Trasversales

Samuel Farber

La resurrección de Che Guevara

Revista Iniciativa Socialista (primera época de la actual revista Trasversales) , número 50, otoño 1998
Artículo publicado en New Politics, verano 1998, y traducido y reproducido en Iniciativa Socialista, número 50 (otoño 1998) de acuerdo con el autor. Sam Farber, nacido en Cuba, es autor de Revolution and reaction in Cuba (1933-1960)

Treinta años después de su ejecución sumarísima por el ejército boliviano en el que fue cómplice la CIA, Che Guevara ha acaparado una vez mas la atención pública. Su imagen ha sido reproducida una y otra vez por una extraña combinación de instituciones y de gente que va desde la derecha argentina del presidente Carlos Medem, que editó un sello conmemorativo, pasando por el gobierno cubano, a las agencias de publicidad que venden ropa moderna a los yuppies y que llevó al principal dibujante del periódico de izquierdas mejicano La Jornada a dibujar la imagen del Che Guevara con el logo de Nike en su boina. Esta resurrección ha venido acompañada y en parte causada por la publicación de varios libros ampliamente reseñados en los periódicos y en revistas políticas e intelectuales.

Mistificado y mitificado desde que fue ejecutado, el Che se ha convertido en fuente de inspiración política para mucha gente que solo tiene una vaga noción de sus ideas y actividades políticas. Pensando en esto, este artículo intenta reconstruir un retrato político del Che Guevara, dibujado con el material inestimable que proporcionan estos tres trabajos. Tendré en cuenta principalmente el libro de Castañeda, el mas astuto políticamente y quizás el mas reseñado de los tres, y haré referencias ocasionales a las biografías de Anderson y Taibo.

Jorge G. Castañeda es un eminente escritor mejicano con profundas raíces en la clase política de su país (su padre recientemente fallecido fue miembro del gobierno). ex-comunista althusseriano, es muy conocido actualmente por su defensa de un programa político socialdemócrata para Latinoamérica y por su consecuente rechazo a una vía revolucionaria para la región. Este libro, sin embargo, no puede considerarse en general hostil a Che Guevara. En cuanto a la afirmación de varios críticos de que Castañeda acusa a Fidel Castro de haber abandonado al Che a morir en Bolivia, realmente lo que hace es sugerir que es una hipótesis pero, aun manteniendo esa posibilidad, analiza cómo la presiones soviéticas reducían la libertad de acción de Castro en esa época..

El tono crítico de Castañeda se dirige principalmente al revolucionarismo del Che. Así, en el prólogo comenta "el eterno rechazo a la ambivalencia" del Che y la tendencia de la generación de los 60, a la que él pertenece, a comprometerse con "un rechazo total de las contradicciones de la vida", y a excluirse ellos mismos de "los muy contradictorios principios de los sentimientos, de los deseos conflictivos, de los objetivos políticos mutuamente incompatibles", en una época en que "se escribía en blanco y negro" (pp.xv-xvi). Dados estos matices y suposiciones subyacentes, sería muy difícil para el lector normal hacer una distinción entre las críticas generalmente justificables que Castañeda hace a la guerra de guerrillas como una estrategia revolucionaria, y tales aplicaciones específicas de ella en el Congo y Bolivia, por una parte, y la estrategia y política revolucionaria marxista en términos generales por otra. Al lector se le deja pues, con la conclusión, al menos por defecto, de que la reforma en vez de la revolución es la única alternativa viable y sensata.

II

Ernesto Guevara de la Serna nació en 1928 en Argentina, no sólo la nación mas rica de Latinoamérica entonces, sino uno de los países mas prosperos del mundo. Pero su familia, parte de la élite argentina,  no fue ajena a las dificultades financieras debido al fracaso de los negocios del padre de los Guevara. Aunque, sin duda, el Che asimiló los valores políticos generales de una familia de izquierdas fuertemente afectada por la guerra civil española, Guevara no estaba especialmente politizado durante su adolescencia y su primera juventud. Era mas bohemio que izquierdista, un fenómeno mas común en ese momento de relativa opulencia en el ambiente europeo de la Argentina del Che que en la mayoría de los otros países latinoamericanos, incluida Cuba. Esta bohemia temprana no fue del todo abandonada cuando Guevara se politizó profundamente mientras viajaba a través de América latina en los años 50. Le quedaron restos significativos que impregnaron su posterior desarrollo político.

