Trasversales
Alfonso Goñi

Martin Sheen

Revista Trasversales número 8,  otoño 2007

Alfonso Goñi es economista




Hijo de un gallego de Parderrubias, concello de Salceda de Caselas en Pontevedra, y de una irlandesa cuya familia parece ser que estuvo relacionada con el antiguo IRA, se llamó al nacer Ramón Estévez, apellido que mantienen, a pesar de dedicarse al cine, tres de sus cuatro hijos.
Es el séptimo de los diez hijos del matrimonio de emigrantes que los criaron en una casa de tres dormitorios en Dayton (Ohio), y comenzó a trabajar a los nueve años pese a que la deformidad de su hombro le acarrea el brazo izquierdo más corto que el derecho.
Su madre murió cuando era joven y su padre, con un inglés balbuceante, le educó en los principios y valores de la verdad y la honestidad.

Detenido 70 veces por sus protestas y acciones políticas, es un personaje curioso en el firmamento de Hollywood. Siempre consecuente con sus ideas explica que las celebridades llevan responsabilidades agregadas: las declaraciones, demostraciones y marchas que incluyen figuras públicas reciben una atención por parte de la prensa que otras no pueden alcanzar, “nos llaman para dar voz a los sin voz y presencia a los marginados”.
Activista incansable de la no violencia y de la desobediencia civil ha participado y apoyado con su presencia militante todo tipo de protestas ciudadanas, desde cruzar la línea de demarcación de una base militar aérea hasta solicitar al congreso de California la prohibición de la venta y fabricación del foie gras por los métodos de alimentación de las ocas, pasando por sus acciones para conseguir el cierre de la Escuela de las Américas -la tristemente famosa base militar donde se entrenaban los futuros dictadores latinoamericanos- que convoca en manifestación cada año a miles de personas a las puertas de Fort Benning en Georgia. Las protestas antinucleares en el centro de pruebas de Mercury en el estado de Nevada y, por descontado encabezando las sucesivas marchas contra la guerra de Irak dando siempre soporte y apoyo a Cindy Sheehan.

Con más de 80 películas a sus espaldas -uno de sus hijos acaba de dirigir Bobby sobre la figura de Robert Kennedy, en donde por supuesto él también actúa- reconoce que Apocalypse Now en 1979 fue clave en su vida personal. La figura del atormentado capitán Willard representa una metáfora de su crisis íntima. “Un día pregunté al director Francis Ford Coppola quien era de verdad este personaje y me contestó : eres tú Martin, eres tú”. En el film se reflejaba su confusión agresiva dominada por el alcohol, además durante la filmación sufrió un grave ataque al corazón.
En 1981 trabaja en Gandhi de Richard Attenborough,  y donó su sueldo de 200.000 dólares a la madre Teresa de Calcuta. ¿Cómo se puede ganar dinero de Gandhi?, contestó a una pregunta sobre el tema. Su experiencia con la pobreza tuvo un efecto profundo en su vida y culminó su vuelta al catolicismo de su niñez, pero evitando caer en la práctica piadosa de su juventud, “me condujo a abrazar la iglesia de Oscar Romero, de Helder Cámara y de la madre Teresa”, la suya es la fe activa de un auténtico creyente y la lealtad a sus ideales de justicia social va mucho más allá que oír misa los domingos.

Ha interpretado cuatro veces a un presidente de los EEUU desde la miniserie Kennedy hasta el presidente Bartlet en la afamada Ala Oeste de la Casa Blanca, al que considera una amalgama de Kennedy, Carter y Clinton; coincido con el cineasta Agustín Díaz Yanes y con el escritor Javier Marías en que son los mejores guiones que se han escrito para una serie de televisión. Es curioso que en una encuesta de la NBC en vísperas de las elecciones presidenciales del 2000, el presidente ficticio interpretado por Sheen tuvo más porcentaje de votos que Bush y Al Gore; qué duda cabe que esta serie con 22 premios Emmy y una audiencia de 18 millones en EEUU es una de sus interpretaciones favoritas por su identificación personal con el protagonista. En la actualidad está rodando una película basada en la aclamada serie teatral Frost - Nixon de Meter Morgan, donde se dramatizan las entrevistas televisivas realizadas por el periodista David Frost a Nixon a finales de los setenta sobre el escándalo Watergate. La prensa americana tituló la noticia como “Martin Sheen contra Richard Nixon”.

Complejo y polifacético se define como un activista hispano que ha lidiado con vetos, censuras y listas negras a lo largo de su vida profesional; por su postura ante la guerra de Irak volvió a tener problemas con la NBC. Junto a sus hijos ha viajado en varias ocasiones a Parderrubias donde poseen una casa junto a las ruinas de la vivienda que vio nacer a su padre Francisco, pues, como decía Castelao, el gallego no protesta, ¡emigra!; cuentan que en el pueblo vive algún primo con un parecido asombroso y su hermana es profesora en Madrid. Encabezó en Los Angeles la marcha de un millón de personas en solidaridad con los latinos indocumentados y apoyando una reforma migratoria. Y dedica muchas energías a su actividad en PETA, la conocida organización en defensa de los derechos de los animales.
En su visita al Parlamento Europeo el pasado 11 de abril para participar en la entrega de los premios Energy Globe Award, con los que se distinguen los proyectos relacionados con la energía verde, hizo un llamamiento al despertar de los Estados Unidos en su lucha contra el cambio climático:
América sigue siendo una nación de emigrantes y mis padres eran emigrantes, me critican a menudo y me llaman antipatriota, pero amo a mi país lo suficiente para arriesgarme a su cólera, pero lo hago con fe en su Constitución y un amor profundo por su gente”.

Tim Robins, Susan Sarandon, Sean Penn, Ed Asner etc. El celuloide americano ha proporcionado muchos demócratas liberales, pero activistas con la fuerza, intensidad y tenacidad de Martin Sheen muy pocos.

Valencia, setiembre 2007



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