Trasversales
Fernando Gil

Delincuentes infantiles

Revista Trasversales número 9, febrero 2008

Textos del autor en Trasversales


Cuando todos esperábamos que Mariano El catastrófico, tomando como ejemplo lo que ocurre en el ayuntamiento de Madrid (caso <guateque>), en la Comunidad de idem (Caso Porto), en Murcia, en Totana, en Castellón, en Baleares o en Ávila, pero no sólo, anunciara como plato fuerte de su programa electoral el endurecimiento de las penas de cárcel para cargos públicos incursos en delitos de cohecho, prevaricación, especulación urbanística, tráfico de influencias, mangoneo y dilapidación de fondos públicos (ahí está el hombre mejor aconsejado del mundo, Carlos Fabra, con 32 consejeros a dedo cobrando no de FAES, sino del erario público), pues va, y nos da una larga cambiada, y pide endurecer las penas para los niños de doce años.

Habíamos oído hablar de los delincuentes juveniles, pero lo de los delincuentes infantiles es un invento de Rajoy, pues no hay un problema de inseguridad ciudadana que tenga por causa las actividades delictivas de niños de 12 años. El PP ofrece la solución a un problema, que, como otros, es de su invención. Si un niño de 12 años delinque, antes que condenarle a la cárcel, habrá que ver dónde está la causa: en su familia, en su entorno, en su colegio, en su barrio, en sus posibilidades de elegir y desarrollarse; en eso que tanto le gusta decir a la derecha: en sus oportunidades. Y ahí es donde interviene la política social, el gasto asistencial del Estado, siempre excesivo para el PP. Y los resultados de esas carencias no se asumen, sino que se culpa, como siempre a las víctimas de esas políticas.
Respecto a incrementar el número de policías, hay que recordar que durante los mandatos de Aznar se redujo en 7.000 el número de efectivos para ahorrar, porque lo que entonces importaba, era llegar al déficit cero en los gastos del Estado. ¿O es que no nos acordamos?

 

Trasversales