En la época en que salió de Guatemala en 1954, como consecuencia del derrocamiento del gobierno constitucional de Jacobo Arbenz orquestado por el imperialismo estadounidense, Guevara estaba profundamente politizado y aceptaba una visión estalinista del mundo. Estalinista en sentido genérico, ya que se había convertido en un fiel seguidor del modelo político representado por la URSS con un estado represivo de partido único dueño de la economía y controlándola sin ningún control popular democrático, sindicatos independientes, libertades civiles para los trabajadores, pero también estalinista en sentido literal por su gran admiración por José Stalin. Así, incluso antes de su experiencia guatemalteca, cuando Guevara viajó a Costa Rica y fue testigo directo del terrible poder de la Compañía Unida de la Fruta , escribió a su tía Beatriz diciéndole que había jurado "ante una fotografía de nuestro muy llorado camarada Stalin, que no descansaré hasta haber visto aniquilados a esos pulpos del capitalismo". Otra carta a esa misma tía, fue firmada con las palabras "Stalin II" (p.62 y Anderson p.167). Mas importante fue el hecho de que cuando visitó la URSS por ser uno de los mas importantes líderes de la victoriosa revolución cubana en Noviembre de 1960, insistió en depositar una ofrenda floral en la tumba de Stalin, incluso en contra del consejo del embajador de Cuba en la URSS (p.181). Es importante recordar que esto sucedió cuatro años mas tarde de las revelaciones de Khrushchev sobre los crímenes de Stalin.

Mientras la mayoría de la izquierda asocia el estalinismo con su periodo de frente popular, el estalinismo de Guevara era diferente, mucho mas cerca del mas agresivo, de la colectivización de los últimos años 20 y los primeros 30. Es muy relevante que Guevara criticara duramente a Lenin por haber introducido algunas formas de competencia capitalista en la URSS en los años 20 (la NEP).(Anderson, p.697). Con este espíritu el colectivismo de Guevara era estalinismo puro, sin adulterar. En marzo de 1960, declaró que "uno tiene que pensar constantemente en nombre de las masas y no en nombre de los individuos...pensar en los individuos es criminal porque las necesidades del individuo son completamente insignificantes frente a las necesidades del conjunto de la humanidad". En agosto de 1964, el Che afirmó que el individuo, "es feliz sintiéndose un eslabón en la cadena, un eslabón que tiene sus propias características y que es necesario pero no indispensable, para el proceso de producción, un eslabón consciente, un eslabón que tiene su propio motor, y que conscientemente trata de empujar mas fuerte para llegar a un final feliz, una de las premisas de la construcción del socialismo- crear suficiente cantidad de productos de consumo para toda la población." (Anderson, pp.470, 605).
Las normas de Guevara sobre lo que constituía una "cantidad suficiente de productos de consumo para toda la población" eran obviamente ascétican, consistentes con las normas para si mismo y su familia. Esto, a su vez, estaba relacionado con su puritanismo cuyos efectos podrían haberse frenado o incluso haber dado marcha atrás antes del establecimiento en Cuba del estado de partido único. Así durante la lucha armada contra Batista, el Che trató de regular las relaciones sexuales entre los hombres y mujeres de su columna, hasta que le obligaron a reconsiderarlo. Igualmente, cuando sus tropas ocuparon la ciudad de Espíritu Santo en el centro de Cuba a finales de 1958, trató de prohibir el alcohol y la lotería, pero claudicó al enfrentarse a la resistencia de la población (p.132). Su punto de vista espartano de la colectivización deseable, de una sociedad igualitaria dirigida por revolucionarios dedicados y desinteresados en el estado de partido único, sin lugar para la democracia, la individualidad o la abundancia material, ayuda a explicar por qué la noción de incentivos morales jugó un papel clave en la visión social y política de Guevara. La generosidad colectiva, la dedicación y el sacrificio fueron su alternativa a la conciencia política, el pensamiento independiente, al individuo racional que logra objetivos y programas colectivos por la discusión democrática y el voto; esto es, el gobierno de la mayoría con los derechos de la minoría.
El ascetismo personal y político de Guevara le llevó necesariamente a la indiferencia e incluso al desprecio de las preocupaciones materiales de la gente común y corriente. Cuando él criticó severamente lo que vio como el aburguesamiento del bloque soviético en el periodo post-Stalin, no consideró que los cambios políticos y económicos implantados por Khrushchev y sus equivalentes en los Estados del Este mejoraron la vida diaria del pueblo precisamente porque esos regímenes fueron obligados a prestar mas atención a la producción y distribución de productos de consumo de lo que lo hizo su héroe Stalin. La biografía de Paco Ignacio Taibo revela que Guevara estuvo bastante influenciado por las ideas de Gandhi antes de adoptar la versión estalinista del marxismo. Esto es muy sugerente y llama nuestra atención sobre la afinidad entre el primer gandhiísmo de Guevara y su bohemia, el desprecio por las comodidades "burguesas" y los avances de la civilización, y la particular forma de estalinismo ascético que él mas tarde apoyaría y al que contribuiría de manera personal.

