se generaba tanta realidad virtual alternativa por parte de las mentes pensantes de una cada vez más gran parte de la ciudadanía mundial.
En la actualidad nos encontramos en el cruce de culturas, en la encrucijada básica que nos puede llevar a otras realidades de consciencia, a otra visión o nueva manera de ver el mundo. Asimismo, los artistas están trabajando activamente dentro de esta misma línea. Una línea de realidad virtual, auspiciada por la aparición del net.art, del arte on line, de la creación digital, de la videocreación digital, de la animación digital y de los soportes interactivos.
El arte electrónico y el virtual intervienen cambiando soportes, materiales, formas, medios, precios y actitud de mercado.
El creador plástico actual posee conocimientos tecnológicos, debe ser, en alguna medida, empresario, que innova en tecnología, con imaginación, que ofrece un producto propio, único y de calidad, empleando el I más D. El creador plástico de la actualidad conecta con lo virtual, con la mente virtual, se aproxima, en gran parte a los nuevos lenguajes tecnológicos, pero, también, conecta con la determinación de la ciencia, con la unión de lo espiritual y los avances científicos aplicados al arte.
Artistas como Francisca Blázquez, creadora del Dimensionalismo, concepto y filosofía que consiste en viajar a través de las dimensiones cuánticas, angélicas, dévicas, espirituales, etéricas, cristalografía del agua, dimensión del amor, es un ejemplo. También lo son creadores plásticos como el argentino Fernando Yaninello, Subirachs, Tàpies, o un nutrido grupo cada vez más extenso de creadores coreanos, japoneses y norteamericanos, de entre otras nacionalidades, que emplea la tecnología dentro del concepto de la energía ligándola con el cosmos.
Una pléyade, una conjunción de creadores, que forma parte de la sociedad que cree en lo virtual, en el poder de la mente y su aplicación, que esperan transformar el mundo a partir de su actitud personal. No son partidarios de grandes enunciados, sino de actuar en consecuencia con la coherencia con las necesidades y problemas que está sufriendo el planeta tierra en todos sus frentes, en los que la mayoría de ecosistemas se encuentran en peligro.
Por otra parte el futuro de la vida de nuestro planeta se está cuestionando y no solamente por las emisiones de carbono, la gran contaminación y la destrucción del bosque verde, sino, también, porque la propia dinámica de actuación del sistema solar y de nuestro sol inciden de manera directa en la misma. Se está cambiando la polaridad de los polos del planeta, estamos viviendo momentos de angustia, porque se está cuestionando sus cimientos, la sociedad busca respuestas en los políticos, pero muchos no se dan por enterados.
La sociedad, el individuo, es consciente de su yo y de su futuro, pero quiere un apoyo de los políticos, que, en ocasiones, no obtiene. De ahí que nos encontremos dentro de una encrucijada en la que el arte actual y los artistas han dado una gran lección, demostrando que se pueden hacer cosas ecológicas, no contaminantes, dentro de una actitud universal, que aporta al planeta, que no lo destruye, que genera empleos y un mercado más fuerte con productos y creaciones singulares, sin menoscabo de su calidad.