El estalinismo de Guevara estuvo también marcado por un fuerte voluntarismo, lo que hizo que su política se acercara a la variedad maoísta del estalinismo. El marxismo clásico contiene un estado virtual de tensión entre los factores subjetivos y objetivos del desarrollo histórico como en la formulación de El 18 Brumario de Luis Bonaparte: "los hombres hacen su propia historia, pero no hacen sólo lo que les gusta; no lo hacen bajo circunstancias elegidas por ellos mismos sino bajo las circunstancias que encontraron predeterminadas y transmitidas por el pasado". Esta tensión objetiva-subjetiva en Marx fue abandonada por tendencias posteriores que se reclamaban marxistas. Por ejemplo, la socialdemocracia alemana elaboró un objetivismo mecanicista que minimizaba el elemento activo subjetivo en la historia. En el otro extremo, el maoismo y el guevarismo han sido conocidos por su extremo voluntarismo ignorando completamente la realidad objetiva. El programa económico de Guevara para Cuba comprendía la planificación altamente centralizada eliminando todos los mecanismos del mercado y contando principalmente otra vez con incentivos morales, sin pensar en el control de los trabajadores, a diferencia de la participación controlada desde arriba de los socialdemócratas. Nada de esto tenía en cuenta las características específicas de la economía cubana que, aunque relativamente avanzada respecto al resto de América Latina, estaba todavía lejos de un desarrollo total de la economía industrial. La existencia de un considerable cantidad de pequeño comercio no era según los últimos análisis una cuestión de elección voluntarista de política gubernamental. Por el contrario, existía un cierto grado de actividad mercantil, como reflejo de la realidad material, por ejemplo, un desarrollo atrasado de los medios de producción de pequeña mercancías todavía no colectivizados, e igualmente de los medios de distribución. Marx y Engels habían supuesto que la abolición del mercado como regulador principal de la actividad económica tendría lugar en el contexto de un sistema extenso de fábricas donde la producción ya se realizaba sobre una base social y no individual.

El fuerte voluntarismo de Guevara se expresaba también en su insistencia en que la guerra de guerrillas era la única estrategia revolucionaria para América Latina. En cambio, las primeras formulaciones de su teoría de la guerrilla alertaban contra intentar la guerra de guerrillas en los países latinoamericanos con gobiernos constitucionalmente elegidos, reconociendo sin duda que en la experiencia cubana la guerrilla tuvo éxito, en gran medida, porque se oponía a un gobierno ilegítimo, que había llegado al poder por un golpe de estado militar llevado a cabo poco antes de unas elecciones generales en las que se esperaba que perdiera Batista. El Che renunció mas tarde a estos requisitos, cuando insistía en que las condiciones para la guerrilla estaban igualmente maduras en toda América Latina. Esto era perfectamente coherente con su incapacidad para reconocer las estructuras políticas específicas y las coyunturas históricas, como se puso de evidencia en Cuba durante el periodo de la lucha armada contra la dictadura de Batista. El no podía entender, y de hecho se opuso a la efectiva táctica de Castro de devolver a los prisioneros (sin sus armas) al enemigo, (p.103) una táctica que tenía gran significado al enfrentarse con un ejército mercenario y desmoralizado, sin apoyo social ni político en la mayoría de la población. Todavía mas sorprendente fue el colosal error político de Guevara al proponer a los rebeldes robar bancos para financiar sus operaciones. Cuando los líderes urbanos del Movimiento 26 de Julio se negaron, Guevara lo tomó como un signo de conservadurismo social.(Castañeda p.129, Anderson p.347). De lo que aparentemente no se dio cuenta (ni ninguno de sus biógrafos) es que al final de los años 40, sólo diez años antes, Cuba había pasado por un periodo de gansterismo político cuando muchos de los revolucionarios de otra época habían degenerado en simples gánsters, llevando acabo actividades violentas incluyendo robos a bancos. Cualquier implicación de los revolucionarios de los años 50 en tales actividades hubiera traído a la memoria ese oscuro periodo y hubiera sido extremadamente peligroso políticamente, en particular porque Fidel Castro había estado vinculado a esos grupos en su época de estudiante, poniéndoselo fácil a la prensa controlada por Batista para argumentar que los revolucionarios estaban trayendo de nuevo los malos tiempos pasados del gansterismo político.

III

Durante los años 50 Guevara compartió la visión general del mundo de los tradicionales partidos comunistas pro-soviéticos de América Latina pero él nunca llegó a ser miembro del partido. Guevara no era partidario de la estrategia del Frente Popular y las sinuosas maniobras políticas que conllevaba, y, dada su personalidad independiente, no era la clase de persona que puede ser reducida a un eslabón en el aparato de un partido burocrático. Sin embargo, como veremos, Guevara creció muy cerca de los viejos comunistas cubanos (Partido Socialista Popular) una vez que cambió su línea política y decidió apoyar a la guerrilla en Sierra Maestra en 1957. Esta cercanía a los viejos comunistas cubanos (e indirectamente a Moscú) duró durante los decisivos años de la revolución cubana.

Ningún tema ha sido objeto de tanta ofuscación y distorsión que la ruptura de Guevara con la URSS a mediados de los 60. El primer indicio de esta insatisfacción con la URSS apareció durante la visita anteriormente citada a ese país en Noviembre de 1960. Aunque la visita no afectó a su admiración total por el sistema soviético, le molestaron las desigualdades que vio en Moscú entre los niveles de vida de los líderes del país y el resto de la población. A pesar de ello rechazó las observaciones críticas de algunos líderes cubanos que también habían visitado la URSS y la Europa del Este en esa época. (pp.180-181) Fue entre 1963 y 1965 cuando el Che se distanció de la URSS. Incluso a finales de 1962 él compartió la desaprobación de los líderes cubanos a la forma en que Khrushchev actuó en la crisis de los misiles sin consultar a Fidel Castro ni a otros líderes cubanos. Un año después, el 12 de Octubre de 1963, el Che habó en una reunión del Ministerio de Industria y lo que dijo no fue publicado por la prensa cubana, posiblemente por la dureza de sus afirmaciones. Allí, analizó la crisis de la agricultura en la URSS y culpó firmemente de ella a la existencia de pequeñas propiedades, descentralización, incentivos materiales y autogestión financiera (p. 255). No se sabe si Guevara era entonces consciente del hecho justamente reconocido de que las pequeñas propiedades privadas tienen mucha mayor productividad que las granjas colectivas o del estado. (El por qué la gente que trabajaba en granjas colectivas y del estado en un estado/partido autoritario era, en el mejor de los casos apática, y cómo la democracia y el control de los trabajadores pudiera haber resuelto el problema de la baja productividad era una cuestión que el Che no podía plantearse dada su ideología estalinista).

Durante los siguientes 18 meses, como el Che se involucró cada vez mas en ayudar a los movimientos revolucionarios en todo el mundo, se volvió mas crítico con que la preocupación de la URSS por esos movimientos estuviera subordinada a otros temas de política exterior como la detente con EEUU. En 1964, había quedado claro que la URSS estaba presionando al gobierno cubano, con algún éxito, para que redujera su ayuda a los movimientos revolucionarios, particularmente en América Latina, y para que se concentrara en la producción de azúcar, para así cumplir su papel contemplado en la división del trabajo en el bloque "socialista". Después de largas conversaciones, Cuba y la URSS un acuerdo económico a largo plazo el 17 de Febrero de 1965. Los cubanos estaban particularmente descontentos con los altos precios que los rusos les cobraban por el equipamiento y la maquinaria soviética. Una semana después, el Che dio un discurso en Argelia que marcó la ruptura definitiva con la URSS. Allí declaró:

El desarrollo de los países que ahora entran en el camino de la liberación debe ser pagado por los países socialistas...No debemos hablar ya mas de comercio mutuamente ventajoso basado en precios que la ley del valor...impone a los países atrasados. ¿Cuál es el significado de "mutua ventaja" cuando (algunos países) venden a precios del mercado mundial las materias primas que cuestan a los países atrasados infinito sudor y sufrimiento, mientras compran también a esos precios las máquinas producidas en grandes fábricas mecanizadas...? Si nosotros establecemos esta clase de relaciones entre los dos grupos de naciones, debemos estar de acuerdo en que los países socialistas somos, en cierto sentido, cómplices de la explotación imperialista... y de la naturaleza inmoral de este intercambio. Los países socialistas tienen el deber moral de acabar con su tácita complicidad con los países explotadores occidentales.(p.291).

Con este discurso, Guevara no sólo rompió sus relaciones con la URSS, sino que también puso en cuestión su papel de líder en Cuba. Se hizo entonces inevitable que dimitiera del gobierno cubano y se dedicara a fomentar la guerra de guerrillas en otros países, si bien con la ayuda material de Fidel. Su carrera política futura le distanciaría de la URSS y de los partidos comunistas pro-soviéticos en América Latina.

Mientras que la crítica de Guevara representaba una profunda separación con la URSS y los partidos que la apoyaban, no hay nada en ella que sugiera una ruptura con su estalinismo ideológicamente bien atrincherado. Ninguno de sus escritos, acciones o discursos sugiere que haya cuestionado o criticado nunca el estado de partido único y la completa ausencia de democracia en cualquier país comunista; ni puede encontrarse ninguna reflexión de arrepentimiento o duda sobre su propio papel en la eliminación de cualquier forma residual de democracia dentro del proceso revolucionario cubano. Por esto, es incorrecto argumentar que se debería aplaudir la política mas vigorosa y militante de Guevara, cuando sus esfuerzos fueron dirigidos al establecimiento de un sistema completamente opuesto a la democracia y consecuentemente al gobierno del pueblo.

IV

La historiografía reciente del Che Guevara ha engrandecido enormemente su papel en el proceso revolucionario cubano, incluyendo su estancia en el poder. Como se ha señalado anteriormente, Che Guevara era un cercano aliado de los viejos comunistas cubanos (Partido Socialista Popular) durante los años cruciales de del desarrollo y consolidación del sistema comunista cubano. Como Castañeda señala apropiadamente describiendo las relaciones del Che con el PSP, "él compartía sus puntos de vista completamente durante casi cuatro años." (p.154). Esta relación se inició en los días de Sierra Maestra. Poco después de que el PSP decidiera apoyar la rebelión guerrillera en 1957, se estableció una estrecha relación con el Che y por eso cuando él fundó su primera escuela de instrucción política de cuadros en Sierra Maestra, el Che pidió al PSP que le mandaran a su primer instructor. El PSP le complació y le mandó a Pablo Ribalta, un joven pero experimentado militante negro del partido cubano, que mas tarde llegó a ser embajador de Cuba en Tanzania y por ello la principal conexión del Che con La Habana cuando Guevara se unió a la guerrilla en el Congo.(pp.116-117, Anderson, pp.296-297).

La conexión del Che con Ribalta fue un ejemplo de lo que pronto llegaría a ser un campamento pro-PSP y pro-soviético dentro del Movimiento 26 de Julio. Esta sección fue dirigida por Che Guevara y Raúl el hermano pequeño de Fidel Castro, un antiguo miembro de la juventud del PSP en los años 50. Comenzando en el año 1957, este ala pro comunista chocaría con otras tendencias políticas dentro del Movimiento 26 de Julio y con otros grupos revolucionarios. El libro de Paco Ignacio Taibo que transmite con fidelidad y precisión la naturaleza de las fuerzas contendientes dentro del campo revolucionario. Influenciado por su propio pasado político, Castaneda comete un error al ignorar el papel de los revolucionarios no comunistas. El tratamiento de Anderson es bochornoso, dado que describe a todos los revolucionarios no simpatizantes de los comunistas como derechistas , llegando al absurdo de describir al comentarista de radio José Pardo Llada como un derechista en la época en que acompañaba al Che en un viaje por todo el mundo en el verano de 1959 (Anderson p.426). Pardo Llada daba su apoyo incondicional al gobierno de Castro y había sido siempre de izquierdas, un nacionalista de tipo peronista durante mucho tiempo.

Taibo describe tres tendencias dentro del campo de la revolución cien días después del derrocamiento del gobierno de Batista. Un ala derecha reforzada por sectores moderados del gobierno, en algunos casos conectada con sectores de la oligarquía agraria; un ala autodenominada socialista dirigida por Raúl Castro y Che Guevara simpatizante del PSP; y un tercer sector de izquierdas representado por la mayoría de los líderes urbanos tales como Carlos Franqui, Faustino Pérez, Marcelo Fernández y Enrique Oltuski, que eran relativamente independientes de Fidel Castro y combinaban su imperialismo con una fuerte crítica a los comunistas, a los que consideraban conservadores y sectarios (Taibo p.275). Un primer representante de estos izquierdistas del ala revolucionaria no comunista fue René Ramos Latour ("Daniel"), el coordinador nacional del Movimiento 26 de Julio, que murió en combate y no pudo ser testigo del triunfo de la revolución. En una carta a "Daniel" del 14 de Diciembre, que el mismo Che describió mas tarde como "bastante idiota", sin explicar el por qué, Che decía "por mi aprendizaje ideológico soy uno de los que cree que la solución a los problemas del mundo se encuentra detrás del llamado telón de acero". En la misma carta hay notas reveladoras de que el Che "siempre vio a Fidel como el líder genuino de la izquierda burguesa, aunque su carácter está enriquecido por cualidades personales de extraordinaria brillantez que le elevan por encima de su clase. Con ese espíritu es con el que yo me uní a la lucha, sin ninguna esperanza de ir mas allá de la liberación del país, honestamente, listo para dejarlo cuando las condiciones de la lucha vayan por buen camino (hacia lo que tu representas)..."(p.109). Ramos Latour respondió rechazando la acusación del Che de derechismo, añadiendo que la salvación no se encontraba tras el telón de acero y criticaba a Guevara por creer que "la solución de nuestras problemas está en liberarnos de la nociva dominación yanqui por medio de una no es menos nociva la dominación soviética." (p.111).

Fidel Castro, por su parte, jugaba un papel ambiguo en esta lucha de tendencias hasta que acabó con estos debates cuando él junto con Che y Raúl, apoyaron decisivamente a los antiguos comunistas en el congreso de los sindicatos de crítica importancia en el Otoño de 1959. Este congreso significó el principio del fin de la libertad  e independencia sindical en Cuba. Los hermanos Castro y Guevara dieron a los antiguos comunistas el poder y la influencia que ellos no habían sabido ganar en las urnas a principios de ese año. El papel concreto jugado por Castro antes del Otoño de 1959 no está claro todavía. Por ejemplo, recientemente se ha revelado que los primeros pasos para establecer la organización de los órganos de seguridad del estado cubano se dieron justo dos semanas después de la victoria revolucionaria del 1 de Enero de 1959. Esos esfuerzos iniciales se llevaron a cabo durante los primeros meses de 1959 con la participación de Raúl Castro, Che Guevara, el jefe del comité militar del PSP, y varios agentes españoles de la KGB soviética(1). Fidel Castro, sin embargo, no parece haber estado presente en ninguna de esas primeras reuniones del servicio de inteligencia. ¿Fue táctica deliberada para poner negar públicamente conocimiento de lo ocurrido mientras que apoyaba totalmente todo lo que estaba pasando? ¿Estaba Fidel evitando su participación directa para mantener su libertad de acción frente a los americanos y a los rusos al mismo tiempo? ¿Es concebible que esta primera colaboración con la KGB se llevara a cabo a sus espaldas?.

Desde entonces y por algunos años Che fue un importante miembro del grupo que ostentaba el poder del estado, compartía su responsabilidad en el historial represivo del régimen, particularmente cuando se alió con los que presionaban enérgicamente al gobierno revolucionario de Cuba para adoptar el modelo soviético. Guevara fue responsable personalmente de supervisar muchas de esas actividades represivas. Fue jefe de la fortaleza militar La Cabaña, donde se llevaron a cabo centenares de ejecuciones en los primeros meses de 1959. Aunque Castañeda tiene razón al puntualizar que allí no se ejecutó a mucha gente inocente ni durante demasiado tiempo (pp. 143-144), no se puede descartar que hubo personas inocentes cuya ejecución podría haberse evitado si el Che hubiera sido un revolucionario con otra política. También es posible que algunos de los partidarios de Batista pudieran haber recibido castigos desproporcionados a los delitos de los que fueron acusados. Este es un campo que requiere mas investigación, particularmente tras conocer los cargos repetidos por los que afirman haber sido testigos de la crueldad de Guevara en La Cabaña(2).

Quizás haya argumentos para justificar, o al menos para suministrar circunstancias atenuantes, para su comportamiento en La Cabaña. No se pueden encontrar argumentos legítimos que defiendan el papel principal del Che en establecer en Cuba el primer campo de trabajo en la región de Guanahacabibes al oeste de Cuba en 1960-1961, para confinar a la gente que no había cometido ningún crimen castigado por la ley, revolucionaria u otra. Che defendió esa iniciativa con su franqueza habitual:

(Nosotros) solo mandamos a Guanahacabibes aquéllos casos dudosos de los que no estamos seguros que sean gente que deba ir a la cárcel. Yo creo que la gente que debería ir a la cárcel debería ir a la cárcel de todas maneras. Aunque, sean militantes desde hace mucho tiempo o lo que sean, deberían ir a la cárcel. Nosotros mandamos a Guanahacabibes a la gente que no debería ir a la cárcel, gente que ha cometido crímenes contra la moral revolucionaria, en mayor o menor grado, y reciben sanciones simultáneas, como ser privado de su correspondencia, y en otros casos sólo se les reeduca a través del trabajo. Es un trabajo duro, no un trabajo brutal, mas bien las condiciones de trabajo son severas pero no brutales... (p.178)

Está claro que Che Guevara jugaba un papel clave en inaugurar una tradición de arbitrariedad administrativa, detenciones sin orden judicial, mas tarde utilizadas en los campos de UMAP para el confinamiento de disidentes y "desviados" sociales: homosexuales, testigos de Jehova, practicantes de religiones secretas afro-cubanas tales como Abakua, y rebeldes no políticos. En los años 80 y 90 estos confinamientos forzados, sin orden judicial fueron aplicados también a las víctimas del SIDA.

V

Para mucha gente, Che Guevara es una figura atractiva. Algunos conocen muy bien lo que el guevarismo implica y son atraídos a él precisamente por esa misma razón, como ha sido el caso de diversos grupos históricamente atraídos por distintas formas de estalinismo político. Sin embargo, a mi me preocupa mucho mas aquellos que particularmente entre los jóvenes, que se dan cuenta de que la sociedad capitalista es manifiestamente explotadora e injusta y quieren hacer algo para cambiarla. Algunos de ellos conocen poco de la ideología de Che Guevara y aún menos de su historia. Sus ilusiones están reforzadas por la política exterior de E.E.U.U. y su criminal bloqueo contra Cuba.

Hay aspectos atractivos de Che Guevara. Era un hombre que dejó las gratificaciones del poder político para unirse a las campañas de la guerra de guerrillas cuyos éxitos estaban lejos de ser seguros ni tan siquiera probables. En esos lugares terriblemente inhóspitos su comportamiento fue profundamente valiente e incluso heroico. Su integridad personal fue incuestionable, especialmente comparada con la de Fidel Castro. Además, Che tenia principios igualitarios que le llevaron incluso a llamar la atención a su mujer por utilizar el coche oficial para recados personales.(Castañeda pp.235-236). Pero también era arrogante y frecuentemente humillante con los que eran intelectualmente inferiores (p.120, Anderson, p.567). Como he sugerido anteriormente, su desdén "bohemio" por las comodidades materiales normales le hacían insensible a las preocupaciones materiales de la gente común y corriente.

En definitiva, sin embargo, queda la pregunta política: ¿Era el Che amigo o enemigo de la política liberadora y emancipadora? El registro histórico está claro; el guevarismo es incompatible con la lucha por construir una sociedad igualitaria y democrática, una sociedad en la que los trabajadores decidan su propio destino sin depender de "salvadores bien intencionados".
 

* Las referencias bibliográficas se basan en las siguientes ediciones: Jorge G. Castañena, Compañero. The Life and death of Che Guevara, New York, Alfred A. Knopf, 1997; Jon Lee Andeson, Che Guevara. A Revoluionary Life, New York: Grove Press, 1997; Paco Ignacio Taibo II, Guevara, also known as Che, New York, St. Martin's Press, 1997.,
 
 

NOTAS

1.Castañeda.p.146. Ver también la documentación mas extensa de este tema presentada por Alexsandr Fursenko y Timothy Naftali sobre las bases de los archivos soviéticos anteriormente secretos en One hell of a gamble. Khruschev, Castro y Kennedy.1958-1964, New York: W.W. Norton and Company, p.12.

2.Ver, por ejemplo, la carta al editor de Pierre San Martin en El Nuevo Herald (Miami),28 de Diciembre,1997.
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